Colombia tiene arreglo, dice el Senador Jorge Robledo

Colombia tiene arreglo, dice el Senador Jorge Robledo

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Por: Daniel Alzate Isaza.

En la Plaza de Fundadores de Belén de Umbría se ondean banderas amarillas, habita el olor a café en el aire, hay júbilo entre la gente, ambiente de celebración, hay líderes locales liberales, conservadores, polistas, representantes cafeteros, familias, curiosos, policías y una Iglesia de fondo.  Dicen quienes asisten que les llena de motivación ver a gran parte del pueblo participando en la plaza, considerando las raíces conservadoras de los belumbrenses. Están esperando una visita anunciada cada tanto en el micrófono, ‘en contados minutos nos acompañará el Senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, quien viene a respaldar nuestra lucha y nuestros candidatos’.

El Senador llegó. La gente va a rodearlo, hay fotografías y saludos fraternos, un periodista lo interpela, empieza a demorarse en las preguntas y tarda su intervención, el hombre del micrófono lo anuncia de nuevo para que empiece el acto. Todos quieren escucharlo.

Se termina el acto en Belén y vamos rumbo a La Virginia para cerrar con el último acto de los 17 municipios del eje cafetero.

Senador, ¿cómo nace la iniciativa de gira con la consigna Este país sí tiene arreglo?

He dicho que no soy candidato en este momento a nada, los senadores no estamos disputándonos las curules, pero yo soy de los que cree que uno debe ser amigo de los amigos y de la gente que lucha y por supuesto voy a hacer esfuerzos para servirle a las causas en las que uno cree y en estas elecciones, el Polo y los amigos del Polo, pues tienen centenares de candidatos por todo Colombia, entonces tomé la decisión de irme por el país respaldando esas candidaturas. Simplemente acompañarlos y a estar con ellos, ayudarles a hacer actos. Yo creo que voy a estar entre 120 y 150 municipios en esta gira, andamos con una buseta que la marcamos y le pusimos ‘Este país sí tiene arreglo’. Es un mensaje con dos aspectos; si tiene arreglo es porque está mal, pero sí tiene arreglo, y lo que estamos diciéndole a la gente es: porque estamos convencidos de que Colombia está muy mal y está empeorando y qué hay que hacer para poder arreglar el país.

Hasta el momento la gira del senador ha visitado 50 municipios. ¿Qué se ha encontrado en el camino?

Primero un Polo vibrante, esto es una de las cosas más emocionantes. Es que el Polo lo han intentado acabar muchas veces y no han podido, entonces veo un Polo muy entusiasta en todas partes, las camisetas amarillas, las banderas, los hombres, las mujeres, los jóvenes, los viejos, toda la gente en plan de lucha. Tenemos listas en 550 municipios del país, eso es un éxito muy grande porque en esos 550 municipios vive más del 90% de los colombianos, como es obvio, entonces lo que he encontrado es un Polo metiendo la ficha como se dice, trabajando duro, vinculados a la gente, todos nuestros hombres y mujeres polistas siempre al lado de los que están luchando, que el agricultor, el educador, el estudiante, el medio ambiente, que una cosa y que otra, la industria, los gremios sindicales siempre acompañando a la personas que están luchando por tener un país mejor.

Enumerando algunos de las áreas en deterioro, la industria, el agro, la salud, la educación, por dónde se empieza a arreglar a Colombia.

