¡Agoreros climáticos!

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¡El planeta tierra primero!

A partir de hoy (domingo 31/10/2021) -Noche de brujas-, Glasgow -la mayor ciudad de Escocia y tercera del Reino Unido, después de Londres y Birmingham- congrega alrededor de 30.000 delegados de casi 200 países, con motivo de la cumbre sobre el Cambio Climático (COP26), convocada por la ONU, con el objetivo de emprender acciones que frenen la publicitada emergencia medioambiental.

Evento -único en su género- que se ocupará de la alteración climática, la relación -amigable- con el planeta y sus habitantes; suceso en que los expertos esperan un punto de inflexión en la lucha contra el susodicho desorden, luego de advertir de que es la última oportunidad de salvar el mundo. Encuentro donde se examinarán los avances alcanzados desde el Acuerdo de París 2015, se actualizarán los compromisos encaminados a evitar que la temperatura a final de siglo, suba más de 1.5º C , con relación a los valores preindustriales.

Muchos activistas y delegados, mayormente de las comunidades indígenas que, directamente, suelen ser los más afectados, estarán ausentes, por falta de recursos económicos, de apoyo de sus gobiernos. El presidente de China, primer emisor de CO2, brillará por su ausencia. Sobrará en cambio, el artificioso, subpresidente Duque, como su insubstancial, insulsa, redundante verborrea, repetida durante sus tres eternos años de desgobierno, reimprimida recientemente en la ONU.

Resulta irónico que mientras el falsario subpresidente, recibe dinero y condecoraciones como la impuesta por International Conservation Caucus Foundation (ICCF), en Colombia son asesinados los guardianes de la naturaleza. Solo en 2021 -a septiembre- habían sido ultimados 124 líderes sociales y defensores de Derechos Humanos, y, desde la firma del acuerdo de paz -que se empeñó en repudiar, hacer trizas-, son 1.235 los ajusticiados.

Balance que no da para autoelogiarse, sacar pecho, vanagloriarse, como lo hace en cada escenario donde excreta -sin sonrojarse- sus fraguadas, maquilladas cifras con las que, autocalifica de inigualable su lucha frontal contra los depredadores de la naturaleza, en defensa del medio ambiente, ignorando las 171.685 hectáreas deforestadas en 2020, 8 % más que en 2019; 109.000 hectáreas en el Amazonas -el territorio más afectado-.

La joven mártir, virgen, Greta Thunberg, activista sueca del «cambio climático», solicita rebautizar esta expresión por: “colapso climático”; “crisis climática”; “ecológica”; “emergencia climática”; “ecológica”; “colapso ecológico”; enunciados bendecidos por los pontífices de la nueva religión ambiental.

Recurrente tema con el que estos talibanes climáticos contemporáneos, aterrorizan, lo que debiera inducir a la reflexión. El Washington Post, el 9 de julio de 1971, anunciaba la inminente llegada de una inesperada glaciación, provocada por la caída de seis grados en la temperatura media del planeta, fenómeno que podría poner fin a la especie humana, ocasionada por la quema indiscriminada de combustibles fósiles que impedían -se decía- la llegada de los rayos solares a la superficie terrestre, los mismos que hoy provocan el calentamiento global.

Faltaba poco -entonces-, para que cientos de millones de personas murieran de hambre y de frío, y para que los habitantes de las ciudades tuvieran que usar máscaras de gas para poder respirar y mil espantos más.

Con el vicepresidente Al Gore, ‘catastrofista climático’: Llegó un augur de nuevo cuño. cuyas erróneas predicciones recogió en el documental: ‘Una verdad incómoda’, que le mereció el Nobel de la Paz (1997), siderales mentiras desnudadas por el tiempo: Las islas y ciudades costeras tendrían que estar ya sumergidas. Siguen indemnes, intactas. El hielo del Polo Norte que pronosticó desaparecería para 2013, sigue ahí.

Los pitonisos climáticos reaparecerán hoy con un sartal de anuncios respecto al sofocante futuro que le espera a la humanidad, después de haber previsto que para el 2020, tendríamos un Mediterráneo sin playas por el aumento del nivel del mar; la región cantábrica cubierta de palmeras; frecuentes y violentos huracanes; Venecia y Amsterdam, como cientos de islas del Pacífico anegadas; neblinas tóxicas envenenado a la gente; la malaria y el cólera, causando estragos en Europa; 1.600 millones de personas pasando hambre…

BRASIL COLOMBIA

Mientras tanto, Duque hace caja, viaja con los impuestos y donaciones de los potentados, ante quienes -sin ruborizarse- enmascara su cara de chancho, por la de acatado estadista, propone soluciones que evitarían la catástrofe universal. Compromete metas que otros cumplirán: “reducir -para el 2030- en un 51 % las emisiones de gases efecto invernadero«; «alcanzar en el 2050 la carbono neutralidad” (sic); “deforestación cero para el 2030”, “desarrollo de la economía circular”, “…articulación de la ruta del hidrógeno y la defensa del Amazonas”.

‘Salve Señor nuestro planeta’…  de tanto payaso.

Bogotá, D.C., 31 de 2021

http://articulosmarioariasgomez.blogspot.com.co/30

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mario arias gómez
mario arias gómez

Abogado, periodista y escritor


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