La Nueva Amenaza, los Cigarrillos Electrónicos

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La Organización Mundial de Salud  tiene evidencias científicas sobre los daños causados por el consumo a través de este producto, que contiene substancias cancerígenas como formaldehído, tolueno, plomo, cadmio y acetaldehído. El tabaco causa al año 7 millones de muertos.

En el Día Mundial sin Tabaco (el 31 de mayo) salió a relucir una nueva preocupación para la salud en Colombia: Los Cigarrillos Electrónicos.

Según Educar Consumidores, a  pesar de que la Ley 1335 de 2009 sobre control al tabaco frena toda forma de su publicidad, promoción y patrocinio, y que el Convenio Marco para el Control del Tabaco (incorporado al cuerpo constitucional colombiano), de igual manera prohíbe estas tres acciones, la industria tabacalera está ubicando en los centros comerciales y en los eventos juveniles grandes stands para promover, patrocinar y publicitar los nuevos dispositivos electrónicos que sirven al consumo de tabaco.

La médica Esperanza Cerón, directora de Educar Consumidores,  señala que estas fuentes de consumo de tabaco están dirigidas a los más jóvenes y amantes de la tecnología, pues se pueden calentar y activar a través del computador, directamente. Son de diseño muy atractivo, similares a algunos celulares de alta gama, con colores muy vistosos y empaques de lujo, también orientados a las mujeres jóvenes. Algo delicado, pues está contribuyendo a anticipar  la edad de inicio en el tabaquismo  (que ha querido proteger la Ley 1335) y la inclusión de las mujeres en el tabaquismo, género que tradicionalmente ha fumado menos que los hombres. A la vez esta publicidad se está orientando hacia colegios y universidades.

Educar Consumidores está en vías de denunciar ante autoridades sanitarias cómo estos dispositivos electrónicos  han comenzado a comercializarse sin tener la respectiva autorización de parte del Comité de Etiquetado y Empaquetado de Productos del Tabaco y su Derivados,  del Ministerio de Salud.

Asegura Esperanza Cerón que las instituciones consideran el IQOS (dispositivo electrónico de Phillips Morris) como un producto de tabaco, por lo cual no se le puede hacer ni promoción,  ni patrocinio,  ni publicidad de ningún tipo.

Ya hay evidencias científicas desde la Organización Mundial de Salud (OMS) y la OPS sobre los daños causados por el consumo a través de este producto, que contiene substancias cancerígenas como formaldehído, tolueno, plomo, cadmio y acetaldehído.

 El Día Mundial sin Tabaco

El jueves 31 de mayo se conmemoró el Día Mundial sin Tabaco, con el lema “Tabaco y cardiopatías”, según lo establecido por la Organización Mundial de Salud.

El organismo global dice que el propósito es despertar conciencia en países como Colombia, sobre el vínculo directo que hay entre tabaco y cardiopatías, vasculopatía periférica y el accidente cerebrovascular, entre otras enfermedades cardiovasculares, catalogadas como las principales causas de muerte en el mundo.

Por esta razón, la OMS recomienda fortalecer las acciones del Gobierno, de la comunidad médica, de los consumidores en general y de la ciudadanía, para mermar progresivamente los riesgos sobre la salud a causa del tabaco.

Debe bastar para reaccionar la evidencia de los millones de muertos y enfermos, el gran sufrimiento causado por esta epidemia, en el mundo y en el país. La OMS nos ofrece un alivio a través de iniciativas como Global Hearts (que comprende el paquete MPOWER para el control del tabaco de acuerdo con el Convenio Marco de la OMS  y el paquete SHAKE para la reducción del consumo de  sal),  y RESOLVE, cuya finalidad es evitar la muerte por enfermedades cardíacas a millones de personas, a causa de las grasas trans.

El tabaco causa al año 7 millones de muertos

La OMS ha establecido que “las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, y el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno contribuyen a cerca del 12% de las defunciones por cardiopatías. El consumo de tabaco es la segunda causa de enfermedades cardiovasculares, después de la hipertensión arterial”.

“La epidemia mundial de tabaco causa cada año más de 7 millones de defunciones, 900.000 de las cuales corresponden a personas no fumadoras que respiran humo de tabaco ajeno. Cerca del 80% de los más de 1.000 millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos medianos y bajos, que soportan la mayor carga de enfermedad relacionada con este producto”.

 El Mpower de la OMS

El gobierno nacional tiene la opción de aplicar a fondo el programa MPOWER de la OMS, que comprende: seguir vigilando el consumo de tabaco, a la vez que impone acciones preventivas sobre el mismo; continuar protegiendo a los ciudadanos de la exposición al humo del tabaco; y brindar ayuda a los fumadores, a través de trabajadores sanitarios y líneas telefónicas nacionales gratuitas.

Además, alertar sobre los riesgos del tabaco mediante el empaquetado neutro y las advertencias sanitarias, que deben estar apoyadas por grandes y efectivas campañas  en los medios de comunicación; hacer cumplir plenamente la prohibición de cuanta forma de promoción, patrocinio y publicidad se inventan a diario los interesados en el negocio del tabaco y sus productos y  accesorios; y seguir aumentando los impuestos a este vicio.

