María Jimena Duzán: ¿Cuál Fascista?

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Ariel Peña

Lo mínimo que se le puede pedir a una columnista cuando utiliza un término, como ocurre con el fascismo, es que conozca su origen, su historia y su aplicación práctica; pero por lo visto en el  último artículo  de la periodista María Jimena Duzán en la Revista Semana, titulado “Uribe, el fascista”, desconoce  todo  lo que ha representado ese movimiento, ignorando completamente la  historia de su fundador Benito  Mussolini y de quien lo acompañó, nada más ni nada menos que Nicola Bombacci fundador del partido comunista italiano, a lo que se debe agregar que el Duce a principios del siglo XX era un marxista recalcitrante, militante del partido socialista italiano y amiguísimo del sátrapa ruso  Lenin; por lo que indudablemente el marxismo es  el padre del fascismo.

Entonces tratar  al expresidente de fascista es un despropósito, puesto que no le conocemos inclinaciones totalitarias, propias del fascismo o del  comunismo, y  en su actual situación ha sido respetuoso de la ley a tal punto que está privado de  la libertad; por lo cual cuando se  utiliza un término se debe tener un buen conocimiento del mismo y no caer en lo que planteaba el mencionado Vladimir Ilich Lenin, diciendo:  “hay que cambiar el significado de las palabras para hacer la revolución”, algo que cumplen  a cabalidad los comunistas con sus idiotas útiles.

A veces los términos se utilizan mal, por ignorancia o mala fe; sin embargo en el caso que nos ocupa  no se puede olvidar que  hay   un atraso ideológico, en donde políticos,  academia  y  medios de comunicación es poco lo que han dado de su parte para superar esa situación, porque hasta la misma Biblia enseña que el pueblo peca porque le falta conocimiento, y por eso tenemos el caso de la maliciosa utilización  de la palabra fascismo, ya que sectores de lo que llaman  izquierda la usan alegremente de forma sórdida.

El marxismo, el nazismo y el fascismo, tienen la misma matriz hegeliana, de ahí que  consideran que todo debe estar  dentro del Estado  y nada fuera de él; quitándole los derechos individuales a la población como sucede en los regímenes marxistas, tiendo casos como el de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Norcorea, entre otros; por lo que el truco que tienen los mamertos de llamar fascistas a sus enemigos políticos es una táctica, que hace parte de la irracionalidad que maneja la  secta a la que pertenecen.

Dentro de la manipulación del  término fascista, también  lo asocian con la ultraderecha, por lo que vale  preguntar ¿eso qué es? En virtud a que si vamos a la Revolución Francesa,  donde se originaron los términos izquierda y derecha, nos llevaría a  una sorpresa, puesto que la derecha era la que buscaba la perpetuidad en el poder, por lo que en la ultraderecha tendríamos que ubicar principalmente a las dictaduras comunistas; así  que los seguidores del bodrio marxista con sus diferentes máscaras no pueden estar señalando a los que rechazan sus dogmas de ultraderechistas y es mejor que la mamertada reconozca el parentesco que tienen con el fascismo.

Históricamente algo que también identifica al marxismo, nazismo y fascismo es la exaltación que hacen de la violencia, para amedrentar a la ciudadanía, por lo que no hay que esforzarse mucho en  Colombia para ver la vesania de las bandas armadas comunistas conocidas como guerrillas, que durante casi 6 décadas de un conflicto político-militar propiciado por  organizaciones marxistas para la toma del poder, han martirizado a la población en  diferentes lugares de la geografía nacional.

En sana lógica la humanidad debe de ser antifascista, antinazista y anticomunista, pues ello es inherente a la civilidad, porque esas tres doctrinas ignominiosas deben de estar en la basura de la historia para que no le causen daña a las naciones.  Resaltando que en el caso de Latinoamérica el comunismo totalitario o castrochavismo que es otro remoquete que le colocan, es la principal amenaza de la libertad  y la democracia, dado que  el fascismo y el nazismo están reducidos a su mínima expresión, pero el marxismo con sus diferentes etiquetas  sigue timando a nuestros pueblos, ocultándose en un falsa sensibilidad social con un discurso miserabilista, para que los ingenuos caigan en su trampa.

Para que a la columnista de  Semana no le quede ninguna duda, acerca de que el marxismo es el padre del fascismo, es importante recordar una frase de Benito Mussolini acerca de Karl Marx, de quien dijo: “es el maestro inmortal de todos nosotros” ,  en atención a lo cual no tiene presentación tratar de fascista a una persona  como el expresidente Uribe al que no se la ha conocido su cercanías con el marxismo, y por el contrario previene sobre lo calamitoso que sería para  el país un régimen comunista; por ese motivo la señora Duzán cuando señala a alguien de  fascista debería estudiar mejor el tema;  en  razón de que  el fascismo y el comunismo  son  dos ramas del mismo árbol.

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Un comentario

  1. Esto es directo y simple para María Jimena:1- necia 2- como toda socialista falta de conocimiento, pero es que se les revuelve todo de tanta mentira y tanto odio. YO DECLARÓ QUE COLOMBIA PATRIA MÍA, JAMÁS SERÁ SOCIALISTA EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO

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