La policía británica permitió la violación de 1.000 niñas pobres por parte de árabes

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En la nueva villa inglesa de Telford, los abusos contra menores británicas blancas sucedieron durante décadas, sin que nadie hiciera nada, porque las autoridades no querían parecer racistas ante los musulmanes. Las bandas de delincuentes paquistaníes las hacían pasar como prostitutas sin serlo. 

«Odiaba lo que estaba pasando y mis violadores hacían que mi piel se pusiera de gallina, pero me dijeron que si decía una palabra a alguien irían a por mis hermanas pequeñas y le dirían a mi madre que era una puta»,  confiesa una chica que sufrió los abusos desde que tenía 14 años. Un caso que ha conmocionado a Telford, nueva villa inglesa.

«Noche tras noche fui obligada a tener sexo con múltiples hombres en asquerosos restaurantes de comida para llevar y casas sucias. Durante un tiempo estuve pidiendo la píldora del día después en una clínica local al menos dos veces por semana, pero nadie me preguntó nada. Me quedé embarazada dos veces y tuve dos abortos. Horas después del segundo aborto, uno de ellos me llevó para que me violaran otra vez. El peor momento fue cuando justo después de cumplir 16 cuando me drogaron y me violaron un grupo cinco hombres. Días después, el jefe de la banda apareció por casa y me dijo que la quemaría si decía algo de lo que había pasado», reveló.

Era una amenaza a tener en cuenta, porque ya había sucedido. En el año 2000, Azhar Ali Mehmood quemó la casa donde vivía Lucy Lowe, que tenía 16 años y de la que llevaba abusando más de dos años. Lucy llegó a dar a luz a un hijo de ambos concebido en 1997 cuando ella sólo tenía catorce años. En el inciendo murieron ella, su hermana Sarah, de 17 años, y su madre Eileen. Mehmood fue encarcelado por el crimen, pero nunca fue arrestado ni acusado por su relación con la menor, pese a ser diez años mayor que la víctima.

Según otras víctimas, el asesinato sirvió como advertencia para otras niñas. Una de ellas, drogada y violada en grupo por nueve hombres dos años después, confesó que las amenazas la llevaron a intentar suicidarse: «Tenía miedo de que mi familia muriera como la de Lucy. Pensé que la única forma de que estuvieran seguros era matándome».

En 2002, Beck Watson (de 13 años) murió en un accidente automovilístico que fue calificado en ese momento por las autoridades como una broma que salió mal. Según revelan sus diarios, Watson llevaba siendo violada desde que tenía once años. Su madre afirma que le dijo a la policía lo que su hija estaba padeciendo e incluso les facilitó una lista de sospechosos: «Las niñas como Beck fueron tratadas como delincuentes. Estaba pidiendo ayuda a gritos pero sentí que no tenía ningún sitio al que acudir. Si hubieran investigado lo de Beck entonces podrían haber salvado a muchas otras chicas de pasar por ese infierno».

Vicky Round, una amiga de Beck Watson, sufrió abusos de la misma banda de hombres árabes que la volvió adicta a la droga del crack cuando tenía 13 años y a la heroína cuando tenía 14. Murió por las drogas a los 20 años y su hermana Emma está convencida de que seguiría viva de no haber sido por ellos: «Pese a lo que le hicieron siguen caminando libres por nuestras calles».

Pasó una década para hacer justicia en Rotherham

Las calles de Rotherham fueron testigos de esos humillantes casos.

Al igual que pasó en Rotherham (Ingleterra), donde muchas violaciones de menores por parte de paquistaníes quedaron en la impunidad porque las autoridades no querían parecer racistas, los abusos en en varios lugares del Reino Unido llevaban mucho tiempo, porque los primeros casos datan de 1981. Recordemos que en Rotherham las investigaciones comenzaron en 2014 y ya produjo las primera condenas por violaciones a, por lo menos, 1.400 niñas, la mayoría procedentes de familias británicas blancas y pobres.

Y al igual que en esa época, los documentos indican que las autoridades inglesas sabían del problema mucho antes de empezar a investigarlo oficialmente, en parte por no querer ser racistas con los violadores de «la comunidad asiática», término habitual para referirse a musulmanes paquistaníes que ha llevado a portavoces de las comunidades hindúes y sikh a protestar por esas palabras, al considerar que su uso les mete en el mismo saco. Un caso similar al de Rotherham, a menor escala, sucedió en Rochdale, localidad del área metropolitana de Manchester, en Inglaterra.

Telford vivió la crueldad de las bandas musulmanas de explotación sexual de menores.

La profesora Liz Kelly, que colaboró con el informe que sacó a la luz el escándalo de Rotherham, estimó que las víctimas en Telford rondan el millar, una cifra menor que la de entonces, pero en una ciudad más pequeña, de sólo 170.000 habitantes, cerca de Birmingham. Los trabajadores sociales sabían lo que pasaba desde finales de los años 90, pero la policía no empezó a moverse hasta 2009. Pese a identificar una banda de 200 criminales bajo la llamada Operación Chalice, sólo encontró pruebas para encarcelar a siete de ellos en 2012: los hermanos Ahdel y Mubarek Ali, Mohammed Ali Sultan, Tanveer Ahmed, Mohammed Islam Choudhrey, Mahroof Khan y Mohammed Younis. Los funcionarios policiales erradamente describían a las menores víctimas como «prostitutas» y no hicieron nada por miedo a parecer racistas.

Lucy Alla, parlamentaria conservadora británica, que defiende los derechos de la menores violadas.

Pese a dicha operación de las autoridades, no está claro que la actitud de las autoridades haya cambiado mucho. El capellán de la policía local, Keith Osmund-Smith, fue suspendido durante un año tras declarar en 2016 que dudaba que los agentes hicieran algo con toda la información que se les pasaba. Recientemente comenzaron a investigar un caso tras cinco denuncias, hasta que intervino la parlamentaria de Telford, la conservadora Lucy Allan, que está pidiendo una investigación independiente similar a la realizada en Rotherham, dada la magnitud y la gravedad del caso. Su solicitud la hizo en 2016, pero las autoridades locales convencieron al Secretario de Interior de Inglaterra que no era necesario… La impunidad parece rondar el escabroso caso de las niñas violadas por ciudadanos árabes en el Reino Unido.

Tomado de libertaddigital.com

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