Crónica de un Fracaso Anunciado en México

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El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, más conocido como AMLO, está mostrando un gran desconocimiento del funcionamiento de la economía de mercado y tomando medidas de una torpeza inusual en sus primeras semanas de mandato, al tiempo que los problemas en el país se multiplican y la seguridad pública está fuera de control.

Por Ricardo Angoso.

La llegada al gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, más conocido como AMLO, fue vista con grandes esperanzas por la sociedad mexicana al suponer un soplo de aire fresco después de décadas de alternarse en el poder los partidos tradicionales y una cadena de fracasos en casi todos los ámbitos por parte de los últimos mandatarios elegidos al frente del país. AMLO se presentaba como un revolucionario que iba a romper con los viejos hábitos y enderezar el rumbo hacia una nueva forma de hacer política alejada de los caducos estereotipos, haciendo una verdadera revolución y luchando contra una corrupción que gangrena a la nación. Fue capaz de concitar un gran movimiento a su favor, liderado por su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), y ganó las elecciones generales de 2018, provocando un terremoto político después de casi desaparecer del mapa los grandes partidos tradicionales,  tales como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Democrático (PRD). AMLO consiguió la presidencia y una sólida mayoría en el legislativo.

Pero muy pronto, en apenas unas semanas sin que se hayan cumplido los cien días de crédito que todos los presidentes tienen en su haber, el nuevo mandatario se ha ido desgastando y ha ido mostrando su peor cara. Las expectativas que había generado inicialmente, cuando hizo un discurso llamando al cambio y a un país mejor y más democrático, están a la baja y el primer presidente realmente de izquierdas que tiene México está mostrando una ineficiencia ante los asuntos importantes realmente preocupante. Se echa en falta de un verdadero programa de gobierno capaz de sacar al país de su profunda crisis y se percibe un predominio de las viejas políticas populistas de izquierda sobre una auténtica estrategia pragmática capaz de presentar a México una agenda política con propuestas y respuestas a los problemas que hay sobre la mesa.

ASESORES DE ETA Y CLARO APOYO A MADURO

En el plano exterior, en apenas unas semanas, el presidente mexicano, AMLO, ha dilapidado el enorme prestigio del que ha gozado hasta ahora la cancillería mexicana -sin importar el color- y se ha empeñado en dar una balón de oxígeno al desacreditado dictador venezolano, Nicolás Maduro, sin importante el daño que ese apoyo a ese régimen criminal podría causarle a México. Los aliados de México hasta ahora, como los Estados Unidos y el Grupo de Lima, que engloba a las grandes naciones de América Latina, miran ahora con recelo y desconfianza a la diplomacia mexicana y saben que ya no es una nación fiable, sino más bien otro régimen de corte populista e izquierdista al estilo de los compañeros que apoyan a Maduro, tales como Bolivia, Cuba, Nicaragua y Uruguay. Méxicoestá con Maduro, piensan todas las cancillerías del mundo, y eso es lo que está quedado para la historia.

La defensa de un diálogo con Maduro para salir de la crisis es un escenario que ya nadie contempla en el continente, ni siquiera la oposición venezolana que sabe de las artimañas y trampas que se gasta el dictador en sus “diálogos”, y se apuesta por un cambio sin más que ponga fin al régimen despótico y dictatorial que hoy reina en Venezuela. La Unión Europea (UE) y los Estados Unidos tampoco parecen que vayan caer en esa trampa y ya fuerzan a un cambio político en este país sin más dilación. Maduro debe irse y punto final. AMLO le apostó al diálogo para intentar salvar a un régimen con el que comulga, obviamente, más que con las viejas democracias del continente, pero su descrédito en la escena internacional, a estas alturas, es total.

