El Tribunal Administrativo de La Guajira suspendió por un mes los efectos de la licencia emitida por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y la Corporación Autónoma de Desarrollo de La Guajira (Corporguajira) para desviar el curso del Arroyo Bruno para hacer exploración y explotación minera dentro de este.
En la licencia, que tiene disgustados a los nativos y a la comunidad ambientalistas del país, se autoriza la intervención de la zona para que la empresa Cerrejón explotara bajo su cauce nuevos yacimientos de carbón. En la misma se daban permisos para el levantamiento de veda, aprovechamiento forestal y ocupación del cauce para las obras de modificación parcial.
El Tribunal Administrativo avaló los derechos exigidos en una acción de tutela por la nativa Lorenza Pérez, quien argumentó que dicha licencia afectaría directamente a la comunidad ancestral de La Horqueta 2, compuesta por 80 familias indígenas wayúu que ni siquiera fueron consultadas del desvío del Bruno.
Añadió que para el Tribunal es clara la vulneración de los derechos de la comunidad de La Horqueta porque “no se les socializó sobre el proyecto”.
“El Tribunal pudo constatar que la ubicación de la Horqueta, queda aguas arribas del lugar donde se va a hacer la desviación del cauce”, enfatizó el fallo.
Un mes a salvo
Lastimosamente la medida sólo es por un mes y el caso todavía no está cerrado. Por eso es probable que las directivas del Cerrejón intenten otra jugada jurídica para secar definitivamente el Bruno y sacar su mineral, pues su plan es poner sus intereses económicos por encima de la comunidad nativa.
Los expertos estiman que si se desvía el citado Arroyo, es probable de que el afluente muera, ya que es muy difícil que el agua vuelva a fluir en forma natural.
Desafortunadamente, en Colombia, en un caso único en el mundo, las autoridades encargadas de velar por la conservación del medio ambiente, como la misma Anla, no apoyan los aspectos relacionados con los ecosistemas naturales, sino a que respaldan a las grandes empresas que quieren diezmarlo.
La Otra Cara se une a la causa de los wayúu para salvar su Arroyo Bruno de la manos de la multinacional minera Cerrejón, cuyo único objetivo es el comercial sin importarle esta noble causa ambiental y social.
Leer otra nota relacionada con el Arroyo Bruno, AQUÍ.