Los jefes de la guerrilla de las Farc, Jesús Santrich y Andrés París, entraron con escoltas armados «como Pedro por su casa» al Congreso de la República, amedrentando a los policías que prestan la vigilancia a ese recinto del Poder Legislativo. Asistieron a un homenaje para su amiga, la exministra de Trabajo Clara López.
Los policías del Congreso son muy dados a detener a cualquier civil de bien, incluyendo a algunos miembros de la prensa, que quieran entrar sin permiso a esas instalaciones, sin embargo, bajaron la cabeza cuando llegaron Santrich y París, que ingresaron como grandes personalidades y nadie sabe quién les autorizó la entrada.
“La posición de la mesa directiva, tanto de la Cámara como del Senado, ha sido que, mientras las Farc no entreguen las armas, nosotros no autorizamos la entrada al Congreso”, dijo, como excusa, el presidente del Parlamento, Mauricio Lizcano.
El congresista aclaró que el homenaje a Clara López sí estaba autorizado, sin embargo, señaló que como Santrich y París estaban escoltados, “la Policía no sabe cómo actuar en esos casos” y al final, los agentes, sumisos, les abrieron las puertas a los líderes de las Farc, grupo que todavía no ha cumplido con el Acuerdo de Paz como entregar las armas, los niños de sus filas, sus bienes y reparar las víctimas.
En el Congreso, los hombres de las Farc fueron saludados efusivamente por Carlos Romero, esposo de Clara López, quien compartía mesa con esta homenajeada. Andrés París, al final del acto, argumentó, a manera de sarcasmo, que estaban «entrenando para cuando las Farc llegue al Congreso, porque es seguro que vamos a llegar».
Recordemos que cuando los jefes de los Paramilitares o Autodefensas entraron al Congreso, encabezados por Salvatore Mancuso, los movimientos de izquierda, los partidos políticos de oposición al Gobierno de ese entonces y los medios de comunicación, pusieron el grito al cielo porque esos personajes acusados de cientos de asesinatos habían violando el sitio sagrado de las leyes colombianas, pero ahora callan cuando estos otros personajes, también señalados de cientos de crímenes, entran orondos al Parlamento, sin que se sepa quién les autorizó el ingreso… Dicen que no hay que escandalizarse porque es un acto de paz.
¿Quién responde por la entrada de los hombres de las Farc, armados, al Congreso?
