¿Los comunicadores implicados en este bochornoso escándalo deberían ir a la cárcel por hacer parte de una trama delincuencial para ocultar o desviar la corrupción de Odebrecht?
El gran investigador Alberto Donadío publicó en El Espectador un bomba que extremeció a la prensa nacional, especialmente a los encumbrados y poderosos medios de comunicación de Colombia.
El asunto que ventiló Donadío es que el condenado exviceministro de Transporte, Gabriel García Morales, reveló que hubo periodistas a sueldo de la constructora multinacional brasileña Odebrecht, vinculada con grandes sobornos o coimas en diferentes país, entre ellos Colombia, a cambio de multimillonarios contratos para realizar carreteras u obras civiles.
García Morales destapó ese y otros secretos en su declaración ante el Tribunal de Arbitramento que anuló el contrato de la Ruta del Sol 2, realizado entre Odebrecht y el Gobierno, un vía que debía realizar la firma extranjera para unir el interior del país con la Costa Caribe.
En la página 421 de la decisión del tribunal que declaró nulo el contrato de la Ruta del Sol 2 por estar contaminado con sobornos hay una revelación clave: Odebrecht hizo pagos a periodistas para que le ayudaran a ganar la licitación y para desprestigiar a las otras compañías que se presentaron.
Aunque la decisión, que tiene 699 páginas, se conoció el 6 de agosto de 2019, los supuestos sobornos a periodistas no se habían divulgado, ni los nombres de estos personajes de la prensa. Al parecer existe un acuerdo con los poderosos medios de comunicación para no afectar su imagen.
Fue Gabriel García Morales, como viceministro de Transporte, quien firmó en el 2009 el contrato con Odebrecht y sus socios colombianos, pues él mismo, ahora, mencionó los supuestos dineros pagados a periodistas cuando declaró ante el citado tribunal de arbitramento.
“Había algunos periodistas muy importantes que apoyaron el contrato de Odebrecht, no solamente a través de una campaña de relaciones públicas, sino también de una campaña de desprestigio a los potenciales competidores”, ratificó García ante el mencionado tribunal en febrero de 2018.
En el Perú, donde Odebrecht sobornó a varios presidentes, por lo menos dos periodistas reconocieron que la multinacional les dio contratos de asesoría.
La pregunta es: ¿Los comunicadores nacionales implicados en este bochornoso escándalo también deberían ir a la cárcel por hacer parte de una trama delincuencial para ocultar o desviar la corrupción de Odebrecht?
En Colombia todos callan, pero la verdad se conocerá y será un gran escándalo cuando se sepa quiénes son los afamados periodistas Corruptos que se agazapan en los grandes medios.
