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¿Quién diría hace apenas un año que las ventas de tablets caerían hasta una mínima expresión en Colombia? Realmente la única persona que vaticinó esto fue el ex CEO de Blackberry, Thorsten Heins, antes de ser despedido, lo dejó claro: “las tablets van a pasar a la historia, nadie va a utilizarlas”, algo que sorprendió a propios y extraños, pero que a día de hoy podemos decir que tenía absoluta razón en sus palabras.
Quisiera analizar qué es lo que ha pasado con este producto en estos últimos 12 meses:
La primera razón de dicha caída, fue el Mundial de Brasil 2014, no piensen que digo locuras, las grandes cadenas de almacenes, como era lógico, invirtieron gran parte de sus compras en Televisores de todo tipo: LED, 3D, SMART TV, etc… esto frenó la venta de tablets de inmediato.
La segunda pieza importante de este proceso, antes y durante el Mundial, las personas invirtieron en comida y bebida, tanto en restaurantes, cafés, bares como para consumir en su casa y poder disfrutar de los partidos en familia.
El dinero no es infinito y estas fueron las necesidades del consumidor colombiano durante meses anteriores a dicho Mundial y hasta la eliminación de la selección Colombia, precisamente a manos del local Brasil.
Lo que pasó después era lógico, desánimo y depresión post mundial, es decir consumo en caída en picada, salvo los productos y servicios esenciales.
Pero aún hay más, la subida del dólar. Esta variable afecta principalmente en el costo de las importaciones, y lógicamente, el 90% de las tablets que se consumieron en el país fueron importadas. Esto significaba que si bien no se podía subir el PVP, si se tuvo que disminuir los márgenes que tanto grandes superficies como fabricantes necesitábamos, por lo que se decidió invertir en productos con menos riesgo financiero y menos inversión, para que retornase a cada compañía un mayor margen y beneficio.
Entre estos productos encontramos los accesorios de pc, tablets, smartphones y audio. Claro al haber menos dispositivos y menos variedad, esto influyó directamente en las exposiciones en puntos de venta y por lo tanto en las ventas al consumidor final.
Por último y no menos importante, podemos comentar que hubo muchas “primeras compras inútiles o insatisfactorias”, me explico, con el afán de tener una valiosa tablet en las manos, para cualquier persona independiente de la necesidad y del estrato social, era fundamental disponer de dicho dispositivo por un tema social. Pero la experiencia en muchos casos no fue satisfactoria, bien por no saber utilizar dicho dispositivo, bien porque se estropearon al ser de primer precio y de mala calidad o bien porque su uso se limitó a hacer fotografias y visitar redes sociales, lo que llevó a decidir no comprar una tablet en la segunda ocasión sino en invertir en un producto más utilizable y necesario: los smartphones (teléfonos móviles inteligentes) o phablets (tabletas con teléfonos), pero esto ya es otra historia…
Por Javier Reviriego
Empresario experto en tecnología
