La Otra Cara reproduce textualmente esta crónica de Telemundo.
La ceremonia habanera en honor a las cenizas de Fidel Castro ha propiciado algunas imágenes curiosas. Una de estas ha facilitado ver en una única foto a todo el clan de la familia directa del ex mandatario fallecido el pasado 25 de noviembre de 2016.
Y resulta interesante porque incluso para un cubano más o menos informado, siempre ha sido un misterio de Estado el tema de la vida privada del Líder Máximo de la Revolución Cubana; lo que durante más de cincuenta años ha hecho, por ejemplo, que podamos encontrarnos por puro azar junto a uno de sus hijos, sin siquiera percatarnos.
Hasta ahora no se habían visto juntos en una misma foto a los cinco hijos de Castro con Dalia Soto del Valle.
En esta foto aparecen en primera línea, de derecha a izquierda, Alejandro (nacido en 1971), con una camiseta negra muy poco aconsejada para un funeral, cuando en marzo de 2015 se mostró muy bien ataviado en compañía de la celebridad Paris Hilton, durante el XVII Festival Internacional del Habano en la capital cubana.
Lo acompaña, unido de las manos, su madre, Dalia Soto del Valle, notoriamente afectada, la mujer con la que oficialmente Fidel Castro contrajo matrimonio en 1980, cuando ya todos sus hijos habían nacido y después del fallecimiento de Celia Sánchez Manduley, la compañera y asistente del comandante desde los días de guerrillero en la Sierra Maestra.
Del otro lado de Dalia aparecen Alexis Castro (1962), en camisa de mangas largas de color violeta claro, y Alexander (1963), quien ha sido relativamente conocido por su labor de fotógrafo profesional y por las imágenes edulcoradas que en los últimos diez años hizo circular de su anciano y malgastado padre.
Fue este mismo Alex quien en marzo de este año declaró a la prensa que nadie de su familia llevaría las riendas del poder en Cuba cuando su tío Raúl entregue el cargo, como lo ha repetido, en 2018.
En la segunda línea, observamos, de guayabera, a José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Partico Comunista, y uno de sus más fieles ideólogos, así como a los comandantes Guillermo García Frías y Ramiro Valdés Menéndez, personajes históricos de la entera confianza de Fidel Castro.
Junto a estos, se ve apenas el ojo y la parte derecha del rostro del hijo del Comandante llamado Ángel (1974), como mismo se llamó el patriarca de los Castro que fundó negocio y familia a inicios del siglo XX en el lejano poblado de Birán, en la provincia de Holguín.
Un poco más atrás aparece el más mediático de los cinco hijos oficiales de Fidel Castro, el mismo que descubrieron los paparazis en un yate en Turquía y Grecia, gozando de lujo y confort, y acompañado por al menos un par de escoltas mantenidos por los inestimables caudales del Consejo de Estado cubano.
Se trata de Antonio Castro Soto del Valle, Tony, (1969), médico ortopédico, especializado en asistencia al deporte, fanático del béisbol, jugador de golf con algunos premios en su haber y Vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol (IBAF por sus siglas en inglés).
Un poco más atrás, a la izquierda, observando para otro lado, aparece el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, el último de los hombres de la cuadrilla de jóvenes líderes estudiantiles que Fidel Castro tuteló desde los años ochenta; y mucho más al fondo el General Álvaro López Miera, Jefe del estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, quien desde la sombra dirige más hilos de los que en realidad el cubano de pie y el extranjero entusiasta de la revolución pueden imaginar.
Dolientes de primera y segunda categoría
Llama la atención, en este curioso funeral, en el que hubo una élite que se reunió alrededor de una urna de madera preciosa mientras la gran masa pasaba por delante de una foto de Fidel Castro, la indumentaria de algunos de sus familiares, quienes en algunos casos parecen pretender una sencillez que colinda con la barbarie estética.
Por lo demás, no aparece en la imagen el General Raúl Castro, como tampoco Juanita Castro Ruz, la hermana exiliada, la de menor edad, quien desde su retiro en la ciudad de Miami ratificó con tranquilidad su dolor ante la muerte de su hermano mayor, su comprensión por quienes desde esta costa de la Florida celebraban el supuesto fin de una era, y su decisión de no viajar a La Habana.
Tampoco aparece en la foto el primogénito del clan Castro I, el célebre Fidelito (1949), fruto del primer matrimonio del guerrillero (1948-1955) con Mirta Díaz Balart, quien desde inicios de la Revolución vive en Madrid, donde fundó otra familia.
Desde hace más de treinta años, Fidelito es una figura prominente en el mundo científico nacional, en el área de la física nuclear.
Tampoco estaba Alina Fernández, la hija que Fidel tuvo en 1956 con la hermosa actriz de televisión y eterna fidelista Natalia ‘Naty’ Revuelta.
Fue esta Alina quien en 1993 se hizo célebre por su fuga misteriosa por el aeropuerto de La Habana, su instalación en la demonizada Miami y la posterior publicación de su libro de memorias La hija de Castro: memorias del exilio de Cuba.
Hasta el momento de la redacción de esta nota, Alina no había concedido ninguna entrevista a la prensa.
Según los estudiosos del tema, Fidel Castro tuvo además otros dos hijos extramatrimoniales: Jorge Ángel Castro Laborde (1956) y Francisca ‘Panchita’ Pupo (también 1956). Al parecer, esta última emigró a Estados Unidos con su esposo en 1999.
Si nos guiamos por la investigación llevada a cabo por la periodista Ann Louise Bardach para su libro «Without Fidel» (2009), el ex mandatario habría tenido en total once hijos; si bien otros medios hablan de diez.
Hasta aquí lo que arrojan las escasas fotos del clan Castro I según la ceremonia habanera. Esperemos a ver qué nos depara el destino, en cuanto a imágenes, cuando el próximo domingo se cierre este ciclo luctuoso oficial en Santiago de Cuba.
