China comunista opera la censura en Cuba

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Por René Bolio.

Presidente de la Comisión Justicia Cuba y de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos

Grandes manifestaciones de protesta se están llevando a cabo por toda la geografía cubana. La respuesta de la dictadura ha sido cruel, violenta y desproporcionada. Todo esto lo sabemos por los testimonios de los cubanos que, vía telefónica o mediante creatividad electrónica, logran sacar al exterior estos sucesos, con mucha dificultad y muy escasa calidad.

Esto comenzó el 11 de julio, cuando vecinos de San Antonio de los Baños, un municipio de la capital cubana, salieron a protestar, y esta manifestación se difundió por algunas redes sociales. Su ejemplo cundió por toda la isla y las protestas se hicieron masivas. La dictadura cubana intentó frenar este movimiento nacional que reclama libertad y ordenó el bloqueo de las redes sociales y el internet en general.

Al día de hoy, el internet no funciona, las redes sociales permanecen bloqueadas, y las comunicaciones telefónicas están intervenidas y con graves fallas.

Pero esto no es nuevo. El control total del régimen cubano sobre las comunicaciones de los cubanos se remonta a los inicios de la dictadura: la correspondencia ha sido violada institucionalmente desde la llegada de los comunistas, la red telefónica ha sido intervenida todo el tiempo y las comunicaciones electrónicas llegaron a la isla controladas por los castristas demasiado tarde, costosas e ineficientes.

La empresa Etecsa, propiedad del régimen, es la encargada de las telecomunicaciones cubanas, altamente ineficiente, constituida a partir de fraudes a inversionistas extranjeros y con unos precios excesivos, superiores hasta diez veces frente a los que se tienen en países libres.

Se permitió apenas en 2015 la posesión y uso de telefonía celular, y poco después se conectó Cuba al internet, mediante un cable que se enlaza con otra dictadura asociada: Venezuela. Y hasta el 2018 se permitió a los ciudadanos utilizar los datos para comunicarse.

Para toda la infraestructura que se requiere en materia de telecomunicaciones, el régimen ha adquirido tecnología de China comunista. Todos los aparatos son de empresas como Huawei, ZTE y TP Link, propiedad del Partido Comunista chino. De igual manera, el software que se maneja en toda la isla tiene componentes de China, incluso la programación tiene lenguaje chino.

Toda esta tecnología es la que usa el Partido Comunista chino para controlar las comunicaciones en su país, y dada la complejidad y extensión de China resulta que la experiencia en materia de control y censura se les ha facilitado en Cuba. En China está controlado y supervisado todo el tráfico de internet, estando prohibido el uso de plataformas como Facebook, Twitter, YouTube y Amazon.

De esta manera, no solo el hardware y el software utilizados en Cuba son chinos, sino que los mecanismos de control y censura provienen directamente de los comunistas y son adaptados para reforzar la dictadura en Cuba.

Todas las redes sociales que se permiten en Cuba son supervisadas, y a eso le podemos agregar los sistemas de espionaje en computadoras y celulares utilizados por la población, para poder filtrar la información proveniente del exterior, así como la que se publica en las aplicaciones y medios sociales.

Este control es total y absoluto, por lo cual, al detonarse las manifestaciones que piden libertad en Cuba, y tras un breve momento en el cual se viralizaron estas protestas, el régimen cubano determinó el bloqueo del internet y de las comunicaciones electrónicas desde y hacia la isla.

Sin embargo, por más que se ha tratado de frenar la comunicación entre los cubanos, las noticias siguen llegando, con más lentitud e imprecisión, pero dejando ver la crueldad y la determinación de aplastar a los ciudadanos cubanos que se manifiestan en toda la geografía de la isla.

La asociación entre los regímenes comunistas chino y cubano es añeja. Desde los tiempos de Mao y del criminal Che Guevara, China ha financiado con miles de millones de dólares a la dictadura castrista, e incluso le ha condonado la deuda. La posición geoestratégica de Cuba le da al sistema chino-comunista la posibilidad de tener cerca a los Estados Unidos, y por ello mantiene su alianza a pesar del enorme costo que le representa.

El uso de la tecnología china y la aplicación experimentada de la censura, control y espionaje han sido perfeccionados y ahora se utiliza en su máxima expresión en Cuba. Se espera que haya mecanismos alternativos de comunicación para que el mundo se entere, con mayor precisión y oportunidad, de la terrible situación que viven los cubanos a manos de los comunistas, instruidos por los chinos de Xi Jinping.

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