Preservar la Democracia Liberal

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Por Ariel Peña

@arielpenaG

De acuerdo a las elecciones del 27 de mayo, para la segunda vuelta el próximo 17 de junio,  los candidatos presidenciales  Iván Duque y Gustavo Petro se enfrentaran; quedando vaticinado, lo que habíamos dicho en una anterior columna  el mes de enero de este año, que Colombia se debate  entre la democracia y el totalitarismo, representada la primera  por el candidato del Centro Democrático quien  es apoyado también por otras fuerzas políticas y, la segunda opción respaldada por grupos marxistas leninistas que usando diferentes etiquetas, buscan borrar la democracia liberal con Petro, cuya similitud con lo que prometía Hugo Chávez en 1998 en Venezuela es proverbial, de ahí que hace algún tiempo el dictador Maduro afirmó que Colombia lo que necesitaba era  un Chávez.

La posición que han asumido tanto el excandidato Sergio Fajardo, el senador Jorge Enrique Robledo y algunos dirigentes del partido verde para  votar  en blanco, se enmarca dentro de una óptica preventiva frente a un  gobierno de Petro que al igual que Chávez en Venezuela buscaría la perpetuidad en el poder, utilizando,  así lo niegue el candidato izquierdista, una Asamblea Nacional  Constituyente, o hacer  permanentes movilizaciones de sus fanáticos para buscar la reelección indefinida, quedando cancelada cualquier  otra opción presidencial en las próximas décadas, porque con un régimen marxista leninista  se elimina la alternación en el poder,  dejando por fuera las aspiraciones de quienes pretenden ser candidatos presidenciales a partir del 2022.

De acuerdo  a lo anterior  no es raro que tanto Fajardo como Robledo con  otros sectores, hayan medido desde ya  lo que implica un Petro en el poder, independientemente de las posturas ideológicas y políticas que ellos representan, ya que las experiencias en otros países de Latinoamérica con el sibilino socialismo del siglo XXl así lo han demostrando, pues no podemos olvidar que Hugo Chávez en Venezuela utilizó cuando llegó al poder a muchos dirigentes de la llamada izquierda, para después deshacerse de ellos y  convertir a Venezuela en una colonia cubana, consolidando con Maduro ulteriormente la dictadura totalitaria.

En las elecciones de este 17 de junio, Colombia está en la mira del foro de Sao Pablo, logia a la cual hemos denominado como la internacional comunista, que busca que  el país caiga en sus fauces, ya que  constituye  la joya de la corona, para que se cumpla el sueño de Chávez  quien como nostálgico de la guerra fría, quería construir la Unión Soviética latinoamericana, pues dicho personaje nunca pudo comprender el porqué  del  derrumbe del muro de Berlín y la debacle de la URSS, y  como recompensa histórica buscó que América Latina fuera el sanitario comunista en donde se depositaran los desechos del marxismo leninismo repudiados en Europa oriental, utilizando el nombre del socialismo del siglo XXl  que es el mismo castrochavismo, el cual algunos no quieren mencionar.

Cuando los izquierdistas hablan del cambio, no aclaran si este va ha ser positivo o negativo, porque Hugo Chávez  hace 20 años por estas calendas también estaba prometiendo cambios para llegar al poder en la nación hermana, y los resultados hoy están a la vista con una dictadura comunista oprobiosa en Venezuela que arruinó y envileció a la  población, como estrategia para tener sometidas a las masas y así lograr la perpetuidad del régimen, siendo esa formula la que tienen para Colombia con el candidato que representa el totalitarismo y que es agenciado por foro de Sao Pablo.

Conservar la democracia liberal frente a la arremetida comunista totalitaria en Colombia es de vital importancia, porque  están en juego las libertades individuales que  como derechos  humanos universales no se pueden tirar por la borda con un gobierno totalitario, entonces  la alternativa democrática y republicana es votar por Iván Duque quien representa los más caros valores de la  civilidad y la institucionalidad, porque el fracaso del socialismo del XXl o marxismo leninismo en Latinoamericano  es monumental; además no hay que olvidar  el genocidio que ha cometido en estos días el tirano comunista de  Daniel Ortega durante las  protestas  en Nicaragua, a lo que se agrega los 160 asesinatos de jóvenes  perpetrados por la dictadura de Nicolás Maduro el año pasado en las manifestaciones opositoras, todo ello con la complacencia del foro de Sao Pablo.

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Ariel Peña
Ariel Peña

Columnista, Escritor. Presidente de la federación Sindical UTRECOL


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