La iniciativa será discutida en la Comisión Primera del Senado de la República, donde se escucharán las voces de las victimas que representan diferentes vertientes políticas, sociales y económicas en la sociedad colombiana, señalados por el llamado «Cartel de los Falsos Testigos».
“No se podrá librar capturas ni emitir sentencias condenatorias”, así lo dio a conocer el académico Gustavo Moreno Rivera, quien tiene una amplia trayectoria en derecho penal, procesal y probatorio de Colombia y actualmente es director de la línea de investigación Luigui Ferrajoli.
Sobre esta propuesta de la reforma legislativa, Gustavo Moreno resalta que se deberá contar con otros medios de pruebas o testimonios, puesto que no será suficiente con los testimonios de personas que declaren como consecuencia de un proceso de justicia negociada, principio de oportunidad, o leyes de recompensas. Es de recordar que la recurrencia del delito falso testimonio, se ha visto incentivada por la figura jurídica del «principio de oportunidad», además de la fracasada ley de justicia y paz, a cuyos beneficios se acogen los acusados en busca de la rebaja de penas. O, en otros casos, a los testigos se les induce para que acusen a un determinado procesado como denuncia la defensa de la ex senadora Piedad Zuccardi, procesada por supuesta parapolítica.
Moreno, principal denunciante de falsos testigos
El jurista Moreno se ha convertido en el país en el principal denunciante del fenómeno de los falsos testigos, que ha afectado a unas 3.000 mil personas inocentes mediante difamaciones y mentiras. Entre los casos más sonados se encuentran personalidades como el Contralmirante Gabriel Arango Bacci, la ex presidenta del Senado Nancy Patricia Gutiérrez y la periodista Angélica Jaramillo, esta última señalada ser la jefe de prensa de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), entre otros líderes representativos de la sociedad colombiana.
En el Debate (establecido como la Proposición No. 87) sobre el tema en el Senado, no se pretende caer en el extremo de no escuchar a los testigos premiados, pues ellos seguirán siendo escuchados sin embargo, lo que si se espera es freno a sentencias injustas y alejadas de la realidad, partiendo de considerar que el valor que se le da a un testigo arrepentido, no puede ser el mismo que se le da a quien está libre de prebendas y no busca un benéfico propio distinto a la verdad.
