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Por Bernardo Henao Jaramillo.

Lo que no se imaginaba ocurriría aconteció. El expresidente Álvaro Uribe Vélez participó en compañía de la senadora Paloma Valencia, en procura de salvar el proyecto de creación de la Sala para el juzgamiento de Militares en la Justicia Especial para la Paz (JEP), en reunión inédita que contó con la participación de los representantes de los sectores representativos de la izquierda y con varios de los otrora subversivos de las Farc.

Esa reunión la justifico el expresidente en una  pequeña alocución en la que  expresó equivocadamente: “Este es un pequeño paso para darle un poquito de justicia y equidad a los soldados y policías de Colombia”.

No señor Presidente Uribe se equivoca usted por segunda vez con las Fuerzas Militares de Colombia. En el pasado en su gobierno acabó el Fuero Militar y ahora, al reunirse con sus verdugos y contradictores, opaca la grandeza de las Fuerzas Militares que han sido cruciales en la construcción y mantenimiento de nuestro país en forma democrática. No puede minimizarla con un “poquito de justicia y equidad”. Que frase más desafortunada. Los héroes de nuestra Patria, antes hoy y por siempre,  requieren una Justicia plena, integral, objetiva y justa. Con jueces probos que por lo menos tengan conocimiento de lo que es una operación militar y como funciona un teatro de operaciones cuando se adelantan operativos.

Hoy los militares serán condenados por la responsabilidad del mando y los terroristas de las Farc ante esa jurisdicción no les cabe responsabilidad de ninguna naturaleza por  el mando de sus bloques y la dirección militar del otrora secretariado de las Farc. Jamás puede ser de recibo poner en pie de igualdad al subversivo con el militar en la JEP. Es más,  al militar le exigirán en su proyectada y posible responsabilidad más allá de la complacencia con el terrorista. Toda una vergüenza en el trato al servidor militar y policial.

Esta deplorable reunión que se pretende justificar por la necesidad de acuerdos políticos, coincide con la presencia en el del fiscal de la Corte Penal Internacional, James Kirpatrick Stewart, que se insinúa en ciertos medios que ejerció presión  en el gobierno Duque para que se mantenga un trato igualitario con los subversivos. Sorprende que tanto medio interesado en la JEP,  haya  guardado tanto silencio de esta participación foránea. ¿A que vino el Juez de la Corte Penal Internacional? ¿Será acaso que nuestra soberanía se viene a menos por tanto descredito de las cortes locales? Muchos otros interrogantes se insinúan y ya el Mackenzie se ocupó ampliamente de algunos de ellos.

Fruto al parecer de esas presiones indebidas que buscaban ese tratamiento igualitario, so pretexto de que podría intervenir la Corte Penal Internacional, se convino en crear en esa jurisdicción 14 nuevos cargos de magistrados en el tribunal que ya también llevó al total rechazo de la presidenta de la Jep Patricia Linares, por considerar que al proceder de esa manera  “se quiere ver que en la Jep van existir dos magistrados, unos adictos a las Farc pro Farc y otros adictos a la Fuerza Pública y pro Fuerza Pública, dos corazones y dos cerebros cuando los magistrados solo tienen ante si la justicia”.

Los colombianos que nos declaramos seguidores del movimiento que usted creara,  como es el Uribismo, sabemos de su gran lucha por impedir que el comunismo se haga  con el poder en Colombia. No puede usted olvidar que consiguió con todo en contra, lograr que mayoritariamente el NO en el Plebiscito de 2016 triunfara.

Por iniciativa de la Dras. Paola Holguín y Paloma Valencia con el representante Álvaro Hernán Prada, promovieron el referendo revocatorio de la JEP, en la que se consiguieron más de un millón de firmas que si bien no alcanzó el umbral por la temporada electoral, si consignaron un contundente rechazo a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP); que es un mandato claro  del trato que se espera se imprima a la JEP y no puede pasar desapercibido.

La respuesta esperada por la mayoría de colombianos está en derogar la JEP. Los compromisos de campaña de hacer ajustes a los Acuerdos ya parecen estar guardados en el cuarto de San Alejo o del olvido. Ya las noticias del Alto Comisionado para el Posconflicto Emilio José Archila dejan saber que el Presidente Iván Duque una vez posesionado dejo conocer a la ONU, su solicitud que se continúe su verificación, la cual demandó puntal respuesta de la ONU celebrando y peticionando la implementación del acuerdo, reiterando el Sr. Presidente en voces del comisionado que cumplirá con lo pactado. ¿Dónde queda entonces lo expuesto en la campaña de hacer ajustes al Acuerdo? Estas manifestaciones parecen ya insinuar que seremos defraudados por segunda vez.  

La sociedad civil en gran número apoyó la fórmula Iván Duque Márquez – Martha Lucía Ramírez Blanco,  aprobando un programa de gobierno que, imponía respeto por las Fuerzas Militares y desde luego, por el anuncio que se harían ajustes al Acuerdo de La Habana. Las actuaciones hasta hora en los ya cercanos 100 días del gobierno nos tienes preocupados y decepcionados pero de incumplirse lo prometido en campaña, no den por descontado que se tiene el apoyo, por el contrario tendrán una veeduría ciudadana como lo reclama y exige hoy la sociedad civil  que mayoritariamente negó la aprobación al Acuerdo de Paz que, hoy se confirmó cómo desangró las finanzas de  la economía y obligó a impulsar una infortunada reforma tributaria presentada como ley de financiamiento  que en lo conocido, también se aleja de lo prometido en campaña.

Cuando se conocen los audios y se ven las posiciones victoriosas de los otrora y nuevos amigos de las Farc y el recuerdo permanente al Dr. Uribe que “creen en su palabra”, el expresidente debiera pensar mal y ver que por ese apoyo a la JEP que, impuso incluir también el tema de los falsos positivos, que concluyó en iniciativa de crear 14 cargos más de magistrados, va a terminar es en llevar, previo paso por la Comisión de la Verdad, al Sr. exmandatario Uribe ante esa Jurisdicción Especial que tiene como gran triunfo que los civiles solo podrán concurrir ante ella, por decisión propia. Aquí señor expresidente hay gato escondido y los militares doblegados y derrotados, todo un gran absurdo.

Nuestra próxima entrega un gran salto al vacío pretendiendo gravar canasta familiar y las pensiones.

Bogotá, D.C. Noviembre de 2018

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Bernardo Henao Jaramillo
Bernardo Henao Jaramillo

Abogado e investigador


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