Abelardo De La Espriella

Cinismo presidencial

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Por: Abelardo De La Espriella.

abdelaespriella@lawyersenterprise.com

La propuesta de reforma a la justicia, ideada por el gobierno nacional y planteada por el Procurador General para hacerle el cuarto a Santos, es otra muestra de lo caradura que puede llegar a ser el primer mandatario de los colombianos. Hablar, a estas alturas del paseo, de un referéndum liderado por Santos, para acabar con los vicios de la justicia, es tanto como dejar cuidando una guardería a Garavito, el violador y asesino de niños. Santos se cree más vivo que todo el mundo y, por su “desconexión” con el mundo real, considera que el pueblo es tonto y desinformado.

Presidente, ¿acaso cree que se nos olvidó que durante cuatro años y medio tuvo a sus servicios un par de sicarios judiciales que la sociedad colombiana abomina y desprecia tanto como a usted, y se lo digo con nombre propio para que no haya lugar a dudas: Eduardo Montealegre y Jorge Perdomo?, ¿los mismos que articularon (por solo dar un ejemplo) el montaje del hacker Sepúlveda, para robarle la presidencia a Oscar Iván Zuluaga? No hay delincuente más avieso que el funcionario judicial que desconoce la ley para perseguir a un ciudadano; si lo sabrán el dúo dinámico de “Batman Montealegre” y “Robin Perdomo”, especialistas en “pasteles” e intereses torvos, como los buenos tracaleros que son.

Montealegre y Perdomo también hacen parte (a nivel directivo) de la Bacrim judicial que usted patrocinó y aupó, de la mano de cancerberos de vieja data suyos, como Leonidas Bustos, Camilo Tarquino y Francisco Ricaurte. No nos venga ahora con el cuento de una reforma a la justicia, porque, gracias a sus “buenos oficios”, ese leviatán de la corrupción adquirió dimensiones épicas e hizo metástasis hasta los cimientos del palacio de justica. La vergüenza hoy se viste de toga, lo es en gran medida gracias a que el presidente prostituyó, a través de puestos y contratos, a fiscales y magistrados, al mejor estilo de la mafia.

Un referéndum requiere un amplio respaldo nacional, del cual el actual gobierno carece por completo. El mecanismo idóneo para la reforma estructural que pide a gritos la justicia es una Asamblea Nacional Constituyente, que habrá de convocarse el segundo semestre del próximo año, cuando la horrible noche haya cesado. El desbarajuste institucional que hoy padece la Republica no se sofoca con paños de agua tibia. El Gobierno, al plantear el tal referéndum, lo que pretende es lanzar una cortina de humo sobre los graves escándalos de corrupción que involucran a los más impolutos y cercanos funcionarios de Santos, así como también invisibilizar la oscura financiación de la reelección. Sigue el presidente creyendo que de imbéciles está poblada la Patria.

No importa que los grandes medios “enmermelados” toquen, por los laditos, las declaraciones de implicados en el escándalo de Odebrecht, que dan cuenta de las millonarias sumas de dinero que entraron a la campaña de Santos, vía Roberto Prieto. Al mejor estilo del inefable Samper, Santos dirá que todo fue a sus espaldas. Es imposible que el presidente no haya visto esos ríos de plata; sin embargo, él sigue hablando de transparencia y honestidad. ¿Hasta cuándo la pauta oficial seguirá comprando el silencio de los medios, ante tantos desmanes y desafueros?

¡Ya está bueno, señor presidente, sea serio! ¡Estamos hasta el cogote de su cinismo proverbial! No le comemos cuento, porque solo maldad puede esperarse de aquel que considera la traición una forma de vida.

La ñapa I: Homenaje al “Mono Jojoy”, por una parte, y, por la otra, “conferencia” de Andrés Paris en la Universidad Externado de Colombia. Esto apenas comienza: si no se integra una coalición de centro derecha para detener el avance de la izquierda, ya veremos a los miembros de las Farc en las más altas cumbres de la vida nacional.

La ñapa II: ¡Qué injusticia tan grande la que padece el coronel Hernán Mejía, héroe de la patria! Mientras él está detenido injustamente, los verdugos del pueblo posan de pacifistas.

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Abelardo De La Espriella
Abelardo De La Espriella

Abogado y Columnista


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