Por: Eduardo Padilla Hernández, presidente Aso-Red.
Y Sixto Alfredo Pinto.
Las historias universales a menudo se repiten en vidas cotidianas, porque la llama de la vida es la misma en todo el planeta Tierra.
Con base en esta premisa creo que Tania Otero Arroyo, gerente de Funtierra Rehabilitación, fue librada por la justicia, porque Dios no permitió que esta mujer honorable, justa, trabajadora y servicial, fuese colocada en la hoguera de la nueva inquisición, ahora denominada corrupción.
Juana de Arco, “una chica de vida irreprochable, una buena cristiana, poseída de las virtudes de la humildad, la honestidad y la sencillez”, no contó con la misma suerte, porque así ha sido siempre la corrupción que cabalga por las praderas del infinito; pues la iniquidad tiene tres objetivos: Hurtar, destruir y matar. Pero a los justos, Dios les da vida para que la tengan en abundancia.
El noble proyecto de Tania Otero consistió en ayudar a los niños discapacitados del departamento de Córdoba, con terapias de rehabilitación integral, en clínicas propias, con la colaboración de insignes profesionales de esas áreas específicas.
Pero los corruptos, que supuestamente fueron elegidos con la ayuda de la compra-venta de votos, le pidieron a la doctora Tania compartir utilidades de los dineros destinados a la recuperación de los niños.
Tania, en su calidad de gerente de Funtierra Rehabilitación, se negó rotundamente a descompletar los recursos que eran indispensables para el proceso de recuperación de los niños adscritos a su institución de salud infantil.
Entonces, la reacción de esos delincuentes disfrazados de servidores públicos, al quedar con los crespos hechos, fue optar por la retaliación que consistió en iniciar y adelantar una serie de demandas en contra de Otero Arroyo; pero eso no les funcionó, porque como dice el viejo y conocido refrán de los campesinos sabios: “El que escupe hacia arriba, le cae la saliva encima”.
Eso, precisamente, fue lo que sucedió: Hoy más de doce de esos bandidos están presos, entre ellos el poderoso Musa Besaile y, de “ñapa”, el tristemente célebre gobernador Edwin Besaile fue destituido.
La Princesa de Orleans, después de haber sido sometida literalmente a la hoguera de la inquisición, hoy su espíritu magnánimo está canonizado. Casi de la misma manera, la profesional universitaria en odontología pediátrica, Tania Otero, fue sometida a la hoguera de la ignominia por parte de los mencionados políticos; pero ella hoy luce en sus sienes la corona de justicia otorgada por la ley.
Sabemos que ya hay personas escandalizadas por lo que ha revelado el equipo investigativo de la Asociación Red Colombiana de Veedurías Ciudadanas (Aso-Red).
Pero, ¿por qué no se escandalizan por todas las fechorías que cometen los corruptos disfrazados de servidores públicos? Cuando alguien reclama sus derechos, yo creo que hay gente que se escandaliza por dos razones: Tienen miedo o son cómplices.
El pasado 2 de junio, La Súper sociedades emitió un fallo a favor de Funtierra Rehabilitación, según demanda en contra de la gobernación de Córdoba, gobernadores, secretarios y abogados de la administración, implicados en el no pago de los servicios de terapias que la IPS prestó a niños en condiciones de discapacidad, del 2014 al 2016.
Tanto los autores como los coautores tendrán que responder por todos los daños que causaron en detrimento de Funtierra Rehabilitación.
Este es el tercer fallo a favor de Funtierra IPS y su representante legal Tania Otero, lo que demuestra que la justicia cojea, pero llega cuando se actúa con honestidad.
Tania Otero Arroyo, es una mujer cuya fuerza moral fue inculcada por sus padres, los profesores Rafael Otero Vergara y María Teresa Arroyo de Otero, los cuales nunca han dudado, sino que siempre han confiado en la honestidad de su hija.
Los políticos se gastaron $800 millones de pesos en propaganda emitida por falsos periodistas, con el oscuro propósito de vulnerar la dignidad de Otero Arroyo; pero hoy su familia, sus amigos y un amplio sector de la opinión pública les ha reprochado sus mentiras a los políticos corruptos y a los falsos comunicadores sociales.
Algunas personas les creyeron a los mercaderes del periodismo y de la política, pero me imagino que ahora, ambos bandos, están vilipendiados, si es que aún les queda un poquito de vergüenza. Esos “perros” se equivocaron de presa y se dieron con la piedra en los dientes.
Algunos zares de la política corrupta de Córdoba ya están en el confinamiento merecido de Las Mercedes, la cual tiene sus fauces abiertas todavía, esperando para tragarse el resto de chicos malos que aún se pasean libres por las arcas del departamento, como Pedro por su casa.
Pero como dicen los campesinos del departamento del Magdalena: “A todo puerco gordo le llega su San Martín”.
