Bernardo Henao

¿Colombia necesita una Thatcher o una Merkel?

Compártelo:

Por Bernardo Henao Jaramillo.

Mujeres heroínas del país, en momentos delicados y claves cumplieron destacado papel cambiando el rumbo de la historia, carácter que actualmente se necesita ante la caótica situación que se vive, liderado por quienes deberían ser la esperanza de un país, que no su destrucción. La anunciada continuidad del paro, unida a unas peticiones “extorsivas y chantajistas” anunciadas desde Neiva por el miembro del “Comité del Paro” Francisco Maltes,  como Presidente Nacional de la CUT, quien sin tener ninguna representación las formula, pese a no traducir ni las necesidades ni el querer de la mayoría de los colombianos. El escenario que tratan de imponer para las próximas elecciones será contrarrestado por la cordura y el patriotismo y ahí es, cuando puede visualizarse la presencia femenina en la política

Las próximas elecciones definirán si Colombia mantiene su democracia o si prefiere otra clase de gobierno. En esa jornada electoral, que tendrá en mayo 29 de 2022 la primera vuelta para escoger Presidente de la República, y en junio 19 del próximo año la segunda vuelta se erige la figura de la mujer como ese ser,  que a imagen de lo que fueron las damas Thatcher o Merkel,  pueda enrumbar nuestro maltrecho Estado.  Van a ser unas elecciones cruciales en medio de un país altamente convulsionado, en el cual, no se dude, va tener papel destacado la participación femenina.

La reciente historia republicana nuestra nos deja saber que los destinos del país los han conducido los hombres y las posibilidades tanto en épocas del frente nacional, como después de terminado aquél, han sido esquivas para la gobernanza en cabeza de una mujer, no por falta de candidatas, sino, quizás, por un mal entendimiento del papel que éstas pueden hacer. Algunas de ellas, como Nohemí Sanín, para citar un caso, han logrado una votación representativa de un cambio en ese parecer. Así también lo corrobora la votación obtenida por Martha Lucía Ramírez, que a fuerza de trabajo político consolidó las bases en el partido conservador y con su tenacidad hizo posible y consiguió ser la compañera de fórmula al lado del hoy Presidente Iván Duque.

Para el ciudadano común que parodia el Estado con su hogar, con el espacio en que habita, no hay incertidumbre alguna que esta última se encuentra en medio de un desorden, y que el necesario orden con amor sólo lo logra la mujer, y en tal virtud invito a los lectores a que piensen, cómo yo lo creo, que es el momento de entregarle el mando de nuestro país a una ilustre fémina, que se distinga por su conocimiento, coherencia, experiencia, firmeza, carácter y autoridad.

Existen muchas aspirantes que reúnen condiciones para hacerlo. El Partido Centro Democrático tiene en sus filas mujeres que brillan con luz propia. Se destacan Paloma Valencia, María del Rosario Guerra, Margarita Restrepo, Paola Holguín y ahora María Fernanda Cabal quien se ha mostrado como la nueva revelación en materia de precandidaturas por su firme posición en contra del paro y los voceros del mismo, a los cuales calificó con la firmeza de su estilo característico de guerra urbana.

A través del tiempo y de sus ejecutorías, en las cuales resalta su entrega, patriotismo y perfil democrático tenemos varias candidatas. Su rol en este período aciago por el que atravesamos ha sido decisivo para orientar los pasos que debemos seguir, para defender el orden y la libertad que como emblema lleva nuestro escudo, para, con carácter, comparecer ante autoridades e instituciones extranjeras a defender el honor de los colombianos.

En las encuestas ya algunas de ellas empiezan a brillar con luz propia, como una esperanza de los votantes, alguna puede llegar a constituir una sorpresa electoral toda vez que materializa el anhelo ciudadano de un país con seguridad, orden y justicia como base para la prosperidad y la consolidación de los sueños en libertad, tomando distancias filosóficas del vecindario, sin ambages,  al ser capaz de presentar una oferta distinta y mejor a la de sus contendientes, en la que, dado su espíritu maternal, involucre asertivamente a nuestra juventud,  así como también pueda convencer a los abstencionistas, que son hoy la mayoría, sobre la importancia crucial de su voto máxime que su indiferencia podría revertirse gravemente en sus propios intereses y de toda la nación.

Deseable sería que partidos políticos como el conservador, cambio radical, y similares impulsaran a sus afiliadas para que participen en las próximas contiendas electorales, para lograr con su eficaz aporte el cambio por el cual clama nuestro pueblo y, a través suyo, alcanzar la paz verdadera.  Considero que el empoderamiento de la mujer, que es la base del universo, lleva a construir una mejor sociedad. Ya es hora de que tengamos nuestra Thatcher o nuestra Merkel.

Pildorita Uno:  Rechazo por completo el atentado al helicóptero en que se desplazaba el señor Presidente de la República en Norte de Santander. Expreso total solidaridad para con el señor Presidente y la comitiva que le acompañaba

Pildorita dos: Abusivo y descarado el senador Gustavo Bolívar que cree pareciera estar escribiendo un libreto cuando indicó: “Por defender la vida y los ojos de los valientes jóvenes de la primera línea y sus mamás, tengo procesos en la Corte Suprema y la Procuraduría y serias amenazas de muerte. Sería un honor ser condenado por esta causa”.

Compártelo:
Bernardo Henao Jaramillo
Bernardo Henao Jaramillo

Abogado e investigador


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *