Los casos se han presentado en el cabildo Cerro Tijeras, vereda Agua Clara y en la vereda Agua Bonita del corregimiento de Robles (Cauca), donde se conoció la muerte de seis comuneros indígenas a manos de desconocidos.
“Tenemos desafortunadamente en el cabildo Cerro Tijeras, vereda Agua Clara, tres comuneros asesinados, desconocemos las circunstancias pero están asesinados. Y en la vereda Agua Bonita del corregimiento de Robles otros tres asesinados y dos desaparecidos”, confirmó Héctor Fabio Dicúe, concejero mayor de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, Acin.
Las autoridades indígenas desconocen la autoría y móviles de estos asesinatos. Una comisión de líderes comuneros se desplazó a la zona para determinar cuáles son las circunstancias que rodean estas acciones que nuevamente tienen como blanco a la población indígena de esta zona del país.
“Hoy salió una comisión para verificar los hechos, ya está comprobada la situación y no se ha podido determinar quiénes son los causantes de estos asesinatos, lo que sabemos es que en Agua Clara fueron retirados de sus viviendas por personas de civil pero fuertemente armadas, los subieron a unas camionetas y a tres kilómetros aparecieron muertos con disparos en la cabeza. Situación similar sucedió en Agua Bonita, donde también fueron tres los comuneros muertos con el mismo procedimiento y allí tenemos dos comuneros desaparecidos, hasta ahora no tenemos ninguna información sobre los posibles actores de estos hechos. Nos preocupa que tenemos seis comuneros muertos en el sector”, señaló el concejero Dicúe.
Esta situación se agrava con la denuncia hecha por la organización defensora de derechos humanos Nomadesc, quienes alertaron sobre el desarrollo de combates entre el ejército y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- en esa misma zona y según fuentes locales, el combate actualmente tiene confinadas a las comunidades del Consejo Comunitario de Bella Vista.
Tanto el Gobierno Nacional como la Defensoría del Pueblo, pidieron capturar y judicializar a los asesinos de los indíenas en el Cauca.
La denuncia sobre esta situación también plantea el temor por la presencia de grupos paramilitares. “Explícitamente dicen que amenazan a las comunidades porque éstas están resistiendo la minería del oro por foráneos en la región. Solamente en febrero de 2015 amenazaron a veintidós líderes y lideresas Afro-descendientes e Indígenas”, señala Dicúe.
Los líderes indígenas y las organizaciones defensoras de derecho humanos lanzan un llamado de auxilio por el recrudecimiento del conflicto y la vulnerabilidad de los pobladores indígenas y afrodescendientes.