
El confeso Rafael Uribe Noguera vive como un «capo» en La Picota

El confeso violador y asesino de la niña indigena Yuliana Samboní, Rafael Uribe Noguera, es hoy el «capo de capos» en el patio Ume (Unidad de Medidas Especiales), del edificio Eron, del Pabellón de Máxima Seguridad de la Penitenciaría La Picota, en el sur de Bogotá, donde está recluido esperando su condena de la justicia colombiana.
Muchos medios informaron que está pasando un calvario, pero en cuenta con visitas ilimitadas, celda con baño privado, personal que le prepara los alimentos, personal que le hace aseo y hasta goza de total movilidad en La Picota, así como de un gimnasio particular instalado hace 15 días para él y sus nuevos amigos, reinsertados de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), célebres por asesinar a campesinos a sangre fría.
Como los temibles ex miembros del Bloque Martín Llanos, o Alias Visaje, ex comandante de las AUC en Cúcuta.
Esto es un ejemplo de que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) premia el crimen, en vez de dar señal de amonestación social.
Por Alejandro Arias
@AAriasPeriodist
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