Una Consulta con Armando Martí: La sanación espiritual

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Hace un tiempo escribí un Manual de Diagnóstico Radiestésico a través del péndulo, un objeto pesado suspendido por un hilo que tiene movimientos oscilatorios y giratorios, detectando los desequilibrios energéticos del consultante. También se utiliza para la búsqueda de personas, la localización de corrientes o yacimientos de aguas subterráneas, el diagnóstico de enfermedades físicas y emocionales e incluso para la toma de decisiones personales. Los movimientos del péndulo se deben a que vivimos en un medio compuesto de energías tanto positivas como negativas, y su función es captar estas energías e interpretarlas mediante los códigos establecidos entre la mente consciente y subconsciente de las personas. Es así como el cerebro emite energía, la cual se sintoniza con la respuesta buscada y el radiestesista detecta estas vibraciones a través de su sistema nervioso provocando el movimiento del péndulo.

El resultado de este método por increíble que parezca es casi siempre acertado. Por eso hoy, quiero compartir con ustedes apartes del Manual de Radiestesia, que utilizo en algunas de mis consultas desde hace más de 25 años. En la introducción de esta obra, existen unas importantes páginas que pretenden sincronizar la energía física, mental, emocional y espiritual del asesorado, quien debe leerlo en voz alta para concientizarse de que sin la ayuda espiritual no es posible su recuperación, transformando así los desequilibrios psico-bioenergéticos en salud integral:

Aprende a Sanarte

Mi muy querido amigo(a) … estás en un momento muy importante de tu vida … has enfermado … Ha caído tu orgullo y con la cabeza baja, estás aprendiendo una lección hacia la trascendencia. El error de haber quebrantado leyes naturales, espirituales y cósmicas te obligan a pagar un precio. Debes recobrarte rápidamente con la energía que aún te queda, fortificándola con la fe y la esperanza de un pronto alivio. De la mano de Dios, te ayudaré a energizar la parte física, equilibrar la mente y vivificar el alma para emprender el camino de la evolución transformativa. Te debilitaste al olvidar conectar tu espíritu con la armonía y el amor universal. El orgullo y la soberbia te hicieron creer que a través del ego podías manejarlo todo tú solo. Esas equivocadas creencias y programaciones mentales, son las causantes en gran parte, de tu situación actual.

Así como tomaste un tiempo para enfermar, tendrás que tomar un tiempo para sanar. Tuviste momentos de libertinaje y descontrol, sobrepasaste tus propios límites e instintos y ahora con disciplina y orden deberás volver a ser dueño de ti mismo, renaciendo a una nuevo vida. De este cambio interior depende la recuperación integral de tu salud, sólo desde la voluntad y firmeza será posible que tu sanación no sea temporal sino duradera, con el fin de expandir el tiempo para cumplir en esta Tierra, las tareas y misiones que te fueron asignadas por tu Poder Superior. Recuerda que eres un ser en proceso de evolución y cambio, que al reconocer sus errores podrá romper las cadenas de la enfermedad, recuperando las alas liberadoras para regresar a su equilibrio y esencia.

Aplica con humildad y entusiasmo las sugerencias e indicaciones que a continuación te doy, grábalas en tu corazón y cúmplelas, no decaigas en tu empeño porque más pronto de lo que crees volverás a sonreír, valorando las cosas que la vida te ha regalado, por eso levanta tu cabeza y empieza a escalar esa montaña. Al llegar a la cima vas a respirar mejor, te sentirás triunfante y vital, encontrándote a ti mismo y experimentando el amor que desde siempre Dios ha guardado para ti.

1. Dedica parte del día para meditar, orar y estar contigo mismo. Controla tus instintos e impulsos agresivos para tener una vida limpia y clara. No busques más excusas y escapes en el alcohol, las drogas, el sexo, el trabajo excesivo, la ambición desmedida, el culto al dinero, prestigio y poder, la ira, la envidia, los celos y las dependencias afectivas.

2. Emplea técnicas y métodos para relajarte. Vive de instante en instante, sin preocuparte excesivamente por el mañana. Tómate un tiempo para la acción y la tensión, y otro tiempo para el descanso, la quietud y la recreación. Nunca alteres este ritmo, busca el sosiego sin dejar que nada ni nadie perturbe tu serenidad y escucha las alarmas que por medio de tu cuerpo, te producen sobrecargas de estrés. Ve despacio por la vida, haciendo una sola cosa a la vez.

3. Tu comida moderada. Bebe mucha agua fresca, consume ricas frutas y vegetales saludables. Respira aire limpio para producir pensamientos claros y positivos, erradicando en lo posible toda vibración negativa de tu vida.

4. Encuentra espacios para escuchar música suave y realizar acciones bondadosas. Recuerda que la paz no tiene precio y es la que te cura de toda enfermedad. Goza de la lectura de un buen libro, pues eso ayuda a activar y conectar las neuronas del cerebro. Disfruta del arte, la poesía, el cine y el teatro, así como también del contacto con la naturaleza, caminando descalzo por la hierba fresca y escuchando los trinos de los pájaros junto con el sonido del agua en el mar, los ríos y manantiales.

5. Reposa tu mente en la contemplación de la vida y en las enseñanzas de Jesús el gran maestro de maestros, del amor y la emoción, junto con otros seres espirituales y ascendidos que nos han dejado como ejemplo sus vidas santificadas.

6. Proyecta este ejemplo de vida a los vecinos en tu ciudad, departamento y país, para que vibremos todos en armonía. Recuerda que las cosas sencillas de la vida, en el fondo son las más grandes.

7. Pide iluminación en tus oraciones diarias por cada uno de tus seres queridos y la humanidad, para que sus acciones estén encaminadas hacia la sanación integral e iluminadas con la luz rosa del amor y el rayo violeta de la intuición, unificando el eterno equilibrio de dar y recibir.

8. Doblega tu ego e ironía, aprendiendo a pedir ayuda espiritual para aceptar que si no logras perdonarte a ti mismo y perdonar a los demás, el resentimiento interno que intoxica tu alma no te permitirá tener una verdadera sanación. Tu solo no puedes recuperarte, Dios es el que hace el milagro de cambiar tus malestares y dolencias por bienestar, vitalidad y seguridad.

Te reitero que únicamente así podrás retornar a esa fuerza trascendente que rige el Universo, transformando la nostalgia, la tristeza y la confusión de tu interior, al entender que más allá de esta vida temporal, está una vida eterna cuya fuerza es el amor de nuestro Padre Celestial.

Por: Armando Martí, Life Coach y Mental Trainer 

http://www.armandomarti.com

 

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Armando Marti
Armando Marti

Periodista, Escritor y Coach de Vida


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