Los tratamientos, una opción

En Colombia, el tabaquismo causa más de 30 mil muertes al año y costos directos de tratamiento que equivalen, aproximadamente,  al 0,6 % del producto interno bruto, según estimativos diversos, entre ellos del Dane y el Banco de la República.

Desde la primera década de este siglo se observaron síntomas de dinamización de la epidemia en Colombia: el consumo juvenil  en ascenso, feminización del consumo, prevalencias en zonas urbanas y una edad promedio de inicio a los 12 años, de acuerdo a fuentes como la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes, Colciencias y entidades varias de salud.

Educar Consumidores ha propuesto evaluar estrategias de control del hábito de fumar, entre las cuales se encuentran los tratamientos farmacológicos, los cuales han demostrado ser eficaces en la cesación del tabaquismo. Esperanza Cerón, directora de esta organización, dice que  “existen varios de estos tratamientos, con costos y efectos diferenciales, por lo cual es necesario realizar estudios que permitan evaluar los costos y beneficios de estas intervenciones,  de manera que puedan ser priorizadas las  que muestren una mejor relación entre los costos y beneficios en salud”. Adicionalmente señala que “es necesario evaluar la viabilidad financiera de la implementación de estas intervenciones en el país”.

El aporte de las empresas

En concordancia con voces desde la OMS, es fundamental  que las empresas promuevan una cultura de vida sana, tanto  en términos de alimentación saludable  y práctica de deporte, como también en la lucha contra el tabaquismo, pues además de afectar  la salud de los empleados, va en contra de la productividad y la economía.

Dejar de fumar supone aumento de  4,5% en productividad laboral. Varios estudios concuerdan en que el tiempo desperdiciado por los empleados al abandonar su lugar de trabajo para salir a fumar, significa aproximadamente una reducción del  17% respecto al tiempo trabajado por una persona no fumadora.

Según la OMS, los programas para el abandono del tabaco en los lugares de trabajo están mostrando efectividad, al reducir el hábito de fumar entre los empleados. A ello ha ayudado el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, que impulsó la estrategia del no fumar, como una norma social.

Por su parte, el cardiólogo Gabriel Robledo recuerda que el consumo de cigarrillo puede producir infarto agudo al miocardio, enfermedad isquémica y muerte súbita, entre otras afecciones. “La nicotina y el monóxido de carbono fomentan el daño de las paredes arteriales, la  formación de trombos y aumenta los niveles de colesterol. Además, el monóxido de carbono disminuye el aporte de oxígeno al corazón, sin olvidar, además, que este daño se extiende a los fumadores pasivos”.

Colombia recauda más impuestos y disminuye el consumo de tabaco

Cifras del Instituto de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (IETS) indican que  el tabaquismo en Colombia es motivo de unas 88 muertes diarias. Mientras tanto,  los tratamientos asociados a las enfermedades crónicas no transmisibles generadas directamente  por la epidemia del tabaquismo, significan para los colombianos un costo anual  de 4.7 billones de pesos.

Para enfrentar este problema, los Ministerios de Salud y de Hacienda, junto a organizaciones de la sociedad civil como Educar Consumidores, con otros miembros de la Veeduría Ciudadana Control Tabaco, llevaron al Congreso Nacional la iniciativa de aumentar en un 200 %  el impuesto sobre los productos del tabaco y sus derivados. Esta propuesta fue acogida e incorporada al Estatuto Tributario en diciembre de 2016, y ya comienza a dar buenos resultados, tanto en la baja en el consumo, como también en el logro de un mayor recaudo de impuestos, con destino a la salud.

Tras el aumento en este impuesto, el costo tributario de una cajetilla de 20 unidades de cigarrillos pasó de $700 en el año 2016 a $1.400 en el año 2017 y $2.100 en el año 2018. Esta medida tuvo un gran impacto en el consumo de cigarrillos en el país. La prevalencia de tabaquismo cayó 4.6 puntos porcentuales entre los años 2013 y 2017, según reportó el Ministerio de Salud en reciente  informe.

Particularmente, entre 2016 (antes  del aumento en el impuesto al tabaco) y 2017, el número de fumadores adultos cayó de 3.3 millones a 2.8 millones, con una baja del 15 % según la Encuesta de Calidad de Vida (Dane). No sólo es el número de fumadores el que disminuye. Quienes no dejaron de fumar, bajaron la intensidad en el consumo: el porcentaje de fumadores diarios pasa de 63 % a 59 %, de acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida (Dane) .

En este mismo período, el recaudo de impuestos por el consumo subió de 595 mil millones de pesos a 871 mil millones de pesos,  lo que representa un incremento de 46%, según DAF-Minhacienda. Estos recursos adicionales se destinan a la salud, como lo dispusieron la misma reforma tributaria y  el decreto 1684 de 2017, reglamentando los giros que los departamentos deben hacer a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud, (ADRES).

Fuentes:

Instituto de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (IETS), Veeduría Ciudadana Control Tabaco, Ministerio de Salud, Encuesta de Calidad de Vida (Dane), Organización Mundial de la Salud, OMS, Organización Educar Consumidores.

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