El Cura Camilo Torres y la Perversidad Comunista

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Por Ariel Peña.

El pensador brasileño, Olavo de Carvalho, afirma: “El comunismo no es un gran ideal que se pervirtió, es una  perversión que se vendió como un gran ideal”, ello significa que exculpar  al marxismo cuyo ADN es el terrorismo, diciendo que ha sido mal aplicado o mal interpretado, es otro  artificio ruin para seguir engañando, ya que el comunismo es intrínsecamente perverso, llegando al colmo de  utilizar  a la religión como “forma de lucha”, para sus objetivos estratégicos en la toma del poder, de ahí que hay que quitarle la  “aureola” que le han colocado al cura Camilo Torres, quien simplemente fue un instrumento del comunismo totalitario.

El acto terrorista del ELN, el 17 de enero de 2018 en la Escuela General Santander, en donde murieron 22 cadetes, demuestra que la vesania sigue siendo fundamental para los objetivos de la banda armada que combina al engendro marxista leninista con la teología de liberación, la cual ha engañado a sectores populares en Latinoamérica con la tramoya de la emancipación de los pobres, cuando en realidad busca someter a las masas al yugo comunista; para ello el ELN utiliza como icono al cura Camilo Torres.

Se cumplen 53 años de la muerte del cura guerrillero, ocurrida durante un combate con el ejercito en San Vicente de Chucurí, departamento de Santander; subrayando  que el personaje ha sido el mito de la  narcoguerrilla del ELN  durante todas estas décadas, por ello hay que analizar  de acuerdo a  las Sagradas Escrituras  el comportamiento de ese sacerdote, desde el punto de vista de la verdadera  caridad  cristiana.

Un Salmo dice: “Dichoso el que piensa en el débil y pobre; el Señor lo librara en tiempos malos. El Señor lo protegerá, le dará vida y felicidad en la tierra, y no lo abandonara al capricho de sus enemigos”, lo que demuestra  que la caridad con el necesitado es una obligación para el buen cristiano, sin embargo usar al menesteroso de manera oportunista, para dar rienda suelta a las veleidades, caprichos y apetitos políticos es una afrenta a las obras  de misericordia, lo cual  le ocurrió  a  Camilo Torres.

Y volvemos a mencionar el pasaje bíblico del evangelio de San Juan capitulo doce, en donde narra:  que estaba Jesús en Betania, 6 días antes de la Pascua en casa de Lázaro a quien el Maestro había resucitado, le hicieron  una cena, entonces  María la  hermana de Lázaro tomó una libra de perfume de  nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús y los enjugó con sus cabellos, pero Judas Iscariote el que más adelante traicionó al Maestro dijo: “¿por qué no fue este perfume vendido por el equivalente al salario de trescientos días para ayudar a los pobres?” Pero de una manera magistral el evangelista aclara que no era  que Judas cuidara de los pobres, sino que era ladrón y siendo el tesorero sustraía de lo que echaban en la bolsa;  Jesús le dijo a Judas: “a los pobres siempre los tendréis con vosotros y los podréis ayudar, mas a mi no siempre me tendréis”.

Si la perversidad comunista del marxismo leninismo hubiera existido en la época  de Jesús,  Judas seria uno de sus mejores exponentes, pues con el discurso miserabilista muestra  su “sensibilidad social” fundamentada en la hipocresía, igual que sucede con los seguidores de ese engendro totalitario, que dicen luchar a favor de los humildes, pero  como una treta para conquistar el poder y permanecer en él, por los siglos de los  siglos, espoleando y  oprimiendo a los pueblos como sucede con las cáfilas comunistas, cuando conquistan el poder.

No solo es histórica la supuesta sensibilidad social de  Judas Iscariote, ya que no se puede olvidar también  a Hitler quien en su libro “Mi Lucha” rabiosamente exigía el pan para los hijos de Alemania y condenaba  al capitalismo y la explotación; de igual manera Mussolini también proclamaba la defensa de los pobres y los oprimidos de Italia, y fundó  el  fascismo para fortalecer a  “la revolución y el socialismo” así que  la humanidad a través de los tiempos ha sido engañada por estos vendedores de humo, que le han traído a la tierra grandes calamidades.

Los  mitos que se conjugan alrededor de la figura del cura Camilo torres, hay que analizarlos de acuerdo al  cristianismo, que tuvo una actitud libertaria con  Jesús cuando fue tentado  por el mismísimo diablo, quien le ofreció el poder político con la potestad y su gloria, si se postraba para adóralo, en donde el maligno agregó con respecto a ese poder terrenal: “a mí me ha sido dado y yo lo entrego a quien quiera”,  y Jesús rechazó vehementemente ese ofrecimiento. Esto puede ser una metáfora, pero demuestra que mediante la maldad, algunos seres humanos  buscan llegar a la dirección de las naciones usando las formas más abyectas, dándole  de acuerdo a la Biblia un carácter diabólico a esa voracidad, que  es lo que sucede con el marxismo que usa a los pobres de herramienta para lograr sus torvos fines.

Camilo Torres no tuvo el comportamiento de un autentico cristiano, al separarse de la  Iglesia, para entrar  en el  azaroso mundo de la lucha por conquistar el poder político, rechazando lo que enseñó Jesucristo, sino que siguió la senda de una teología de la liberación que es una aberración marxista, olvidándose de la verdadera caridad cristiana, creyendo que el manejo del Estado era el culmen del su proyecto de vida, por eso se armó y fue a parar hace 53 años a una organización marxista leninista como el ELN, que hizo parte de la conspiración comunista totalitaria en contra de Latinoamérica, propiciada por el dictador  Fidel Castro y promovida por La URSS para disputarle la hegemonía mundial a USA en la guerra fría.

Varios de los seguidores del “socialismo utópico” que dio  origen a la social democracia, el  mutualismo y el cooperativismo en el siglo XlX, dentro de los que se destaca Eduardo Bernstein, al criticar y rechazar al marxismo, afirmaba que ese comunismo pretendía copiar ladinamente   al  cristianismo, resaltando que   en los primeros 300 años de la doctrina del Maestro de Nazaret, mediante la solidaridad y la caridad se ayudaba a los pobres y se suplía de lo necesario a las comunidades,  sin aspirar  llegar a manejar el gobierno o influir políticamente en el Imperio Romano, pero en cambio el marxismo con sus formulas supersticiosas busca mediante la mentira  y el crimen, alcanzar el manejo burocrático del Estado engañando a los necesitados, para montar una dictadura  en donde no hay soluciones a los apremios sociales y económicas del pueblo, sino represión y muerte, ya que  la dictadura comunista se mantiene  con el ardid y la fuerza bruta.

La guerrilla  del ELN al mezclar al marxismo que por sus componentes terroristas promueve el odio y la muerte, con el cristianismo que es su antítesis al enseñar el amor al  prójimo, ignora que  la construcción del Reino de Dios en la tierra es sin opresión  política ni económica. Y desde luego no hay que olvidar que el ELN asesinó y torturó en 1989 al obispo de Arauca, Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, y es responsable  de otros crímenes en contra de sacerdotes  y religiosos cristianos católicos, además de ministros de otras iglesias, agregándole  los ecosidios que han afectando amplias zonas del país con la voladura de oleoductos.

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Ariel Peña
Ariel Peña

Columnista, Escritor. Presidente de la federación Sindical UTRECOL


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