El exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Francisco Ricaurte, se entregó en el bunker de la Fiscalía General de la Nación, al tener en contra una orden de captura por corrupción, por pedir sobornos a servidores públicos aforados, como congresistas, con el fin de alterar sus procesos penales. Esas coimas las solicitaba en compañía del también expresidente de ese Alto Tribunal, Leonidas Bustos, y el extraditable abogado Luis Gustavo Moreno.
Ricaurte se convirtió en el primer expresidente de la Corte Suprema que tuvo en su contra una orden de captura y, además, el el primero en ser detenido por un caso de corrupción.
El exmagistrado Ricaurte fue señalado de cuatro delitos debido a sus actuaciones irregulares: cohecho, peculado, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.
Antes de ser detenido, Ricaurte y Bustos se habían enfrentado cara a cara en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes con el senador del Partido de La U, Musa Besaile Fayad, quien entregó voluntariamente 2.000 millones de pesos para que la Corte Suprema no lo detuviera dentro de una investigación por parapolítica. Ver nota en La Otra Cara.
El parlamentario cordobés ahora dice que él y otros congresistas fueron estorsionados por los juristas Ricaurte y Bustos, en lo que se conoce como el «Cartel de la Toga».
Ya Ricaurte está preso, ahora se espera que se defina la situación judicial de Bustos y demás implicados en este escándalo que avergüenza a Colombia.