La izquierda latinoamericana, en general, siempre desdeño la democracia por considerarla un invento “occidental” y “burgués” propio de los europeos y los “gringos” (norteamericanos). Seguramente esta decisión tan errónea sobre Venezuela, que tendrá sus costes colaterales para México, ha venido de la mano de uno de sus jóvenes asesores en política exterior: el conocido miembro de ETA y terrorista procesado Katu Arkonada, un veterano defensor del régimen de Maduro y del boliviano que lidera Evo Morales. Arkonada estuvo en la cárcel por delitos de terrorismo y nunca ha abominado de su pasado criminal, es más, se muestra orgulloso del mismo y lo exhibe sin ningún pudor. Otro matarife sin escrúpulos como el Che Guevara. Con este tipo de gente se relaciona AMLO y así le van a las cosas, aunque seguramente pueden empeorar en las próximas semanas.

En lo que respecta  a la situación en el interior del país, nunca un comienzo de un nuevo mandato en la historia de México había sido peor y este es sólo el anticipo de la catástrofe que se anuncia. En tan sólo dos meses, el presidente que iba a traer la seguridad a los mexicanos ha visto como la criminalidad se ha disparado como nunca, con más de 4.000 homicidios en estas primeras semanas; el desempleo ha aumentado porque el nuevo mandatario no genera ninguna confianza ni a los empresarios ni a los inversionistas del exterior -más de 400.000 personas  a la larga lista del desempleo-; numerosas empresas norteamericanas y europeas ya se están yendo de México ante la falta de perspectivas y el anuncio de unas políticas claramente destinadas al fracaso y, para colmo de males, el país está desabastecido de combustible tras el anuncio de AMLO de dejar de importarlos en un 40% del exterior. ¿Alguien da más?

¿HACIA LA QUIEBRA ECONÓMICA DE MÉXICO?

“Nunca se había visto en la historia de México que un arranque de gobierno fuera tan desastroso, causara tanto mal y acabara con la ilusión esperanza y sueños de tantos millones de mexicanos en tan poco tiempo como ha sucedido en apenas dos meses, diciembre de 2018 y enero de 2019 con éste que se perfila a todas luces en ser el peor gobierno de la historia de México en los últimos 100 años, desde la caída del General Porfirio Díaz, que fue el mejor gobernante de México del siglo XIX”, aseguraba el periodista Miguel Salinas Chávez en un artículo publicado recientemente en la prensa mexicana.

Cada nueva acción, cada novedoso anuncio rentransmitido con todo lujo de detalles por los medios mexicanos, constituye una nueva torpeza y una demostración de la ignorancia supina del presidente. Alguien dijo al comienzo de la presidencia de AMLO, cuando escuchaba el discurso de la toma presidencial, que el nuevo presidente era un charlatán, pero hay algo peor que eso y es ser un ignorante. AMLO desconoce absolutamente lo que es el funcionamiento de la economía de mercado y acabará provocando, con sus malas decisiones, como abandonar la obra del aeropuerto previsto para la capital mexicana, que ya causó un gran quebranto económico al Estado, la quiebra del país y una grave recesión económica que algunos ya presienten cercana ante el cúmulo de desatinos causados por la mala gestión presidencial.

El ya citado Salinas Chávez lo define así muy acertadamente:”Esto es el balance inicial que ha dejado como muestra inequívoca de ignorancia, torpeza, cerrazón, necedad, negligencia, falta de sentido común, inmensa corrupción, desbordante impunidad, miopía y una lista muy amplia de calificativos que podríamos usar para mostrar lo que ha resultado ser el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (en sus primeras semanas)”. AMLO puede cambiar, podría enderezar el rumbo y comenzar hacer otra política bien distinta a la que ha mostrado en estas semanas. Sin embargo, no debemos ser muy optimistas porque la izquierda latinoamericana ha mostrado en los últimos años una tendencia preocupante a moverse más por impulsos ideológicos de carácter dogmático y apostar por mirarse en modelos fracasados, al estilo del régimen cubano, que por el pragmatismo y la vía socialdemócrata que tantos éxitos ha dado en medio mundo. ¿Será capaz de cambiar AMLO y enmendar el actual camino? La historia nos dará la respuesta.

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Ricardo Angoso
Ricardo Angoso

Periodista y Analista


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