La historia de Leo, es muy similar a la de Hachikō, un perro japonés de raza akita, recordado por esperar a su amo, el profesor Hidesaburō Ueno, en la estación de Shibuya, incluso varios años después de la muerte de su amo.
La historia de Leo, es muy similar a la de Hachikō, un perro japonés de raza akita, recordado por esperar a su amo, el profesor Hidesaburō Ueno, en la estación de Shibuya, incluso varios años después de la muerte de su amo.