El punto es entender que Colombia tiene la potencialidad para ser un país con un nivel de desarrollo muchísimo más alto del que tiene. Para ponerlo en una figura que sea visible, digamos que Colombia está funcionando a 70 centímetros de altura y podría estar funcionando a 1 con 50, digamos por poner esa imagen. Entonces aquí estamos en un país que tiene problemas absurdos, desproporcionados en una mala situación agraria, una mala situación industrial, problemas muy graves de desempleo, de falta de ingresos, de pobreza, no funciona el sistema de salud, no funciona bien la educación, corrupción, mucha también. Yo un día le dije a un ministro, oiga ministro dígame una sola cosa de este país que tenga que ver con el gobierno que funcione bien y se quedó mudo, todavía estoy esperando la respuesta porque no pueden decir nada en ese sentido, entonces la primera idea es localizar que el país no está bien. Ahora, hay unos a los que les va bien, eso también es verdad, los amigos de los gobiernos, la clase política tradicional colombiana, las trasnacionales, los ‘Juan Manueles’ que yo he estado llamando para resumir a esos sectores con un solo nombre, a ellos les va divinamente. Y les va divinamente porque ellos son los que han diseñado el país así, de esta mala manera como está funcionando y ellos son grandes favorecidos. Suelo poner el ejemplo de las condiciones de salud de Santos o de Vargas Lleras en estos días, y a mí me alegra que los curen de sus males, pero lo que digo es esto: un lunes les encuentran una enfermedad grave, un martes los operan, y un miércoles están divinamente atendidos, pero uno se pregunta, ¿y a los demás colombianos también les funciona la salud así? En todas partes la gente grita no! no! porque por supuesto esa es la tragedia que se está viviendo y digamos que así podríamos mirar en cada cosa. Y si sabemos que las cosas no están bien y quienes son sus causantes, pues podemos arreglarlo en la medida en que salgan estos personajes de la dirección del Estado y que entremos a gobernar quienes sí estamos realmente interesados en que este país salga adelante. Ahora, esto necesita una condición, y es que el pueblo colombiano tiene que creer en esta historia y tiene que decidirse a luchar, el pueblo colombiano tiene que entender que si no se pone en la tarea de cambiar el país pues Colombia seguirá igual porque nosotros solos, los dirigentes solos, pues no podemos hacerlo.

Cuál es la situación que atraviesa el agro colombiano y el balance que dejan los TLC que se han venido firmando con celeridad.

El balance del libre comercio y de los TLC’s es supremamente malo, esa discusión ya se resolvió. Ellos dijeron que nos iba a ir muy bien con unas cosas, nosotros dijimos que nos iba a ir muy mal. Llevan 25 años dándole a eso, desde el gobierno de César Gaviria, y cuál es el balance, el balance es que hemos perdido cerca de dos millones de hectáreas en cultivos temporales, han desaparecido de la vida del país, el balance es que estamos exportando más de 10 millones de toneladas de productos agrícolas y pecuarios que se podrían producir en Colombia, el balance es que han desaparecido renglones enteros por ejemplo el trigo se acabó, la cebada se acabó, muchos granos también han desaparecido la soya, el sorgo, el balance es que el 30% de lo que nos comemos los colombianos es comida extranjera. Eso qué quiere decir, que si el día de mañana por cualquier razón no llegara la comida del exterior, en Colombia habría una hambruna, nos quedaríamos sin cereales, en buena parte sin cárnicos, o sea estaríamos en un problema extremadamente complicado. Y eso por supuesto lo acaba de confirmar el censo agrario donde se traducen las condiciones de pobreza y miseria rural absolutamente lamentables y se traduce incluso en una cosa que es muy grave, y es que el grueso de las tierras de Colombia que podrían estar en agricultura, no lo están, o están en rastrojos o en ganaderías extensivas de muy baja productividad, lo que quiere decir que la tierra en Colombia no se está usando y eso es un desperdicio supremo porque la tierra en la medida en que se trabaje puede generar mucha riqueza pero si no se trabaja casi que es como quemarla o botarla porque no genera los factores de progreso que debería generar. Yo diría que el modelo agrario colombiano es el peor modelo agrario del mundo, porque siempre el peor modelo agrario de un país o del mundo será aquel que no pone a producir la tierra y que se dedica a traer del extranjero lo que podríamos producir en el territorio nacional.

Cómo hacer para vincular a los apáticos de la política y lograr que se unan a la fuerza que quiere el cambio y piensa una Colombia distinta.

Yo diría que en Colombia tienen mucha fuerza dos ideas equivocadas, que en parte las han metido los de arriba y que apuntan a que la gente no se movilice, no se interese y no luche, son dos ideas falsas pero que existen y son poderosas. La primera dice, ‘este país no tiene arreglo’, ‘esto se lo llevó el diablo, ‘aquí no hay nada que hacer’, idea que es muy dañina porque si la gente piensa que no hay arreglo que no hay nada que hacer pues la gente no lucha, no se moviliza e inclusive termina votando por el primer chiflamicas que se aparezca por ahí, le ofrezca un tamal o cualquier cosa. Y la segunda idea equivocada que hace mucho daño también, es la idea de que todos los políticos somos iguales, va pegada a la primera. Si todos los políticos somos iguales de malos pues el país no tiene arreglo y esa es una idea que estamos tratando de quitarle a la gente, nosotros los del Polo no somos iguales a ellos y pueden empeñarse en decir que sí pero no es verdad y hay una manera que es muy fácil de probarlo, si somos iguales a ellos por qué no estamos respaldando al gobierno de Santos y por qué no respaldamos al de Uribe. Nosotros sabemos que si uno se va para allá le dan cosas, puestos, contratos, canonjías, mermelada. ¿Pero por qué no nos fuimos hacia allá, ni con Santos ni con Uribe? pues no nos fuimos porque no nos gusta la manera como ellos gobiernan a Colombia, entonces preferimos estar con la gente que sufre los rigores de los malos gobiernos a irnos para allá a vender nuestras conciencias o a actuar de una manera que consideramos inaceptable.

