Y yo a quién le hablo?

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                          Al que le caiga… (?)

Por Sandra Patricia Pino Cásseres

Columnista- periodista

Te hablo no como la mujer que piensa, extraña y ahnela tener una vida mejor, sino como  madre, profesional, trabajadora y valerosa ciudadana, que la angustia, la desolación lentamente va acabando con ella…

Perdóname, si me atrevo a decirte esto, pero tengo un nudo en la garganta, rabia y desespero de toda la procesión que llevo dentro, yo se que soy berraquita, luchadora, juiciosa y entregada pero desfallezco cada día al ver lo maniatada que me encuentro al no tener salida. Cansada de las antesalas que le hago al uno, al otro, espere aquí, allá hablé con fulano, sutano, perencejo sólo me falta recurrir a la charla con el perro que pasea los corredores del recinto, para sentir mi labor cumplida… Contar el mismo rollo empezando con el dueño del letrero, pasando hasta por los ilustres jefes de cada área y terminando con una desolada caminata desde el segundo piso hasta la puerta principal diciendo mentalmente: ¡ Esta vez no pudo ser, tal vez un día de estos no muy lejano, sea escuchada y tenida en cuenta, para trabajar por el mismo objetivo de muchos… «La Comunidad», mientras tanto salga con la cabeza en alto, sonriendo a todo el que le salude, pensando y contando monedas!.
Pueden ser horas, días y hasta meses de tanto ir y pasear con un proyecto bien montado y ni tenido en cuenta, pero al final son ideas robadas por otros.

Sí!!! Las ideas se expresan, se plantean pero las puertas se trancan, como si le pusieran un ladrillo detrás, para no poder pasar. Bruta, pendeja, ni mucho menos boba soy, lo que sucede es que el dinero se esconde en manos de quienes si tienen como invertir, pero no sueltan tan sólo un poquito por miedo a que se les acabe.

Tener trayectoria y codearme con los más ilustres políticos, ganaderos, comerciantes, magnates de la zona, es un privilegio que pocos obstentan, pero a mi no me trasnocha porque tengo lo que muchos han dejado a un lado, mente; para ser creativa e ingeniosa y corazón; para sentir cuando se me subestima y  maltratan mis sentimientos. Ellos saben lo que les falta y que perdieron y sólo la gente del «común», mantiene:  Dignidad y principios.

Al transcurrir el tiempo y las horas, minutos y segundos se pierde la esperanza, la paciencia y el desespero aumenta, de nada sirve ver, preocuparnos y apoyar causas ajenas, si la nuestra está más envolatada, pero como buenos ciudadanos, apoyamos, colaboramos y hasta luchamos por causas justas, que después vienen siendo créditos del oportunista del momento, ni un reconocimiento, ni emotiva publicación, ni un valor económico al trabajo de quien le dio la verdadera ideólogia a lo que usted impulso y espero recibir.

Las noches Llaneras caen y consigo un día más de incertidumbre, sólo me quedas tú… reflejado en un escrito de mis textos y quien me acompaña, cada vez que me contestas. ¿Sabes? El nepotismo, ronda mucho por los corredores de un edificio viejo y nuevo con verdes esperanzas y democracia pérdida, esa misma que no tienen aquellos ciudadanos que lo visitan, pero se aguantan escuchar entre charla y charla a sus funcionarios como hacen alarde, de sus contratos y  familiares que pudieron incluir detrás de cada uno de ellos, pero más desilusión existe cuando una propuesta es presentada, pero si no es  apoyada y hasta apadrinada por el mismo Alcalde de turno o por un funcionario de su avanzada o íntimo amigo de la casa, entonces no es bien vista, pero por «educación» bien recibida, para ser guardada en el último cajón del olvido, tal vez ojeada para ver que les sirve para su corta imaginación o finalmente en el bote de la basura va parar.

Ahora, me despido no sin antes decirte que mientras desvanezco en vida por las mismas circunstancias y no por gusto propio, veo pasar las cruces del reflejo de muchos, que por los canales de audivisuales y escritos de espectadores y protagonistas que disfrutan del mal ajeno, hacen del morbo el reconocimiento de cada página compartida. No pretendo recordar como pasa el tiempo sin ti y tú tan lejos de mí, sin que olvides que alguna vez fui la mujer, la madre, tía y hasta esposa que cualquier hombre hubiera querido tener y por desición mía resolví callar tanto dolor, dejarte luchar como lo querías y vivir en soledad, mientras mi vejez me llevo a la tumba del adiós.

Y yo aquíen le habló? Si cuando leas lo que viví en aflicción ya estaré mirándote desde el infinito mundo de tú recuerdo.

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