
Los precios de la azúcar acabaron con Chiclets Adams

El martes 19 de mayo la multinacional estadounidense Mondeléz Internacional –antes CadburyAdams-, decidió cerrar las puertas de su planta ubicada en Cali dejando más de 500 trabajadores desempleados.
Los trabajadores de esta multinacional agremiados en el sindicato Sintracardbury Adams se declararon en asamblea permanente y se plantaron a las afueras de la fábrica para rechazar el cierre y exigir el derecho al trabajo.
Los sindicalistas aseguran que además de violarles el derecho al trabajo, se les desconoce el tiempo que llevan laborando, pues hay trabajadores hasta con 25 y 30 años de servicio a la multinacional que al cancelarles el contrato, por su edad, se quedan sin oportunidades laborales poniendo en riesgo la posibilidad de pensionarse.
Las directivas de la multinacional citaron a toda la planta laboral ese mismo martes 19 de mayo en el Centro de Convenciones Valle del Pacifico, ubicado a las afueras de la ciudad, y a través de un comunicado que les fue leído a los trabajadores, aseguraron que la compañía debía cerrar sus puertas al no contar con la tecnología necesaria para funcionar. En dicho comunicado se les ofreció firmar la renuncia voluntaria y aceptar la liquidación.
Pero otra de las razones para el cierre de esta fábrica de gomas y caramelos, líder en Colombia de snacks o alimentos ligeros, es el exceso en los precios en las materias primas, en este caso el azúcar.
Por ejemplo, en el Perú la tonelada de azúcar pasó de 676 dólares a 472 dólares en 2015, es decir bajó un 30%, en chile ha bajado un 8% y en Colombia sólo en el último año, al contrario, subió 29% ubicándose en 700 dólares la tonelada.
Es decir, nuestro país está dejando de ser competitivo y atractivo para algunas empresas por el alto costo de producción.
Las directivas de Mondeléz ya sostuvieron reuniones internas con el equipo técnico del Ministerio de Comercio y expusieron sus preocupaciones ante la política comercial de Colombia que está haciendo que las multinacionales, como ellos, ya no puedan competir con los precios internos.
Por lo pronto, los trabajadores aseguraron que permanecerán en la fábrica hasta que la multinacional les respete el derecho al trabajo.




