La Fiscal General resultó ser la más dura crítica del Gobierno de Maduro

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La fiscal general venezolana, Luisa Ortega Díaz, arreció su confrontación con el gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros, al acusar al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de agravar con su parcialidad la violenta crisis que sufre Venezuela desde hace dos meses y medio.

Ortega, confesa chavista ahora considerada “traidora” por el gobierno, impugnó ante el TSJ la designación de 33 de sus magistrados, al alegar que se produjo en un proceso “irregular”, en diciembre de 2015, por el entonces saliente Parlamento de mayoría oficialista.

En una entrevista con la emisora privada Unión Radio, Ortega Díaz explicó que se trata de una «impugnación» contra 13 jueces principales y 20 suplentes, que fueron escogidos por la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) cuando todavía el Poder Legislativo estaba bajo el control del chavismo.

«Yo no participé en ese proceso, yo advertí que ese proceso estaba mal hecho», afirmó Ortega, al explicar porque se negó a firmar el acta de designación de estos magistrados y cómo esto «vicia» el proceso en sí.

“La falta de legitimidad de esos magistrados es lo que afecta su idoneidad, su imparcialidad; es, sin duda, un factor que ha contribuido a que el TSJ no dé soluciones efectivas al país, sino por el contrario lo que se encarga es de acelerar la crisis”, declaró la fiscal.

–Fueron nombrados a la carrera y deben ser removidos–

Recordemos que en una maratónica sesión extraordinaria, en víspera de la Navidad de 2015, la Asamblea Nacional -que era dominada por el oficialismo- nombró y juramentó a 13 magistrados titulares (de un total de 32) y 20 suplentes, días antes de que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tomara el control legislativo.

Ortega subrayó que los 33 jueces impugnados deberán inhibirse de esta causa y advirtió de que, en caso contrario, les recusará.

«Yo creo que por la salud del país ellos deberían ser desincorporados», insistió y agregó que el Poder Judicial debería convocar de manera inmediata a nuevos magistrados aunque no especificó cómo.

La oposición siempre ha acusado a esa corte de servir a Maduro, pero los señalamientos de la fiscal profundizan no solo las fracturas del chavismo, sino también la crisis institucional desencadenada luego de que la MUD lograra una aplastante mayoría parlamentaria y rompiera 18 años de hegemonía oficialista.

–La más dura crítica del Gobierno de Maduro–

Ortega, abogada de 59 años, se convierte en la más dura crítica del gobierno, mientras Maduro enfrenta protestas que exigen su salida del poder y dejan 66 muertos.

Manifestantes encapuchados incendiaron parcialmente este lunes un edificio administrativo del TSJ, en Chacao, este de Caracas, bastión opositor, epicento de violentos disturbios.

El Parlamento discutirá un procedimiento para designar nuevos magistrados del TSJ; al tiempo que dirigentes opositores convocaron a volver a las calles.

– “Inepta e incapaz” –

La fiscal se distanció de Maduro desde que el 31 de marzo consideró una “ruptura del orden constitucional” un fallo con el cual el TSJ se adjudicó las funciones del Parlamento. Esa fue la chispa que encendió las protestas.

La impugnación de los magistrados la presentó después de que el TSJ declarara “inadmisible” un recurso de nulidad que interpuso en días pasados contra una Asamblea Constituyente convocada por Maduro.

El TSJ argumentó que el recurso contenía una “inepta acumulación de pretensiones” y frenó así una movilización de venezolanos que, convocados por la MUD, pretendían adherirse a esa solicitud.

Unos 200 seguidores del gobierno y opositores intercambiaron insultos y golpes en los alrededores del TSJ, aunque los accesos habían sido bloqueados por militares.

“No quieren que el pueblo se manifieste contra la Constituyente, que se vea la cantidad de gente que la rechaza”, declaró a la agencia AFP la manifestante María Rodríguez.

Según una encuesta de Datanálisis, 85% de los venezolanos rechaza modificar la Constitución de 1999.

La sentencia “despeja toda duda sobre ausencia de remedios judiciales” a la crisis, opinó el constitucionalista José Ignacio Hernández.

“Inepta significa que es incapaz”, dijo irónicamente el poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello, candidato a la Constituyente.

– “Amenazas” –

Ortega rechaza la Constituyente al considerar que su convocatoria y la definición del sistema de elección de sus 545 asambleístas no son potestad de Maduro y que el mandatario debió consultar a los venezolanos en referendo, como hizo el expresidente Hugo Chávez -fallecido en 2013- con la Carta Magna de 1999.

En abierto desafío a Maduro, la fiscal, a quien apoyan figuras del chavismo disidente, llamó a la población a oponerse.

Ortega denunció, en su entrevista radial, que ella y sus familiares han sido víctimas de amenazas telefónicas y acoso, y responsabilizó al Estado de lo que “pueda pasar”.

Según un documento difundido por el Ministerio Público, fiscales y procuradores generales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, España, Guatemala, Panamá, Paraguay, Portugal y Uruguay expresaron “profunda preocupación” por “actos de hostigamiento” contra Ortega.

Maduro aseguró que la fiscal pasó a ser “líder de opinión de los sectores opositores” a la Constituyente.

“La conducta del gobierno hacia la fiscal sigue subiendo el volumen para que la comunidad internacional termine de entender la gravedad de la crisis venezolana”, aseguró el líder opositor Henrique Capriles.

La MUD descartó participar en la Constituyente al considerarla un “fraude” con la que Maduro pretende hacer una Carta Magna “a la cubana” para perpetuarse en el poder.

Altos funcionarios han dicho que, una vez elegida el 30 de julio, será un “suprapoder” y que entre sus primeras tareas estará destituir a la fiscal.

– “Más calle” –

Ortega rechaza la Constituyente, al considerar que su convocatoria y la definición del sistema de elección de los asambleístas (545) no son potestad de Maduro sino de los venezolanos consultados en referendo, como hizo el presidente Hugo Chávez -fallecido en 2013-, con la Carta Magna de 1999.

En un abierto desafío a Maduro, la fiscal, a quien apoyan figuras del chavismo disidente, llamó entonces a la población a oponerse a la Constituyente.

Mencionándola por primera vez por su nombre, el presidente socialista aseguró que la fiscal se convirtió “en la líder de opinión de los sectores opositores” a la Constituyente.

“La conducta del gobierno hacia la fiscal sigue subiendo el volumen para que la comunidad internacional termine de entender la gravedad de la crisis venezolana”, aseguró el líder opositor Henrique Capriles, tras prometer más manifestaciones.

La MUD descartó participar en la Constituyente al considerarla un “fraude” con el que -asegura- el chavismo pretende hacer una Carta Magna “a la cubana” para perpetuarse en el poder.

La oposición sostiene que el chavismo busca asumir el control de la Asamblea Constituyente porque será un “suprapoder” una vez sea elegida el 30 de julio. Según oficialistas, entre sus primeras tareas estará destituir a la fiscal.

Tomado de lapatilla.com, la agencia AFP e informe21.com

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