Definitivamente el Acuerdo de Paz con las Farc para nada es un acuerdo perfecto, pero lo que debemos entender es que no existen los procesos de paz perfectos, menos aún cuando el enemigo no estaba aniquilado; por supuesto que se logró llevar a las negociaciones por estar diezmadas y en desventaja ante las Fuerza Pública colombiana gracias a la Seguridad Democrática, pero aún contaban con posibilidad de hacer mucho daño especialmente al recurrir a actos terroristas; es verdad que no tenían mayor apoyo popular, pero igualmente no se puede desconocer que cuentan con el control de zonas del país en donde el mismo abandono del Estado se lo ha permitido; por eso, como lo dijo el Vicepresidente Germán Vargas Lleras, no es un acuerdo ideal, pero es lo mejor para el país.
No podemos demeritar que tener fuera de acción a las fuerza irregular más grande y poderosa como lo eran las Farc, permitirá destinar todos los recursos de la Fuerza Pública para atacar los demás actores que aun van a persistir, llámese Bacrim, ELN y las disidencias de las Farc que queden. También permitirá de una manera gradual a medida que se avance en el postconflicto, la reasignación de recursos que se destinan hoy en día a la guerra para que se dispongan a disminuir las inequidades sociales tan fuertes que hoy existen en nuestro país y que fueron las causas principales que detonaron el conflicto armado.
Todo esto es una realidad que nos guste o no es un avance para un país que los últimos cuarenta años se ha podido excusar en el conflicto interno para no realizar cambios estructurales en su modelo político, económico y social, ahora que no va tener esa posibilidad de echarle la culpa de todo a las Farc se verá avocado a realizar esos cambios que se han postergado por tanto tiempo, ese es uno de los grandes temores de gran parte de la clase dirigente tradicional del país, pero tiene como positivo que obligará a tomar un papel protagónico a lo mejor de esta.
Hay puntos del acuerdo que no comparto como varios de la Justicia Transicional, pero desconocer que los negociadores realizaron un excelente trabajo es ser testarudos, decir que se entregó el país a las Farc es calumnioso y como lo dije anteriormente es demostrar querer mantener un statu quo en varios aspectos que han convertido en la talanquera para poder insertar al país en un verdadero proceso de progreso más equitativo y sostenible para dejar de ser un país en vía de desarrollo. Por todo esto y mucho más es que voy a votar por el SI.
Por Carlos Patricio Eastman Barona
