Los Soler y la tierra, una relación de toda la vida 

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RAMIRIQUÍ, Boyacá.  

En el parque principal del municipio boyacense de Ramiriquí hay dos monumentos que obligatoriamente llaman la atención de cualquier visitante: uno es el de José Ignacio De Márquez, quien fue presidente de Colombia entre 1837 y 1841, y el otro es el de Juan Mauricio Soler, flamante vencedor de una etapa y de los premios de montaña en el Tour de Francia de 2007.

En ese mismo pueblito de De Márquez y Soler ocurrió el sábado un hecho histórico para los ramiriquenses: el director de la Agencia Nacional de Tierras, Miguel Samper Strouss,  entregó las escrituras de sus fincas a 176 familias campesinas de Boyacá.

Uno de esos títulos lo recibió Rosendo Soler, hermano mayor de Mauricio Soler y quien emocionado dijo que “fue muy buena idea (de la ANT) legalizar estas tierras porque la mayoría son de falsa tradición”.

Según explicó, hace 22 años le vendieron una pequeña parcela de poco más de hectárea y media pero ésta nunca pudo ser registrada a nombre suyo porque, entre otras cosas, la vendedora no pudo acreditar que había sido su real propietaria. Durante todo ese tiempo, sin embargo, él pudo trabajar y hacer producir ese terreno.

Esta mañana le entregamos el título de propiedad de su finca al hermano de Mauricio Soler”, contó Samper Strouss en un emotivo y concurrido acto en el coliseo de Ramiriquí.

De acuerdo con el funcionario, Rosendo Soler, “como su hermano (Mauricio), pedaleó durante más de 20 años para poder obtener ese título (de propiedad) y hoy le hicimos realidad ese sueño”.

Rosendo Soler tiene  49 años y siempre ha trabajado la tierra. Eso lo aprendió de su padre y de su madre.

Eso también lo aprendió su hermano menor, Mauricio, quien dejó la tierra para dedicarse a la bicicleta.

Mauricio Soler siempre tuvo unas condiciones increíbles para el ciclismo. Siendo un muchacho aún, entrenadores europeos se fijaron en él y rápidamente se lo llevaron para las carreteras del viejo continente.

En 2007 tuvo un año dorado: en el Tour de Francia se hizo con la novena fracción –entre Val d’Isere y Briançon– y de paso acabó para Colombia con una larga sequía en la carrera por etapas más importante del mundo. También se coronó campeón de los premios de montaña y se ubicó décimo en la clasificación general en la que el vencedor fue el español Alberto Contador.

El mundo entonces parecía hincarse a los pies de Mauricio Soler. El destino, sin embargo, le tenía preparada una mala pasada: el 16 de junio de 2011, durante la sexta etapa de la Vuelta a Suiza, sufrió una aparatosa caída que casi le cuesta la vida. Se golpeó la cabeza, se golpeó todo.

Estuvo varios días en estado de coma, pero gracias a su tenacidad y a la de Patricia, su esposa, logró quedarse en este mundo. Eso sí, el accidente le pasó una alta cuenta de cobro: tuvo que dejar para siempre el ciclismo de alta competencia, eso sin contar con algunas discapacidades físicas que parece lo acompañarán por el resto de su vida.

Gracias a Dios estoy de salud un poco mejor”, indicó Mauricio Soler, de 34 años y padre de un hijo que lleva su mismo nombre.

Sigo haciendo mi rehabilitación y tratando al menos de mantenerla y esperando que las cosas sigan saliendo de la mejor forma”, agregó.

Con tono nostálgico recordó que toda su niñez y parte de su adolescencia transcurrió en el campo, en la vereda El Común de Ramiriquí, donde aún se produce papa, frijol, uchuva y en general los productos de la tierra fría.

Sobre su hermano Rosendo, Mauricio Soler observó que “es una persona totalmente del campo que trabaja para el sustento diario de su familia”. No obstante,  hoy día no tiene muchas anécdotas claras de su hermano porque el accidente le hizo perder casi todos sus recuerdos del 16 de junio de 2011 hacia atrás.

Es bueno –como en el caso de su hermano– que el Estado les entregue las escrituras de las tierras que no habían podido conseguir desde hacía muchos años. Eso les permite acceder a créditos de bancos y a hacer muchos trámites más fácil”, añadió.

La tierra es algo muy importante para nosotros”, enfatizó.

Con sorna, y entre risas, comentó que espera aún ser amigo de Nairo Quintana. Y a renglón seguido añadió que el reciente subcampeón del Giro de Italia “se mantiene muy ocupado” y que tal vez por eso se ha enfriado un poco la relación entre los dos.

Para Mauricio Soler, Quintana estuvo “espectacular” en el Giro y no lo ganó “porque se encontró con un (Tom) Dumoulin intratable”.

El viernes pasado, durante una entrevista con la oficina de prensa de la Agencia Nacional de Tierras, a Mauricio Soler se le comentó que él pudo haber ganado un Tour de Francia.

Pero no se pudo”, respondió con evidente tristeza.

En cambio, lo que sí se puede –al decir de Samper Strouss– es que en adelante los 176 campesinos que el sábado recibieron las escrituras de sus tierras podrán acceder a préstamos bancarios y a poder heredarlas a su mujer y a sus hijos.

Nota realizada por la Agencia Nacional de Tierras.

@AgenciaTierras

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