Por Álvaro Ramirez González
A todas las personas que alguna vez tuvimos la oportunidad de ejercer autoridad y poder, sin excepción, nos pica ese pedazo del tango, “ la tristeza de haber sido y el dolor de ya no ser!”
Yo mismo fui picado cuando entregué la Alcaldía de Pereira en 1982 a mi sucesor Juan Guillermo Ángel.
Y a pesar de ser amigos, de que teníamos identidad de propósitos, mucho civismo y honradez a toda prueba, debo confesar que varias veces sentí ya fuera del poder que era yo mejor que El y que hacía todavía falta mi presencia en ese cargo.
Fue un Alcalde juicioso, eficaz cívico y honrado como lo fui yo, pero de ese pedazo de tango no se escapa nadie.
Y no tengo duda que Juan Guillermo fue picado al llegar su sucesor, Rodrigo Ocampo.
De esa no se escapa nadie; es propio de la condición humana.
Ese pedazo del tango se lo dio como respuesta el inteligente y mentalmente rápido presidente Duque a Juan Manuel Santos, que dejó el país quebrado, endeudado, hipotecado, entregado a las FARC e inundado de coca y grupos terrorístas, cuando en una entrevista con Yamid Amat en el Tiempo, acusa a Duque de todos los males que sufre hoy el país.
Lo que Santos hizo, en lo económico y en lo jurídico y en el abandono a la fumigación, es un dańo tan grande para Colombia que necesitará más de un gobierno para corregirlo o enmendarlo.
Santos debe pasar al tablero a responder con Villegas por esas 209.000 has de coca que permitieron sembrar.
De ahí se derivan 80 grupos terrorístas que pelean y matan por una parte de ese gigante botín.
De ahí se derivan sin duda el 98% de las masacres que heredó el gobierno Duque.
Casi todas son en territorios de coca y drogas como el Cauca.
A nadie se le ocurre que llegue el ejército o la policía a una vereda a asesinar 5 o 6 personas así como así.
Esa hipótesis no tiene ningún sentido.
De los 8000 desmovilizados de las FARC, la mitad han desertado y regresado al monte a delinquir.
Y mantener en los campamentos de reinserción a esa escasa mitad que quedó, vale billones.
Como un país de 50 millones de habitantes se hipoteca en $ 130 billones para mantener 4000 desmovilizados?
No es eso una aberración?
El ejemplo que utiliza mi colega columnista Mauricio Vargas en el Tiempo, define con mucha claridad esta aberrante situación.
“ Es como si uno hace una fiesta, invita a mucha gente, se van y dejan todo arrasado, se va sin pagar la cuenta y le echa la culpa de todo ese desastre al mesero que llegó a hacer limpieza y aseo!”
El cinismo de Santos no tiene límites.
Su maldad tampoco.
Anunció al entregar el cargo que El a diferencia de Uribe si se iría para su casa a leer, a escribir y a disfrutar de su familia.
No pasaron muchos días cuando fue pillado por un fotógrafo en el apartamento de Juan Fernando Cristo su ex ministro, reunido con Cepeda y Timochenko.
Que pudo haber salido de esa reunión nocturna y clandestina entre esos personajes?
Pues marchas, bloqueos, vandalismo, incendios, destruccion y oposición a rajatabla al gobierno Duque.
La impopularidad con que gobernó Santos y salió del poder no tiene antecedentes con ningún otro mandatario.
Por qué el país después del robo del plebiscito se enteró que Santos además de mentiroso y promesero, era un gran tramposo.
El Nobel de Santos tiene patas arriba toda la estructura del Nobel en Oslo.
Cada vez es más evidente que no solo fue mal adjudicado con una paz firmada pero no efectiva, sino comprada con la entrega de unos yacimientos de gas en la Guajira a Statoil, Compańia Noruega de la que es socia la Reina de allí.
Este novelón apenas empieza
Santos tendrá que pagar.
Los hechos lo van acorrálando!
alragonz@yahoo.es
