“Todos saben que Fajardo sueña con ser Presidente, lo que no saben es que lo desvela Vargas Lleras”, dice una fuente cercana al Exgobernador
No es un secreto que el Exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, sueña con la Presidencia de la República, lo que poco se sabe es que ya comenzó su campaña y su objetivo inicial es sacar del camino a su principal contendor, el Vicepresidente Germán Vargas Lleras. Su estrategia por ahora es mediática y sin dar la cara, para ello utiliza como punta de lanza al Periódico El Colombiano, a la FM y La Luciérnaga, que le están haciendo el juego muy bien. Recordemos que Fajardo trabajó en el diario antioqueño y es de sus entrañas, en la FM tiene periodistas que lo acompañaron como funcionarios en su gobierno y es bastante amigo de Pascual Gaviria.
Como el poder de Vargas está en varios Ministerios y entidades descentralizadas, la estrategia de Fajardo consiste en desacreditar a funcionarios del gobierno que tratan de sobresalir en sus gestiones y que son de la corriente de Vargas Lleras, desde dichos medios.
La batalla por Antioquia entre Vargas y Fajardo está cantada desde que el Exgobernador perdió su continuidad con su candidato Federico Restrepo, al ser derrotado en las urnas por Luis Pérez Gutiérrez quien llegó al cargo con el aval de Cambio Radical y es bastante cercano a Vargas Lleras.
Además, Fajardo perdió a su principal alfil en la Presidencia, María Lorena Gutiérrez, quien precisamente llevaba malas relaciones con el Vicepresidente, lo que lo explica el desespero del Exgobernador Antioqueño por atacar a Vargas Lleras y todo lo que se le parezca.
La semana pasada en una reunión del GEA y Santos en Rionegro, los empresarios paisas le pidieron al Presidente apoyar burocráticamente a Fajardo luego de que perdiera su fortín con la renuncia de Claudia Restrepo a la Gerencia del Metro de Medellín.
Por ahora el único cargo, al menos visible, que maneja Sergio Fajardo es el INDER, cuyo Gerente es su primo David Valderrama nombrado por el Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
Por Samir Alberto Pérez
