¡Corrupto-honrado!

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Por: mario arias gómez.

 

 

 

C

rece la exacerbación, inconformidad, molestia, por el inimaginable e inverosímil trato preferencial, irrogado al ‘Mandela’ criollo, por el incoherente, inasible y prepotente gobierno-, al compadre investigado y condenado por la CSJ, Procuraduría, Contraloría, apoyados en abrumadoras pruebas, junto a la ralea de cómplices palaciegos; íntimos de todos los pelajes, condición social, económica, aportantes -la mayoría-, de su campaña, mientras exhibe -con impudicia-, a otros malhechores, igualmente enjuiciados por corruptos, que bajan las escalerillas del avión,  cabizbajos, en medio de los flashes del convocado ‘comité de recepción’, los medios periodísticos.

Traslado discreto, confidencial, reservado, sigiloso, alejado de miradas curiosas, entrometidas, advertencia del canallesco, subordinado Presidente, que para él hay bandidos de primera, tratados como ‘inocentes’, como si no se tratara de forajidos -prófugo por demás-, como los muchos exfuncionarios -también uribistas-, detenidos sin privilegios -no en clubes-resort- sino en deprimentes, congestionadas y frías mazmorras. Amañada, excluyente, preferencial charada, articulada -¿quién más podría?- por nuestro paladín anticorrupción -para la exportación-, sin aptitud para gobernar.

Amoral, discordante, silenciosa y vergonzante actuación, que el interés público demanda censurar, impugnar, recriminar, igual que la delictuosa violación, por parte del enconado, malintencionado y condecorado -con la Cruz de Boyacá- Macías, de la norma que habilitó el espacio de réplica a la oposición, para equilibrar el excesivo poder del Ejecutivo, atropello que Duque banalizó, minimizó, al estimarlo como ‘inocente transgresión -casi infantil- sin consecuencias’.

Se olvida -adrede- los sustentos de la providencia, emitida por la CSJ, del supuesto ‘acosado’, que enriqueció a copartidarios suyos: “Utilizó millonarios recursos de AIS, con criterios discrecionales, alejados de la equidad, transparencia, puestos al servicio de intereses particulares, prohijando ‘la corrupción, el desgreño administrativo, la inequidad, el exclusivismo’. “…hizo trampas para evadir la licitación pública”, “…a conciencia, dejó puertas abiertas para fraccionar las megafincas y lograr más de un subsidio”.

Desde antes de la existencia de AIS, el exministro empezó a traspasar los límites de la legalidad, para darle vida al programa”. Confesión -entre otras-, la de su viceministro, Fernando Arbeláez, quien refrendó que el inteligente economista, comparado con Einstein por los ‘furibistas’: “tenía intereses no claros”, “…”no efectuó una planeación seria, respetuosa de la naturaleza, cuantía y destinación de los dineros sobre los cuales recaía el gasto«, …”usó un atajo jurídico -la figura de la cooperación en ciencia y tecnología- para firmar tres convenios con el Instituto Interamericano para la Cooperación Agrícola (Iica), que se limitó a administrar los recursos conforme a sus instrucciones”.

Nadie ha referido que se quedó con dinero del programa, pero “sabía del riesgo de que los beneficiarios (once) pudieran parcelar sus tierras para recibir más de un subsidio, sin establecer controles para impedirlo”. Inexcusables y silentes tejemanejes, que en tres años evaporaron 300.000 millones de pesos, que hubieran perfectamente solventado, los arruinados hospitales; evitado la muerte -por hambre- de niños guajiros, chocoanos, tumaqueños, etcétera, lo cual clama ‘venganza del cielo’. Prevaricación que, de existir Justicia, debiera con sus secuaces, consumirse en la cárcel.

Desde 2018, todos los colombianos tienen derecho a la doble instancia en la justicia,  incluidos los aforados (congresistas, ministros, altos magistrados, militares, etcétera), indulgencia que no cobija al obediente subordinado del idolatrado autor de su desventura, pedante en comento, condenado (julio/2014), quien mediante una  maniobra constitucional, vía el atajo -avivatada con nombre propio-, trata de reivindicarlo, con la ‘doble instancia retroactiva’, según la concomitante, acomodaticia, interpretación que del delito tiene el obcecado ‘Patrón’, y la anuencia del sumiso Presidente, reforma orientada a presionar la revocatoria del “injusto”, ilegal” fallo, concebido por “persecución política”, fraguada síntesis contradicha por la justicia estadounidense al conceder la extradición.

Predica un imperativo enunciado kantiano: “Actúa de tal manera que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre y al mismo tiempo como principio de una legislación universal”. La fuerza de la ley: “orden en el que coinciden todas las voluntades posibles”.

Sus ‘ayayeros’ recalcan que el corrupto-honrado, ‘no se robó un peso’, detrás de lo cual vendrá -de permitirlo la CSJ-: multimillonaria indemnización “por daños y perjuicios”; homenajes reverentes de desagravio, antesala de la candidatura presidencial, a costa -faltaba más- de la ‘Seguridad jurídica’ (asentada sobre el concepto de predictibilidad); ‘Igualdad ante la ley’, ‘irretroactividad’, ‘no discriminación’; Principios fundamentales que protegen la certidumbre sobre los derechos y obligaciones emanadas de la ley, que por regla general, regulan hechos posteriores, abriendo intencionalmente el resquicio de la favorabilidad penal, en favor del ´heroico-mártir’, mientras para los precitados ladronzuelos -de segunda-, la implacabilidad de la ley, que no diferencia.

Bogotá, D. C., 31 de julio/2019.

http://articulosmarioariasgomez.blogspot.com.co/30

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Periodismo Investigativo


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