El día del Triunfo del NO, una fecha para nunca olvidar

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Por Bernardo Henao Jaramillo.

Hoy, el 2 de Octubre de 2016, hace dos años, sucedió lo que se creía imposible, todo estaba en contra, gobierno, medios, encuestas, en fin por un capricho porque no tiene otra explicación salvo quizás por pretender derrotar la oposición, previo cambio de las reglas de juego frente al umbral aplicable, el entonces Presidente de Colombia,  sometió a la consideración del pueblo, mediante la realización de un Plebiscito,  la aprobación del denominado Acuerdo para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera.

Era obvio que todos los colombianos queremos y teníamos el deseo por conseguir la Paz, pero cuando se conoció el engorroso texto convenido en 297 páginas después de agotada inexplicable negociación por más de cuatro años, su posible derrota comenzó. El Acuerdo constó de seis puntos: Reforma Integral, Participación en política, cese al fuego y de Hostilidades, Solución al problema de la Drogas ilícitas, Sistema de Verdad, justicia, reparación y no repetición y Mecanismos de implementación y verificación, el país votante se molestó y dejo conocer su decisión en las urnas.

Una sola pregunta se decidió se formularía: “¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?” Siempre quedó claro que la decisión que se aprobare en el plebiscito, tendría efectos vinculantes y obligaba al Presidente de la República a respetar el resultado.

Llegó el día esperado, dos de octubre de 2016, le antecedieron el Brexit y el triunfo de Trump en las primarias o colegios electorales, en los Estados Unidos, que dejaban anticipar que podía conseguirse un resultado distinto al esperado. Se cerraron las urnas que no contaron con participación numerosa puesto que se registró una abstención cercana al 63% y,  sorpresa nacional,  el NO, contrario a lo esperado venció. El pueblo colombiano, soberano por excelencia no apoyó ni refrendó  el Acuerdo de Paz de la Habana. El  No obtuvo 6.424.385 votos y el SI 6.363.989 votos. El primero 50,23% votos vs. 49,76%.

De conformidad con lo estipulado en la Constitución Política en su artículo 3 “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público”. El  pueblo se pronunció y su sentencia fue una sola: El Acuerdo de la Habana no se refrendó y forzoso hasta ese momento era que el Acuerdo de la Habana  constitucionalmente no existía.

El entonces senador-candidato uribista y ahora Presidente de Colombia, Iván Duque, promocionaba así el NO:

El resultado del plebiscito contrario a lo buscado se convirtió en factor de división inimaginable. El Gobierno y partidos políticos de oposición, para aquel entonces, en su búsqueda de conseguir y preservar una falsa Paz, como ya se ha visto que ha ocurrido,  acordaron, en forma reprochable y cuestionable una fórmula de solución no prevista en un marco legal alguno. Es así como se planean ajustes al Acuerdo por los opositores  quienes entregaron sus sugerencias y modificaciones. De manera hábil, las FARC y el Presidente Santos dejaron saber que el Acuerdo había sido modificado en una cantidad significativa de temas,  lo que a la postre se demostró fue una completa mentira.

Otras de las denuncias de Duque sobre el Plebiscito santista:

En tiempo record 1 mes y 22 días se convino revivir el acuerdo negado. Cabe preguntarse: ¿extraño cómo en tan poco tiempo se consiguió ese resultado? La negociación en la Habana fue de cerca de cuatro años y aquí en ese escaso tiempo se resolvió supuestamente modificar 60 temas. Gobierno y Farc se dieron cita en un icono del arte y la historia, escogiendo al Teatro Colón para suscribir o refrendar el acuerdo final supuestamente modificado, lo que aconteció el pasado  24 de  noviembre de 2016.

Siempre quedó la duda de la refrendación por el pueblo y como acontece en nuestro medio jurídico, se impuso extraña tesis que el Congreso de la República suplía al pueblo. Contando con un extraño concepto favorable de la Sala de Consulta del Servicio del Consejo de Estado, que carece de fuerza vinculante se dejó saber al gobierno que el Congreso si podía refrendarlo e implementarlo y así lo hicieron. Como todo en nuestro país, el pueblo a la final resultó engañado y se cambió el rumbo de la  historia que ha debido seguirse con ocasión del inolvidable triunfo del NO en el siempre recordado Plebiscito de octubre 2 de 2016.

Bogotá, D.C. Octubre 2 de 2018

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Bernardo Henao Jaramillo
Bernardo Henao Jaramillo

Abogado e investigador


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