Su secuestro a manos de las Farc le costó el cargo al General del Ejército Rubén Darío Alzate, pues se convirtió en el primer alto oficial de esa fuerza que fue raptado por la guerrilla en 50 años. El destacado uniformado le informó a los colombianos, con la voz temblorosa y vestido de gala, que solicitó su baja del servicio militar activo, luego de 33 años de labores, porque con su acción afectó el honor militar.
“Agradezco al Hacedor haberme permitido portar el uniforme. Por mi honor militar, como primera virtud del soldado que he respetado sirviendo por más de 33 años de entrega a nuestra patria, y por el amor y respeto a nuestra institución militar, que por este hecho se ha visto afectada, he solicitado al Gobierno Nacional el retiro de mi servicio activo”, dijo Alzate a la opinión pública.
Recordemos que Alzate fue secuestrado cuando andaba de civil, sin armas y sin escoltas por integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) el pasado 16 de noviembre en la población de Las Mercedes, en el departamento del Chocó, junto con la abogada Gloria Urrego y el Cabo Primero Jorge Rodríguez. La subversión lo liberó a todos el pasado domingo en las selvas chocoanas y los entregó a una comisión humanitaria compuesta por la Cruz Roja Internacional y miembros de los países garantes Cuba y Noruega.
El oficial afirmó en rueda de prensa que esa noche de este lunes, que viajó a Las Mercedes, lo hizo con el fin de continuar desarrollando un proyecto de generación de energía alternativa mediante la instalación de turbinas en el río Atrato, en el Chocó, que busca beneficiar a la comunidad.
“Mi afán de servicio y amor por el pueblo del Chocó me llevaron a no aplicar los procedimientos de seguridad que debía adoptar en mis desplazamientos”, agregó el ahora ex comandante de la Fuerza de Tarea Titán. Sin embargo, Alzate no entregó detalles sobre si su misión en la zona donde fue plagiado era oficial por orden del alto mando militar y del Gobierno o personal.
