Uribe dice que pensó en extraditar a Coronell por supuestos nexos con el narco Perafán. Coronell, habla de la supuesta relación del hermano de Uribe con el grupo paramilitar Los 12 Apóstoles.
Todo comenzó por la columna del periodista Daniel Coronell en la revista Semana llamada «La criminalización del que investiga», en el cual dice: «El señor expresidente Uribe sabe que no tiene que explicar nada, solo contraatacar con una calumnia, dejando al aire una sospecha y cambiando la agenda para que sea el investigador el que quede en el banquillo», en referencia a supuestos ataques del ex mandatario contra el artículista de El Espectador Yohir Akerman, a quien tíldó de ser presuntamente cercano al ELN.
Coronell agrega: «La más reciente víctima de la estrategia es el columnista de El Espectador Yohir Akerman. Cada vez que alguien se atreve a explorar el pasado del doctor Álvaro Uribe o de los suyos es inmediatamente criminalizado por él y por sus devotos».
Eso provocó la ira de Uribe en Twitter, que de una envío un ráfaga de trinos contra Coronell, Akerman, el ELN y el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Dice que Coronell ha recibido millonarios contratos de la Casa de Nariño, solo comparables con los favores que le dio la Fiscalía de Eduardo Montealegre a la polémica asesora Natalia Springer.
El ex jefe de Estado le recordó a Coronell este artículo que circula en la Web llamado: «Los orígenes oscuros de Daniel Coronell» y afirma que casi lo extradita en su administración por sus presuntos nexos con el narcotraficante Pastor Perafán... de ese calibre fue la discusión.
Coronell también contraatacó:
Trinos van y vienen
El caso se volvió viral, porque tanto los millones de seguidores de Uribe, como los simpatizantes de Coronell, llevaron la «guerra» verbal a los campos de Twitter, donde los manejadores de esta aplicación en Colombia, comenzado por su gerente Diego Santos, no perdieron la oportunidad e hicieron que el tema en el cual había halagos y garrote contra Uribe y Coronell se volviera tendencia.
La batalla campal en Twitter fue así: Uribe le sacó a Coronell, que se había cambiado el apellido, sus nexos con el narco extraditado Perafán y le dijo que era un escritor contratista de Santos, como Natalia Springer lo fue de la Fiscalía. A su turno, Coronell le recordó a Uribe los supuestos nexos sus padre con el Clan mafioso de los Ochoa y los presuntos vínculos de su hermano Santiago con el grupo paramilitar de los 12 Apóstoles. Mientras las barras de ambos seguían dándose fuego sin descanso en esa red social.
La gente de Uribe creó el hashtag: #CoronelSocioDePerafán, pero no se volvió tendencia, a pesar del nutrido grupo de seguidores del ex Presidente.
Por su parte, la gente de Coronell creó el hashtag: #UribeContraatacaConCalumnias, que de inmediato se convirtió en tendencia y se ubicó en los primeros lugares de Twitter, lo cual disgustó a los uribistas, quienes afirman que Diego Santos, pariente del Presidente Santos, y sus empleados, manipulan la aplicación de mensajería en nuestro país para quitarle peso a Uribe. Eso lo vienen afirmando desde la marcha del pasado 2 de abril de 2016, cuando ninguno de los hashtag de los miles de militantes en el uribismo se volvió tendencia y por el contrario si lo hizo una propuesta contra la citada jornada de protesta.
Al final, esa confrontación verbal que no le sirve a Colombia, pero sí polariza más al país. El único que triunfó fue Diego Santos, porque Twitter ganó seguidores con estas épicas batallas de verborrea. A otros les hubieran cerrados las cuentas, pero porque Uribe mueve millones de usuarios en la red social y con Coronell simpatizan varios sectores, incluyendo la izquierda y el Gobierno, todo se permite.
Sixto A. Pinto