En las próximas elecciones para presidente, se ha comentado sobre una candidatura suya al 2018.

Digamos esto, hagamos una precisión, hay numerosos colombianos, y es bien notorio en esta vuelta que le estoy dando a Colombia, muchos colombianos polistas y no polistas, que me están diciendo ‘senador, láncese de candidato presidencial en el 2018’, yo qué es lo que he dicho sobre eso. He dicho que no tengo ninguna determinación tomada al respecto, que incluso es muy temprano para tomar decisiones de ese tipo, esas son cosas que hay que pensarlas con cabeza fría, son asuntos de mucha responsabilidad que uno no puede tratar a la loca como se dice, ahora, también he agregado que veo con ojos positivos esa posibilidad, es decir, es una cosa que podría terminar sucediendo, en la medida repito en que hay una petición ciudadana en esa dirección, pero bueno el punto es que no he decidido nada al respecto. Una de las condiciones para aceptar una candidatura de ese tipo sería que se pudiera configurar una gran convergencia ciudadana, no solamente con la gente del Polo, sino una cosa que fuera mucho más allá del Polo, que estuvieran primero los más pobres de Colombia, pero también las clases medias y el empresariado que quiera luchar por el progreso de Colombia. Y en segundo término, estando los del Polo y las fuerzas alternativas, que estuviera también mucho pueblo liberal, conservador, de la U, Cambio Radical, Centro Democrático. Finalmente, lo que queremos hacer en el Polo es poner el país al servicio de la gente, de todos los ciudadanos que serían bienvenidos a ese proceso de transformación, pero insisto, no he tomado ninguna determinación, ya veremos qué nos va diciendo la vida.

 Y la paz, ¿a dónde va ese proceso?

Cuando el Polo se creó, de la violencia que martiriza a Colombia dijimos dos cosas, dijimos no a la lucha armada, no al uso de la violencia como manera de tramitar las diferencias entre los colombianos, y también dijimos sí a un proceso de paz negociado, entonces cuando se anunció que empezaba el proceso de paz, en el Polo siempre hemos dicho que estamos de acuerdo con que se avance en ese proceso y hacemos votos porque termine bien, y qué quiere decir para mí que termine bien. Primero que desaparezcan de una vez y para siempre los fusiles y  las armas de la ilegalidad y que quienes están en la ilegalidad puedan reintegrarse a la vida civil con garantías democráticas. Eso solo no va a resolver todos los problemas de Colombia pero sí sería un paso adelante, sería bien positivo y lo celebraríamos. Menos muertos, menos viudas, menos sangre, menos sufrimiento siempre será positivo. Y se facilitaría si la paz se logra, la lucha democrática, social, política, gremial, la lucha por transformar a Colombia que hoy está muy entorpecida por la violencia, por el ruido de los fusiles que nos hace difícil el debate político, entonces en conclusión ojalá ese proceso termine bien, ojalá logren llegar a unos acuerdos que sean sensatos por supuesto, que sean lo que el país necesita y que podamos el día de mañana todos celebrar que esas armas desaparecieron.

En el parque principal de La Virginia lo esperan más banderas, camisetas que dicen Robledo soy yo, somos todos. Detrás de la tarima un árbol gigantesco de más 80 años. Aguarda en el micrófono un líder que presenta al senador y a uno de los candidatos al concejo presidente del sindicato de corteros de caña, un destacado líder entre los obreros del Ingenio Risaralda. El acto continúa con las palabras del senador Robledo quien asegura al finalizar que vienen tiempos difíciles para el país, con un modelo económico que ha fracasado, el dólar por las nubes, y los amigos de Santos divinamente. Termina el senador diciendo que Superman no va a venir a salvarnos porque no existe, pero lo más parecido a Superman que ha visto, es al pueblo cuando lucha unido.  La respuesta es enérgica en aplausos.

La buseta amarilla parqueada en la esquina del parque lleva la consigna: Este país sí tiene arreglo.

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