Enterrada viva

El cuerpo de Cecilia fue hallado enterrado en una fosa tapada con cemento, el 16 de febrero del 2005, durante un allanamiento del Ministerio Público en el barrio Mbocayaty, de la ciudad de Ñemby.

Los análisis forenses descubrieron que Cecilia fue torturada y enterrada aún con vida por sus captores, quienes la mantuvieron secuestrada por casi 5 meses y que, además, cobraron parte del dinero exigido a sus familiares.

Cecilia Cubas. Foto: Gentileza.
Cecilia Cubas. Foto: Gentileza.

Torturada y dopada

Los familiares recuerdan que Cecilia fue dopada y sus captores buscaban el momento en que esté bastante demacrada y maltratada para tomarle fotos, que luego hacían llegar a sus familiares, buscando generar más angustia y jugar con la desesperación de todos.

“Cuando uno pierde a un ser muy querido por situaciones no naturales, las heridas son más difíciles de cerrar y se convive siempre con eso. Los padres y su hermana llevan una vida con una herida abierta por el resto de sus vidas”, explicó Emilio Cubas, familiar cercano de Cecilia.

Rodrigo Granda, autor intelectual del secuestro y asesinato de Cecilia Cubas durante una reunión internacional de partidos de la izquierda latinoamericana en México. Foto: Gentileza.
Rodrigo Granda, autor intelectual del secuestro y asesinato de Cecilia Cubas durante una reunión internacional de partidos de la izquierda latinoamericana en México. Foto: Gentileza.

Hecho vinculado a la FARC

Rodrigo Granda, conocido como el canciller de las FARC, está vinculado de manera directa al secuestro y posterior asesinato de Cecilia Cubas Gusinky, ocurrido en el 2005, exactamente hace 16 años.

Granda es actualmente el delegado de la FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) ante la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación del Acuerdo de Paz (Csivi) y la justicia paraguaya tiene en contra del terrorista, de 70 años, una causa abierta y cuenta con orden de captura.

También esta misma persona, pero con el alias “Ricardo Téllez”, fue quien actuó de nexo entre el Orley Jurado Palomino (alias comandante Santiago) y Raúl Reyes, excomandante de las FARC, muerto durante una incursión del ejército colombiano en la frontera con Ecuador en el 2008.

La conocida como casa del terror donde encontraron el cuerpo de la joven. Foto: Gentileza.
La conocida como casa del terror donde encontraron el cuerpo de la joven. Foto: Gentileza.

Datos precisos del secuestro

Aquella incursión del ejército colombiano permitió conocer datos precisos acerca del secuestro y asesinato de Cecilia luego de recuperarse la computadora personal que pertenecía al terrorista colombiano.

La información hallada en esos dispositivos permitió conocer que el paraguayo Osmar Martínez, uno de los fundadores del Partido Patria Libre, junto a Juan Arrom y Anuncio Martí visitaron Venezuela y se reunieron con Granda y otros miembros de las FARC.

Vía correo electrónico entre Rodrigo Granda, Osmar Martínez y Orley Jurado Palomino (alias comandante Santiago) fueron coordinando las acciones del secuestro y posterior asesinato de Cecilia, que se estima sucedió en el día de Navidad del 2004.

Víctor Colmán, Juan Arrom y Anuncio Martí, vinculados a uno de los asesinos de Cecilia Cubas, tienen causas pendientes por otro caso de secuestro. Foto: Archivo.
Víctor Colmán, Juan Arrom y Anuncio Martí, vinculados a uno de los asesinos de Cecilia Cubas, tienen causas pendientes por otro caso de secuestro. Foto: Archivo.

Osmar Martínez, Juan Arrom y Anuncio Martí

Osmar Martínez falleció en prisión cumpliendo su condena por el crimen de la joven, mientras que Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán se encuentran asilados en Finlandia, tras huir de Brasil al Uruguay, desde donde fueron ayudados por referentes de partidos de la izquierda paraguaya y militantes afines a su ideología.

El lugar donde fue hallado el cuerpo sin vida de Cecilia Cubas fue conocido en su momento como “la casa del horror” y las autoridades llegaron hasta ese lugar, luego de la denuncia de los vecinos, quienes manifestaron que en el interior de la vivienda se realizaban actividades similares a la de los entrenamientos guerrilleros.