Hugo Chavez y Simon Bolivar

En el Bicentenario, continúan atracando la Memoria del Libertador

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Ariel Peña
Ariel Peña

Es una vergüenza que al conmemorarse el Bicentenario de la batalla de Boyacá el pasado 7 de agosto, que selló la independencia en Colombia, todavía los seguidores de la estafa comunista del marxismo leninismo, continúen manoseando el nombre del libertador, hablando de bolivarianismo, cuando eso  es totalmente  antagónico al pensamiento liberador de Simón Bolívar que es la antítesis al dogmatismo liberticida de Karl Marx; pero el comunismo totalitario valiéndose de la confusión ideológica  que existe en algunos pueblos latinoamericanos hace un revoltijo desventurado, entre la genialidad y el embrutecimiento.

El maniático difunto  presidente  de Venezuela  Hugo Chávez, de una manera burda y maniquea  atracó la memoria de Bolívar (que indiscutiblemente es un inmenso adalid de toda  la humanidad) para montar su bodrio del socialismo del siglo XXl (disfraz marxista), constituyéndose  en la máxima aberración política e ideológica que ha existido en Latinoamérica.

Chávez de mala fe, utilizó el nombre del Libertador  para juntarlo  con Karl Marx, quien en una  biografía publicada en 1858 de su puño y letra, se refirió a   Bolívar  como el “canalla  más cobarde, brutal y miserable. Bolívar  es el verdadero Souloque”,  además lo acusó de haber  entregado a  Francisco Miranda a los españoles; lo cual demuestra que la  mezcla entre Marx  y Bolívar es como juntar el agua  y el aceite,  o  algo similar a  crear una religión entre Jesucristo y los fariseos quienes persiguieron al Maestro hasta hacerlo crucificar, de ahí  que el perverso revuelto que hace el  castrochavismo  para engañar incautos desconociendo el rigor histórico es  una promiscuidad doctrinal.

Poco antes de morir Bolívar dijo no tener patria, ya que la misma era usada por los tiranos para oprimir a los débiles, sin embargo  el castrochavismo  ha tomado el termino bolivarianismo  para montar toda clase  de abyecciones,  teniendo enajenada  e idiotizada  absolutamente a la población de Cuba y  tratando de hacer lo mismo con  otras naciones dirigidas por dictaduras sanguinarias marxistas como son los  casos de Venezuela y Nicaragua, subrayando que fue  tan miserable y deshonroso  el papel del tirano  Fidel Castro que a nombre de la “patria” mandó   mercenarios cubanos en la década de los setenta del siglo pasado al África, para defender los intereses del imperio soviético en ese continente.

Entonces la farsa chavista del socialismo del siglo  XXl que ha fracasado en Latinoamérica, por razones  humanas, económicas, políticas y filosóficas no puede  hacer simbiosis  entre el marxismo y  el bolivarianismo(bien entendido), ya que ello constituye una afrenta a la inteligencia y un ultraje a los ideales nobles  y libertarios de  Bolívar.

Sin embargo el tirano  de Fidel Castro como comunista resabiado asaltaba  la memoria del Libertador y decía: “Simón Bolívar, su nombre no pertenece ya solo a ese hermano país de Venezuela, sino a todos los pueblos de  América Latina”, pero claro que Bolívar es de todas nuestras naciones, pero a los únicos que no puede pertenecer es  a los miembros de la pandilla marxista leninista de la que hacían parte Castro y Chávez, ya que jamás las ideas emancipadoras de Bolívar tienen algo que ver con las patrañas oprobiosas, criminales y esclavistas de Marx.

El marxismo en su genocida historia, siempre se ha  valido de la estupidez humana, para llegar mediante el engaño y la violencia a la toma del poder político, y en el caso de Latinoamérica la mayoría de las veces no pone la cara, sino que de manera perversa utiliza  a  figuras cimeras como la del Libertador para timar incautos, pues   a los comunistas totalitarios por no tener la razón lo que más los asusta es el debate ideológico al cual le huyen, siguiendo las enseñanzas de  Lenin  y Antonio Gramsci, por eso los miembros de la secta marxista engañan a los demás, al engañar a otros, se engañan a ellos mismos y al engañarse así mismo van en contra de su conciencia  y al ir en contra de su conciencia  son parte indiscutible  de  la bestialidad.

En el Bicentenario de la batalla de Boyacá, que fue parte fundamental  de  la gesta emancipadora de Bolívar para los países de la región, el mejor homenaje que se le puede rendir, es incrementar el repudio  hacia  la secta  del marxismo leninismo, liberando a las naciones latinoamericanas que han caído bajo la férula del socialismo del siglo XXl,  utilizando la democracia que es la alternativa real y posible, para el progreso social y humano de los pueblos, porque el comunismo totalitario del cual hacen parte en Colombia las bandas armadas del Eln y las  Farc solo trae miseria, atraso, ignorancia y muerte.

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Ariel Peña
Ariel Peña

Columnista, Escritor. Presidente de la federación Sindical UTRECOL


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