El 18 de mayo, la mayoría de los comerciantes de los Sanandresitos, en el sur de Bogotá, salieron a marchar para rechazar la llegada masiva de negociantes chinos al sector, porque según ellos, los asiáticos tienen grandes prebendas tributarias que le otorgó el Gobierno Nacional ante lo cual no tienen forma de competir de igual a igual con los extranjeros.
Es decir, los comerciantes chinos tendrían rebajas en sus importaciones, mientras los nacionales pagan altos aranceles, lo cual les hace incrementar los precios de sus productos para tener algún margen de ganancia o, a veces, sacar, al menos, lo invertido.
Todo lo contrario a los chinos que cada día compran o arriendan grandes locales que llenan con sus diversas mercancías, las cuales distribuyen o venden muy barata por sus facilidades con los impuestos y así inundan el mercado con miles de productos.
Esta situación hará que cientos de comerciantes colombianos desaparezcan del negocio porque la desigualdad o desventaja a la hora de competir con los extranjeros.
Los empresarios nacionales aseguran que son generadores de muchos empleos en la zona, pero están afrontando una competencia desigual para ellos en el comercio, porque muchas veces la mercancía china también entra de contrabando al país.