Rafael Uribe Noguera pasará la mayor parte de su vida en la prisión. La juez 35 de conocimiento de Bogotá lo condenó a 622 meses de prisión (51 años y 10 meses) y 100 salarios mínimos de multa por el homicidio de la niña Yuliana Samboní.
«La condena a Rafael Uribe Noguera debe reflejar el repudio general que sus actos ocasionaron», ratificó la juez, quien agregó que no hay rebaja de la pena a pesar de la aceptación de los cargos.
Sin embargo, la Fiscalía apeló la decisión de la juez, por considerar que esta omitió algunos agravantes y dijo que la pena debería ser de 60 años de cárcel, la mayor impuesta en Colombia.
La juez recordó lo que sucedió el 4 de diciembre de 2016, cuando Uribe Noguera violó y asesinó a Samboní y los días posteriores, hasta el 11 de enero de 2017, cuando este aceptó su responsabilidad en los delitos de feminicidio agravado y acceso carnal violento agravado, en concurso con secuestro simple agravado.
La funcionario ratificó que Uribe Noguera hizo todo de forma voluntaria; «es decir, planeó y ejecutó los hechos consciente de sus actos», aunque este durante la audiencia de imputación de cargos insistió en que estaba fuera de sí cuando cometió el horrible hecho.
Según la juez, Uribe negó haber violado la niña, supuestamente por el estado de alicoramiento en el que se encontraba y los efectos de las drogas; pero eso fue desmentido por Medicina Legal, que halló en el cuerpo rastros biológicos de Uribe.
Por su parte, la Vicefiscal General María Paulina Riveros afirmó que el Ente Acusador no quedó «conforme» con la sentencia a Rafael Uribe Noguera, pues argumentó que la Fiscalía había pedido una pena de 60 años e insistirá en en esa condena.
Protestas ciudadanas
Mientras la juez 35 leía su fallo condenatorio, afuera de las instalaciones de Paloquemao un grupo de personas permaneció con pancartas y pitos pidiendo la pena Uribe Noguera.
En medio de la lectura del documento, la juez hizo un llamado de atención a la Fiscalía y a la Secretaría de la Mujer del Distrito porque considera que las otras 15.000 víctimas de violencia sexual del año pasado no han tenido la misma atención en la administración de la justicia.
Juvencio Samboni, padre de la fallecida Yuliana Samboní, llegó al complejo judicial de Paloquemao en Bogotá en compañía de algunos familiares. Su esposa no asistió porque dio a luz.
«Espero que se haga justicia por mi hija, si no, no valdría la pena tanta prueba y tanta cosa para que le den unos 20 o 30 años, no me sirve, tiene que ser la pena máxima que hay aquí en Colombia», dijo el señor Samboni, antes de que la jueza revelara ela condena.
