Una Consulta con Armando Martí: Electro- Estrés, la nueva amenaza urbana

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No es casualidad, que en la última década el término `electro-estrés` se este utilizando como una explicación al incremento de las consultas médicas, psicológicas y terapéuticas, de personas que sufren de insomnio, fatiga, irritabilidad, agresión, depresión, ansiedad, inestabilidad emocional, fobias, pánico, hiperactividad, déficit de atención generalizado, mareos, vértigo, adicciones, hipertensión arterial, bajo sistema inmunológico, gripas, alergias, problemas de tiroides y cáncer entre otras. Todas estas patologías físicas y psicológicas, no solo se presentan en los lugares de trabajo, sino también por desgracia en nuestros propios hogares.

Estamos rodeados de innumerables fuentes naturales de radiación como los rayos cósmicos, la radioactividad, el flujo magnético terrestre y hechos cotidianos como la luz solar. En este último siglo el hombre ha creado mediante la tecnología innumerables fuentes artificiales, desde las ondas de radio, pasando por la iluminación, hasta los más avanzados sistemas de comunicación mediante microondas como celulares, televisores, computadores, tabletas iPad, microondas, neveras, entre muchos otros.

Existen dos tipos de radiaciones a las cuales estamos expuestos: la primera es la radiación ionizante, que contiene suficiente energía electromagnética para alterar las reacciones químicas, convirtiendo las moléculas parcial o totalmente en iones, es decir puede aumentar o disminuir la carga de electrones respecto a una molécula neutra. Por lo general los Rayos X y Gamma, son los tipos de emisión más comunes. Por otra parte, está la radiación no ionizante de baja energía, que no es capaz de ionizar la materia con la que interactúa y está clasificada en dos grupos: A. la radicación electromagnética (líneas de corriente eléctrica o campos eléctricos estáticos, ondas de radiofrecuencia utilizada por las emisoras de radio, las microondas de los electrodomésticos y telecomunicaciones ) y B. la radiación óptica (rayos infrarrojos, luz visible y radiación ultra violeta).

Se conocen tres tipos de efectos de las radiaciones no ionizantes. El primero es el efecto térmico: cuando la energía electromagnética causa un aumento prudencial en la temperatura de la persona, siendo los órganos más afectados el humor vítreo del ojo, el cristalino, el hígado, el páncreas, los ganglios linfáticos, el estómago, la vejiga y la vesícula biliar. Posteriormente están los efectos no térmicos, donde la acción acumulativa de este tipo de radiación no ionizante se da principalmente en personas que han trabajado cinco años o más con equipos de radiolocalización, alterando la actividad cerebral (atención, concentración y memorización). Por último los efecto atérmicos, son inducciones de corriente eléctrica que sobre estimulan las células nerviosas y musculares produciendo sobrecargas de electro-estrés, alterando los funciones físicas, emocionales y neuronales de las personas expuestas.

En la actualidad, existen plataformas cibernéticas programadas para reinvertir y corregir las frecuencias alteradas, por frecuencias reprogramadas, con el fin de restituir la armonía y el equilibrio energético, como es el caso del software Trascendenz/Q. Los asesorados se benefician rápidamente de la descontaminación de sus cargas electromagnéticas, a través de este programa orientado a la prevención de la salud física, equilibrio y sincronización emocional y mental, junto con la conexión interior para un despertar espiritual. A continuación, algunas recomendaciones:

 Bajas Frecuencias:

– Procure evitar aparatos eléctricos o cableado eléctrico cercano al cabezal de su cama.

– No trabaje con computadores portátiles o tabletas sobre su cuerpo, durante periodos prolongados, más aun si están conectados a la red inalámbrica.

– No deje que sus hijos se aproximen en exceso al televisor y evite tiempos extensos en lugares como la cocina donde hay aparatos de gran consumo energético (microondas, neveras, hornos eléctricos o electrodomésticos).

– Camine descalzo por algunos minutos para polarizar su carga eléctrica.

– Procure tener mascotas como gatos, perros o peces que son pararrayos biológicos.

– Mantenga un ambiente de música relajante o clásica, con intensidades medias de luz.

– Aprenda a meditar y a tener una vida interior menos dependiente de los estímulos tecnológicos externos.

– Disponga de más tiempo para usted mismo, alimentando su espíritu con libros y publicaciones de desarrollo personal.

– Es importante tener en la casa o apartamento, una adecuada toma de tierra o polo a tierra, con el fin de reducir la contaminación por campos eléctricos.

– Si va a comprar vivienda evite la cercanía extrema de torres de alta tensión o transformadores, y si vive cerca de alguno de estos generadores electromagnéticos lo mejor es considerar mudarse a un lugar más sano.

Alta Frecuencia:

– Intente no abusar del uso del teléfono móvil. Mire opciones como el uso de un manos libres, para que las ondas no entren en contacto directo con su cara.

– No deje encendido todo el día el WIFI de su Router. La mejor recomendación es que sustituya el acceso inalámbrico, mediante cable de red, o bien un PLC que le permita usar su propia red eléctrica y enchufes como red local.

– Observe bien su entorno, antes de adquirir una vivienda donde a pocos metros encuentre antenas repetidoras de telefonía móvil o radares.

Por: Armando Martí – Life Coach y Mental Trainer. 

http://www.armandomarti.com

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Armando Marti
Armando Marti

Periodista, Escritor y Coach de Vida


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