¿A dónde quedó la Ética de este país?

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Por Luis Guillermo Echeverri Vélez

Sin duda elegimos al hombre que mejor le calza a la legalidad y al emprendimiento, en función de mayor equidad. Pero nos dejaron el carro varado y entre todos tenemos que ocuparnos de repararlo y echarlo a andar.

¡Ahora! No mañana ni pasado. Es el momento en que cada colombiano tiene que aportar sus propios esfuerzos y cumplir con el deber patrio y democrático que le obliga al recibir derechos, para que podamos restaurar el pacto social en un ámbito de legalidad, seguridad y justicia como formas conseguir una mejor convivencia y una estabilización en el camino del progreso y el desarrollo social.

Hay que dejar atrás el tema de los acuerdos y entender que ya debemos todos ser ciudadanos de igual derecho y condición frente a la ley y a los demás. No más gabelas a los delincuentes; el que la hizo que la pague y listo.

Hay que dejar atrás el tema de los acuerdos y entender que ya debemos todos ser ciudadanos de igual derecho y condición frente a la ley y a los demás. No más gabelas a los delincuentes; el que la hizo que la pague y listo.

No podemos seguir en la misma retórica narrativa perversa de Los Santos que no son santos; ni volcándole incienso a los acuerdos con criminales que hoy están de nuevo de huida de la justicia y rearmándose para continuar violando derechos humanos y valiéndose del terrorismo para seguir medrando del narcotráfico y envenenando nuestra juventud con el micro tráfico.

Mientras las personas de bien sobrevivimos entre un ciclón de inseguridad, y narcotráfico sin precedentes, parlan y hablan, especulan y babosean, locutores, reporteros y filósofos Mamertos, dirigentes gremiales, ex presidentes, ex ministros y ex pendejos, especulando sobre la guerra y la Paz, el posconflicto y el conflicto de 50 años que nunca sufrieron en cuerpo propio, como si lo ha sufrido el campesinado, y repiten y repiten la JEP; la JEP y la verdad ni siquiera saben de lo que hablan.

Sí. No saben de lo que hablan. Comentan de todo sobre la Justicia Especial para La Paz como si fuera el último descubrimiento de la ciencia para la salud humana; repiten JEP como loros mojados; especulan sobre las bondades de la JEP haciéndole coro y eco, en tinta, tele y radio a la cremosa y adornada burocracia  internacional que maneja la misión de la ONU; y entre tanto la realidad de la pisoteada ética colombiana es acechada por los lobos que viven de mantener la injusticia, mientras merodean los gallinazos corruptos, las hienas mamertas y los cuervos sociales, pendientes de cuando se descuida la vaca parida para atacar a picotazo y mordida, al indefenso ternero recién nacido.

La JEP después de que ganó el NO, legalmente perdió todo hacedero ético, moral y jurídico.

Señores, la justicia universalmente sólo puede ser una: La justa. No puede haber dos justicias paralelas y menos una cuestionada y la otra, también.

El pueblo dijo NO desde Octubre 2 de 2016, dijo no querer un pacto con el mal, ni un mecanismo inquisidor; pero los falsos apóstoles de La Paz y su corte perversa siguen desplazando la vendida justicia ordinaria, buscando hacer sacrificios públicos de instituciones, gremios industriosos, civiles y militares, para generar escarmiento social y una falsa y acomoda versión de la cruda verdad histórica.

¿Ahora son los Mamertos burgueses que llevan la vida entera en la burbuja de la universidad pública y sus áulicos en los radio-juzgados de la mañana, quienes van a redefinir lo que paso aquí desde que la guerrilla se encontró con las mieles del narcotráfico?

Solo aquí en el país del sagrado corazón, la justicia se vende tan bajo y se convierte entonces todo en un caos en el cual, personajes oscuros dedicados a la difamación propia del amarillismo mediático y la apología del delito compiten por la fama de verdaderos patriotas y héroes nacionales como el ex presidente Álvaro Uribe Vélez.

En un país lógico, en una verdadera democracia no anárquica, ya no podría existir una justicia paralela disfrazada de mecanismo transicional para seguir envenenando mentes ingenuas con ideologías llamadas a recoger.

Por lo demás las Justicias transicionales son un mecanismo (ej. los jueces sin rostro) para defender al administrador de justicia (jueces y cortes) del poder macabro del crimen organizado y no para defender a los criminales del peso de la justicia y llevar a la hoguera pública la honorabilidad hecha hilachas de chivos expiatorios para poder, los Mamertos y corruptos que le tienden la cama a un totalitarismo como el de Venezuela, generarle escarmiento al sistema de libertades.

Cuando ganó el NO, ganó la legalidad y ganó el deber ser, las libertades, el pacto social y la estructura moral de la sociedad; pero nos dejaron montados a pelo en un muleto cerrero y sin freno; en un mecanismo de inquisición moderna al mejor estilo siglo XXI del proyecto Bolivariano y de una izquierda española y europea que no sé por qué diablos tiene que venir fuera de sus fronteras a experimentar socialmente con la ilegalidad, a hacer ensayos de falsa ética con nuestra sociedad como si fuéramos los ratones de su laboratorio ideológico.

A Colombia la vendieron con todo y su Constitución política, en una prendería de quinta categoría de La Habana y luego se jugaron a dados el presupuesto nacional entre los hermanos Santos y Castro, Chávez, Maduro y las FARC-EP- ELN y sus monaguillos Roy, Benedetti, Jaramillo, De la Calle, Naranjo, Mora, Leyva y el gordo Villegas vendedor de libertades ajenas, el tonto Pearl, Lizcano, Serpa, Robledo y demás figurines del combo ese.

A Colombia la vendieron con todo y su Constitución política, en una prendería de quinta categoría de La Habana y luego se jugaron a dados el presupuesto nacional entre los hermanos Santos y Castro…

Démonos cuenta del gran engaño, de que ya en el mundo y la era del conocimiento donde los jóvenes codifican genéticamente, no va más su dialéctica de Guerra vs Paz; de Conflicto Armado vs Delincuencia organizada, aplazada en armas contra el Estado de derecho y la democracia; de Estatus de beligerancia vs actividades criminales y violaciones de derechos humanos contra ciudadanos inocentes e indefensos; de Derecho de Rebelión vs atentados terroristas contra el estado democrático la sociedad y las personas; y de conexidad delictiva tras una falsa máscara ideológica vs crímenes de sangre de lesa humanidad que nunca deben prescribir, ni perdonarse sin una pena de entidad superior.

Aquí el tema no es de derechas ni de izquierda. Aquí el tema es de asumir una narrativa y una actitud progresista, de dejar de mamar y silbar al mismo tiempo, porque nos vamos a atragantar de falsa paz y no vamos a resolver nada, porque eso es lo que conviene.

Trabajemos de la mano del presidente Duque, todos con ética fuerte y sólida, con convicción por la legalidad y el emprendimiento, para poder recorrer el camino progresista que nos lleve a una mayor equidad.

 

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