Daniel Coronell

La justicia mediática de Daniel Coronell

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El columnista Daniel Coronell decidió jugársela a fondo para buscar la caída del Fiscal Nestor Humberto Martínez. Con el propósito de darle la estocada final ya que lo considera herido de muerte, su nueva estrategia consiste en ubicar aliados internos entre los fiscales que aún quedan de la cuerda del antecesor en ese cargo, el cuestionado Eduardo Montealegre. La lógica de que los enemigos de mi enemigo son mis amigos lo llevó a diseñar esta idea y apenas supo la noticia de que un juez había decretado la nulidad de la orden de captura contra el empresario colombo español Carlos Mattos, por violación al debido proceso y por no haber tenido en cuenta pruebas aportadas en expediente, el citado periodista pedaleó a un juez para que emitiera una segunda imputación donde quedara clara la insinuación de que el Fiscal Martínez había participado en un soborno.

De esta forma, Coronell mataría dos pájaros de un tiro. Por un lado lograría sembrar la duda frente al Fiscal, con lo cual lo debilitaría aún más en momentos en que se cuestionan sus impedimentos en el caso de Odebrecht, y por el otro se sacaría un viejo clavo con el empresario Carlos Mattos, quien según las malas lenguas se negó siempre a pautar en NTC por que lo considera un noticiero al servicio de la guerrilla y así se lo hizo saber en su momento a Coronell. Esa es la explicación que dan algunos de los familiares de Mattos a la nada disimulada persecución de este periodista en contra de quien fuera el magnate de la multinacional automotriz coreana Hyundai en Colombia. La pelea contra el Fiscal radica en que para el periodista, Martínez es enemigo de la  Justicia Especial para la Paz (JEP) y está a punto de hacer extraditar al jefe guerrillero de las FARC Jesus Santrich, con lo cual asestaría un duro golpe a los acuerdos de La Habana.

Ppor su parte, al empresario Mattos resulta muy sospechosa esa nueva imputación express y le resulta aún más extraño que la Fiscalía publicara una comunicación en la que habla de una segunda acusación que hará este organismo acusador. En una carta enviada por Mattos asegura que “resulta sospechoso que este nuevo caso se haya originado en la declaración del señor Dagoberto Rodríguez, que es un delincuente confeso”. También dice que le resulta bastante curioso que la nueva acusación haya aparecido justamente tres días después de que un juez de la República hubiera revocado la solicitud de medida de aseguramiento en su contra. “Pareciera que alguien estuviera en un juego de ping pong en donde se tiene una respuesta inmediata cada vez que algo lo favorece”, afirma un cercano a la familia.

En una operación relámpago la Fiscalía informó unas evidencias recaudadas según las cuales se habrían cancelado más de $100 millones a una juez y en la que se tiene a gran velocidad la prueba de que uno de los pagos lo habría efectuado directamente el señor Dagoberto Rodríguez Niño, supuestamente enviado por Mattos. Además sorprende que contra todas las usanzas a pesar de ser domingo, la Fiscalía General hubiera publicado una comunicación en la que lo citan para imputarle un nuevo cargo de cohecho. Justo el mismo día en que se publica la columna de Daniel Coronell en Semana. Otro punto que destaca el empresario es que esta nueva acusación haya sido realizada precisamente por el abogado que perteneció a la oficina de Néstor Humberto Martínez, quien según Mattos fue quien expidió la factura en la que el bufete de Martínez Neira le cobraba sus muy discutibles honorarios.

En la columna del periodista se habla de un dinero que se le habría entregado a la juez Lidia del Carmen Hernández Pérez, cuando ya había tomado una decisión, luego el supuesto dinero no se entregó para producir una fallo sino que habría llegado después de que ella hubo decidido. Para los expertos en esta caso no podría existir el soborno por cuanto este no es un delito que se configure a posteriori. Todo hace ver que existe la posibilidad de que después del fallo la juez haya pedido una suma de dinero pero en este caso el delito de agradecimiento no existe. Si la juez decidió motu propio y luego le da por cobrar o recibir habrá incurrido en varias conductas punibles diferentes a cohecho o soborno, lo que supone que el empresario no estaría inmerso en este tipo de delitos.

Esto hace suponer a los defensores de Mattos que se trata de una estrategia más mediática que jurídica y que para el empresario está inspirada en que el periodista ha presionado para que se arme un escándalo con la intención de perseguir al Fiscal e involucrarlo en un soborno que jamás existió. La defensa cree que existen varias contradicciones y que entrará a desmontar estas versiones porque ni siquiera coinciden los relatos de quienes dicen haber sido parte de los hechos aparentemente delictivos. Según la Fiscalía, Carlos Mattos buscó a la juez 16 civil, Ligia del Carmen Hernández pero ella dice no conocerlo. La Fiscalía dice que tres testigos han asegurado que el empresario Carlos Mattos les entregó 200 millones de pesos para la juez y ella dice haber recibido 100. Y en los audios se observa una curiosa insistencia en el hecho de que el Fiscal General Néstor Humberto Martínez era el abogado de Mattos.

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