La credibilidad del Gobierno tambalea. Con el caso del helicóptero Black Hawk comandando por el Tc Palacios, el ministro Villegas y el Presidente Santos se precipitaron a afirmar que el aparato se había estrellado contra una montaña por culpa de la nubosidad y el mal tiempo y se les olvidó que los colombianos tenemos acceso ahora a internet y ya no somos tan pendejos como cuando don Eduardo Santos decretaba la verdad desde las páginas de El Tiempo. Las fotografías entregadas inicialmente por la Policía y tomadas desde uno de los helicópteros que acompañaban al que se cayó, muestran claramente la columna de humo y un cielo azul y despejado. El pantallazo de la página metereológica de esa hora lo garantiza de igual manera. El video que colgó Uribe donde un técnico del helicóptero acompañante afirma del totazo así lo haya llamado “ apresurado” el general Palomino, es demasiada evidencia que el ministro y Santos nos dijeron una verdad acomodada. Y quien conoce de tal clase de helicópteros sabe que estaba dotado de radar y aparatos que le permiten volar con mal tiempo. ¿Para qué entonces afirman tan categóricamente el Presidente y el Ministro que era un accidente y que el aparato se había estrellado contra la inexistente “montaña”? Pretender tapar algo o querer engañar al país es el primer síntoma de cuando tambalea un gobierno.
El gobierno Santos se niega a aceptar que la guerra colombiana puede haber cambiado. Los tres episodios aéreos de las últimas semanas han sido enfáticamente explicados como accidentes para que no se deje duda de que pueda admitirse que el ELN, las FARC o los ÚZUGA hayan podido adquirir misiles stinger o similares y que la guerra colombiana haya cambiado de estilo y se parezca mas a una guerra como las del Oriente Medio o Afganistán. Para la mayoría de colombianos, hasta para Uribe, el asunto es diferente. El estallido en dos pedazos del helicóptero en Teorama (que dijeron que lo había destrozado una mina quiebrapatas pese a ser blindado), el del avión en el César (que dijeron lo había afectado un rayo y se le había averiado un motor) y el del helicóptero de Urabá (que según el presidente y el ministro fue un accidente) demuestran que el gobierno no va a cambiar de posición, no va a investigar y, lo que es peor nos va a seguir ocultando la verdad.
Al mismo tiempo que se conoció el fallo de la Procuraduría sancionando al director de Comfenalco Valle por no haber cumplido con una serie de requisitos de forma al no abrir cuentas separadas para manejar dineros de los contribuyentes a esa Caja de Compensación Familiar, se hizo público el informe de la Contraloría General en donde se dice que la manera como los directivos de COMFANDI ,la Caja de Compensación de la oligarquía caleña, manejaron mal un poco más de 40 mil millones de pesos en 2012 y, que, curiosamente, se había mantenido oculto. Eso los obligó a pagar aviso de primera página en El País de Cali indicando que ellos habían sido exonerados pero sin citar nunca el auto que los libera de semejante culpa. En otras palabras,como tienen un apelea cazada desde hace años entre las dos cajas, se querían deleitar con la golpiza a Comfenalco y se les agrió el dulce porque ellos resultaron mucho peores. Entérese, lea el informe completo de la Contraloría y mida la magnitud de lo descubierto: http://www.contraloriagen.gov.co/documents/10136/178100118/043+INFORME+DEFINITIVO+COMFANDI+VALLE.pdf/266870af-f720-418b-a4d4-4dd32ee0bcd7?version=1.0
