Crónica de una captura anunciada

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Reconozco que es poco original el titular de la presente entrega, pero es la expresión que más se adapta a lo que ocurrió el pasado martes en inmediaciones de El Rodadero en Santa Marta, cuando fue capturado Jorge Iván Díaz, más conocido en nuestra música como ‘El Churo’, un cantante vallenato que proviene de una de las tantas dinastías que tiene nuestro folclor.

Aunque ayer mismo, primero de febrero fue dejado en libertad, es una situación lamentable y triste, tanto para el cantante, como para nuestro folclor, que periódicamente vive situaciones como esta, en la que se han visto involucrados en presuntos actos delictivos grandes figuras de nuestra música. Esto, sin duda, hace mella en el buen nombre de la familia vallenata.

Debemos dejar claro que la presunción de inocencia debe ser el principio constitucional que prime frente a cualquier investigación de carácter penal, independiente de que el investigado sea o no un personaje de la vida pública.

En Colombia, algunas ramas del poder público hace rato perdieron el norte, y existe una justicia espectáculo, de medios; que jamás aplicará el mismo racero para un ciudadano del común, para un artista u otro personaje de renombre nacional en cualquier área. Cuando se investiga y juzga a un personaje público, hay un factor externo al proceso que es la mirada escrutadora de los medios, lo que hace perder la imparcialidad del operador penal, en la mayoría de los casos, en contra de los derechos del implicado.

Los vallenatos hacemos votos para que cada vez que uno de nuestros artistas se vea involucrado en una desagradable situación de estas, salga bien librado; ello sin duda repercute en bien del folclor, pero me parece muy mal asesorado jurídicamente ‘El Churo’, si es que la recomendación de sus abogados fue permanecer prófugo. Desde diciembre del año pasado, los colombianos sabíamos de una presunta orden de captura que intentaron materializar las autoridades en un evento público en Riohacha, del cual se dice, escapó el cantante, en medio de cámaras y registros que quedaron y que se pueden ver en YouTube.

El folclor vallenato hace ya algunos años vivió algo parecido, cuando Diomedes Díaz decidió huir de la justicia e internarse en zona rural, protegido incluso por grupos al margen de la ley, ¿será que esta vez ‘El Churo’, pretendía hacer lo mismo? ¿Será que los abogados de ‘El Churo’, son los mismos de Diomedes?

Con todo el respeto que merecen los colegas que asesoran al cantante, considero un error grande emplear como estrategia de defensa una fuga, y pretender mantener a un cliente en rebeldía con la justicia, si lo que se quiere alegar es la inocencia. Un adagio popular nos acerca al tema: “Quien nada debe, nada teme”. Recordemos que el vocalista aún no está condenado, y los órganos investigativos lo requieren sólo como medida preventiva y afortunadamente se encuentra en libertad.

En todo caso, este tema que tiene en los estrados sub judice a uno de nuestros buenos y queridos artistas, debe servir como ejemplo para todos los demás, en el sentido de que no es a toda costa como se debe llegar al éxito, y una alerta de que algo anda mal es cuando se ve mucho dinero alrededor y usted no sabe de dónde sale, o sabe, y se hace el loco.

Por Jorge Nain Ruiz

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