En otros tiempos, la escena podría resultar insólita y nadie se atrevería a hacerlo. Hoy en épocas de cambios políticos, cualquier cosa puede suceder en Venezuela. Las imágenes del fallecido líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez Frías, fueron retiradas de la Asamblea Nacional (AN), por orden del nuevo presidente de ese organismo Henry Ramos Allup, un curtido diputado y acérrimo antichavista de 72 años.
La salida del palacio legislativo de todos los cuadros con la figura del desaparecido líder socialista, es un hecho simbólico que el oficialismo recibió como un «claro acto de provocación».
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, expresó su «indignación» y llamó a «rebelarse frente a estas manifestaciones neofascistas, antibolivarianas, antipatriotas, antinacionalistas» de la nueva Asamblea o Congreso del vecino país.
Por su parte, Ramos Allup, al ser consultado sobre el caso, aseveró: «No ha habido ningún lenguaje peyorativo lo que ha habido es restitución o reparación de un abuso».
«A Chávez no se le toca. Que nos respeten al pueblo, porque sino se van a arrepentir«, gritaba un hombre que cargaba un retrato del expresidente en medio de una muchedumbre de chavistas reunidos en un céntrica plaza caraqueña.
El nuevo presidente parlamentario Ramos Allup dijo esperar que Maduro lo invite al Palacio Miraflores para dialogar. «¿Será que no quiere oír lo que le voy a decir?», se preguntó con ironía.
