FARC y Wall Street

El día que las FARC se abrazaron con Wall Street en la selva colombiana

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Aunque parezca un cuento perteneciente al realismo mágico del escritor Gabriel García Márquez, ocurrió en 1999 en Colombia, en un caserío llamado La Machaca, donde en los últimos días de junio, se reunieron y abrazaron el ex poderoso presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York, Richard Grasso, y el entonces principal negociador diplomático de la guerrilla de las (FARC), el comandante Raúl Reyes, muerto por las Fuerzas Armadas colombianas. ¿Qué tenían (o tienen) en común la máxima catedral sionista del dinero mundial y la principal guerrilla revolucionaria de América Latina?

Informe especial
Tomado de IAR Noticias 

La reunión duró una  hora y media y fue calificada de histórica por el gobierno de Colombia, entonces encabezado por el Presidente Andrés Pastrana Arango, tuvo lugar en el caserío de La Machaca, jurisdicción de San Vicente del Caguán, un paraje rural de la zona desmilitarizada de 42.000 kilómetros cuadrados del sur del país, ocupados por las las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde 1998.

¿Pero qué hacían reunidos el entonces representante de la principal entidad sionista especulativa de Estados Unidos con el comandante de un movimiento guerrillero revolucionario?.

Según el gobierno colombiano, la reunión entre Wall Street y los guerrilleros de las FARC se encuadraba dentro del intento de «acabar con la violencia política en Colombia».

Para consignar la importancia que le daba el gobierno colombiano a la reunión, baste citar que el entonces Ministro de Hacienda de Colombia, Juan Camilo Restrepo, simplemente actuaba como traductor del encuentro.

Según la información de ese momento, a Grasso lo acompañó el vicepresidente de la Bolsa de Nueva York,  Alain Murban, y el asesor James Esposito.

Durante una conferencia de prensa en la localidad de San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá (sur de Colombia), en la zona desmilitarizada, y en la que Restrepo ofició como traductor, el jefe de Wall Street señaló que había venido a traer un mensaje de cooperación de los círculos financieros estadounidenses, que «veían con mucho interés el proceso de paz auspiciado por Pastrana».

FARC y Wall Street
Richard  A. «Dick» Grasso, fue presidente de la NYSE desde 1995 hasta el 200

 

Según el diario La Nación, de Argentina, desde Richard Grasso, hasta emisarios de compañías multinacionales mantenían reuniones cordiales con el máximo líder de las Farc, Manuel Marualanda alias «Tirofijo», y con su vocero, Raúl Reyes, en el búnker de los suburbios de San Vicente del Caguán, con tal de persuadirlos de la conveniencia de hacer negocios en conjunto».

¿Sobre qué negocios hablaban… Pretendía los altos ejecutivos financieros que las Farc invirtieran sus jugosas fortunas en Wall Street?

Aunque la prensa no tuvo acceso a la reunión, Grasso dijo luego que en la reunión con Reyes y los jefes de las FARC se trataron básicamente temas económicos, como los mercados de capitales en el mundo, y calificó de muy interesante el intercambio de opiniones.

El presidente de la Bolsa de Nueva York dijo que invitó a los miembros de las FARC para que visitaran la Bolsa de Valores de Nueva York y  confirmaran cómo 200 millones de norteamericanos tienen, de una u otra manera, participaciones accionarias en diversas empresas.

 «Fue excelente… invité al comandante Reyes y al Supremo Comandante (Manuel Marulanda, «Tirofijo» ) a asistir conmigo a las subastas (en la Bolsa de Valores)», señaló Grasso en la conferencia de prensa.

La Bolsa de Nueva York, o NYSE,  es el mayor mercado de dinero del mundo y concentra el mayor volumen de operaciones financieras en dólares que realizan  las empresas trasnacionales cotizantes a escala global.

Wall Street, la catedral mundial del dinero capitalista sin fronteras cuenta con un volumen de transacciones que superan largamente los 25 billones de dólares, incluyendo unos 10 billones de compañías no estadounidenses.

Su entonces interlocutor en La Machaca, las FARC, representan al movimiento revolucionario armado más antiguo de América Latina y el segundo más viejo del mundo (1948, los comienzos y 1964 bajo la denominación actual), después de la resistencia palestina (1936).

En la interpretación de la prensa neoyorquina de ese entones, se señalaba que la reunión de las FARC con Wall Street era importante  para que Colombia mantuviera una «calificación positiva» para las inversiones en organismos estadounidenses como Moodys. (1)

Otros medios de la prensa estadounidense, señalaban luego de la reunión en junio de 1999, que el Partido Republicano se oponía a la idea de establecer relaciones con las FARC a la que consideraban una «organización terrorista».

