Cuando todos los ojos de los colombianos estaban centrados en los escándalos que envuelven a las Altas Cortes del país, por las actuaciones de algunos malos magistrados o funcionarios judiciales, la Corte Constitucional encaminó su rumbo en favor de los Derechos Fundamentales de los ciudadanos.
Decisiones recientes demuestran que la Corte se renovó y que sus actuaciones ahora son garantistas para los colombianos y todos los ciudadanos que viven en nuestra Patria.
Comencemos hablando de un fallo de tutela que protege los derechos de un menor de 2 años de edad y de una mujer de 34, ambos de nacionalidad venezolana. Esta decisión estableció que el Estado debe garantizarles por todos los medios la salud a estos ciudadanos extranjeros.
«El Gobierno colombiano y todo el entramado institucional con funciones en materia de salud deben ser constantes en la labor de consecución de recursos de cooperación internacional y nacional y en la toma de cualquier otro tipo de medidas que le permitan avanzar lo más expedita y eficazmente posible hacia la realización del derecho a la salud de los migrantes con mayores estándares a la mera urgencia médica, especialmente en tratándose de aquellos migrantes en mayor situación de vulnerabilidad”, sostiene tajantemente la decisión de la Alta Corte.
El fallo, a simple vista, para algunos, podría ser interpretado como un «desafuero jurídico» porque sienta una jurisprudencia y ahora compromete al Gobierno a echarse esa larga carga de atender a todos los hermanos del vecino país que estén enfermos y pidan apoyo estatal.
Otra decisión clave de la Constitucional se dio cuando defendió los derechos fundamentales de todos los niños discapacitados del país.
Sus fallos en estos casos van desde prestarles asistencia en salud o terapapias especializadas a menores con síndome de Down, parálisis cerebral y otras disfuncionalidades, hasta brindarles la educación necesaria para su formación. Sin pasar por alto que el Alto Tribunal también ordenó entregarles pañales a los pequeños discapacitados.
La Corte además acaba de fallar una tutela que marcará un hito en la historia constitucional del país, sobre el derecho a la igualdad en el tema de las religiones que conviven en Colombia.
La Constitucional decidió a favor de una Iglesia Cristiana su petición de ser excluida del pago de impuesto ambiental, tal como se hace con los Católicos. Es decir, el Alto Tribunal extendió privilegios tributarios del catolicismo a otras iglesias, lo cual es equitativo.
Estos fallos dejan ver que la Corte no está pensando en el nacionalismo, la política o la sostenibilidad fiscal, por el contrario, pone primero la defensa de los derechos fundamentales de las personas, sin importar raza, estrato o nacionalidad.
Con la llegada de los magistrados Lizarazo, Linares y Fajardo, la Corte Constitucional entendió su filosofía. Ella fue creada para eso, para velar por los derechos de los colombianos.
Bienvenida la nueva era de la Constitucional… larga vida a los garantistas.