Pero que entre los demócratas, se observaba una actitud más flexible, como lo testimoniaba la reunión mantenida por Luis Edgar Devia Silva, Raúl Reyes, y William Delahunt, representante demócrata por Massachusetts, luego de su encuentro con Grasso en Colombia.

¿Es posible que el capitalismo estadounidense se haya vuelto suficientemente democrático en los últimos años como para que las FARC, de manera encubierta, hayan adquirido parte de las acciones que cotizan en Wall Street?, se preguntaba por entonces el escritor e historiador Richard Gillespie en un artículo publicado en el diario argentino Clarín.

«Las FARC no se habrían convertido en el movimiento guerrillero de más larga vida de Latinoamérica si, además de dominar las tácticas de la guerra de guerrillas, no hubieran aprendido a desarrollar una economía guerrillera y adquirido habilidad financiera para llevar adelante una prolongada guerra de desgaste», señala Gillespie.

Para Gillespie, «El costo de mantener y equipar un ejército irregular, que opera en muchos frentes diferentes y en ocasiones es capaz de poner en fuga a un batallón entero del ejército colombiano, implica un enorme presupuesto. Las FARC han reconocido su participación en el comercio de drogas, a través del cultivo de coca y la producción de cocaína, mientras que niegan tomar parte en el tráfico de drogas. Con este perfil, no sería sorprendente constatar que el movimiento mismo haya hecho grandes inversiones en los EE.UU».

¿La revolución financiada por Wall Street?

Si las armamentistas del complejo militar industrial de EE.UU. venden alternativamente armas a los regimenes dominantes y a los movimientos «independentistas» de Asia, África y Medio Oriente ¿Porqué Wall Street no puede financiar alternativamente a la «revolución» y la «contrarrevolución» en América Latina?

El mundo capitalista sionista en definitiva es sólo una cuestión de negocios, y si no hay negocios, como lo resumió Rothschild, hay que inventar una guerra y financiar a los contrincantes.

El color ideológico no importa, solo importa el color del dinero circulando planetariamente y atendiendo, como Dios, en Wall Street.

La reunión no fue en Macondo, la irreal localidad de Cien Años de Soledad, existió y se realizó en La Machaca, Colombia, en junio de 1999.

Quizás las respuestas a las preguntas que quedaron flotando sobre el singular encuentro, estén en los discos duros de los famosos «ordenadores» (2) de Raúl Reyes rescatados por el ejército colombiano cuando lo mató en territorio ecuatoriano, durante el gobierno del Presidente Álvaro Uribe.

Si fuera así, están en buenas manos y nunca se sabrán.

Conozca lo que le dijo el presidente de Wall Street a los medios norteamericanos sobre este tema en otro informe de EIR llamado El «Grasso Abrazo».

(1) Moody’s Corporation (NYSE:MCO) es la sociedad matriz de Moody’s Investors Service, una agencia de calificación de riesgo que realiza la investigación financiera internacional y el análisis de las entidades comerciales y gubernamentales. La empresa también califica la solvencia de los prestatarios mediante una escala de calificaciones estandarizadas. La compañía tiene una participación del 40% en el mercado mundial de calificación crediticia, así como su principal rival, Standard & Poor’s.

Moody’s fue fundada en 1909 por John Moody. Los principales propietarios institucionales de Moody’s incluyen la compañía de Warren Buffett Berkshire Hathaway  y Davis Selected Advisers.

(2) El gobierno de Colombia envió los computadores a la Policía Internacional (Interpol) para que se demostrara la veracidad de éstos. Interpol asignó a tres técnicos expertos en computadores de corea del Sur, Singapur y Australia para analizar el contenido.

La información revelada de los computadores se relaciona con una supuesta estrategia militar y política entre los gobiernos de los presidentes Correa (Ecuador) y Chávez (Venezuela) con las FARC que incluían reuniones clandestinas, compra de misiles a Libia, la estrategia para desprestigiar al Gobierno colombiano y el pago en petróleo y dólares por la liberación de los secuestrados.

Los «ordenadores» tenían 37.872 documentos de texto, 452 hojas de cálculo, 210.888 imágenes, 10.537 archivos multimedia, que pesaban 610 gigabytes de información.

Este informe es republicado por La Otra Cara por ser un material de interés
para los colombianos.
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