Eduardo Padilla

Los Eufemismos de los Impuestos Verdes de la Reforma Tributaria de Duque

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Eufemismo: 1. Palabra o frase utilizada para sustituir un vocablo que socialmente se considera ofensivo o de mal gusto. 2. Se usa para sustituir términos de diversos tipos que pueden resultar groseros, escatológicos u obscenos.

Por: Eduardo Padilla Hernández, presidente Red Colombiana de Veedurías (ASO-RED).

Aún recuerdo aquella reforma, bautizada como Ley de Crecimiento Económico, que rebajaba de manera progresiva los impuestos a las grandes empresas, y terminó por alimentar la oleada de manifestaciones contra el Gobierno de Duque que sacudió al país a finales de 2019.

Tal parece que Iván no aprende las lecciones, pues ahora, usando eufemismos audaces que, como dice su homónimo Yesi Uribe en sus canciones: “Repítela”. Y así lo hizo, pues el presidente encasquilla de nuevo su imagen, embistiendo otra vez al pueblo colombiano con la ley que en realidad es de insolidaridad insostenible, mediante la cual el gobierno pretende crear y modificar los siguientes impuestos:

-Impuestos verdes, que, en manos de un administrador honesto, serían, en verdad, instrumentos efectivos para reducir la contaminación, promover el consumo saludable, fomentar la sostenibilidad, impulsar la transición energética, incentivar el uso de energías limpias, reducir la contaminación y el consumo de productos no saludables.

-Los impuestos saludables y verdes, como política importante del Estado, serían una etapa en la cual Colombia, junto con otros países, estaría entrando para tener una estrategia que permita resoluciones de cero carbonos de aquí hasta 2050.

-Modificación del impuesto al carbono, para incluir a todos los combustibles fósiles y reducir en un 6% las emisiones del país a 2030.

-Creación del impuesto a los plásticos de un sólo uso, para desincentivar la utilización de estos productos y compensar a las empresas que reciclen el material.

-Impuesto al consumo de plaguicidas no orgánicos, para reducir la contaminación del suelo.

-Incremento en los impuestos sobre los productos perjudiciales para la salud de los ciudadanos (tabaco, alcohol y azúcar).

-Gravar con IVA a todos los aparatos con o sin motor que se mueve sobre el suelo, en el agua o el aire y sirva para transportar cosas o personas. Y este impuesto debería complementarse con tributos especiales que suban según el C02 emitido por los vehículos.

-Implementar un tributo a las bebidas azucaradas, que ya se ha caído varias veces en el Congreso, además de
otro catálogo de impuestos que no son verdes.

Las centrales obreras, sindicatos, sectores sociales, profesores, estudiantes, organizaciones campesinas, taxistas, e indígenas, han mostrado su rechazo contundente a la regresiva reforma tributaria, con la cual Duque pretende recaudar 24 billones de pesos, para recuperar el mismo valor que costaron los 24 aviones de combate.

El artículo 111 de la Ley 99 de 1993, modificado por el artículo 210 de la Ley 1450 de 2011, dispuso que los departamentos y municipios dedicarán un porcentaje no inferior al 1% de sus ingresos corrientes para la adquisición y mantenimiento de las áreas de importancia estratégica para la conservación de recursos naturales. De 1993 a 2021, son 28 años durante los cuales la corrupción ha saboreado la dulzura de esos dineros. Si el Ejecutivo hubiese ordenado una auditoría a los departamentos y municipios, para ejercer el principio de transparencia, y si no se ejecutaron obras con dicho 1%, y, si, además, se hubiesen penalizado a los responsables de corrupción, ahora las comunidades confiaran plenamente en el proyecto de reforma del presidente.

En efecto, con la reforma tributaria de Duque, el pueblo tiene dudas, porque al parecer contradice La Ley 99 de 1993, del medio ambiente, en su Artículo 3, que dice: “Se entiende por desarrollo sostenible el que conduzca al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de la vida y al BIENESTAR SOCIAL..”.

Por lo tanto, si permitimos que esta tercera reforma sea aprobada, Duque logrará cuatro objetivos contra el bienestar social:

1. Le dará un golpe a la economía de las personas naturales de la clase media, a los más pobres, a los transportadores, a los productores, pero al final la carga recaerá sobre más de 50 millones de colombianos que se verán afectados por el desempleo, entre ellos los productores y campesinos, porque la reforma será un estímulo para las importaciones.

2. Beneficiará a las grandes empresas y conglomerados financieros. Sin duda, es inminente la más grande crisis económica de la historia de Colombia, porque a los megas ricos, corporaciones, el sistema financiero y las empresas mineras serán eximidas de los impuestos.

3. Fortalecerá la burocracia con los fondos ya existentes y los que serán creados para manejar los presupuestos específicos de cada dependencia.

4. Por lo visto, aumentará la dilapidación del erario público, fruto de los impuestos de todos los colombianos: Contratos de publicidad ostentosos, vehículos para el presidente, 24 billones de pesos en aviones de combate, entre otros.

Definitivamente no confiamos en alguien malvado que despoja las arcas de nuestra patria de esta manera tan malévola. Estoy seguro que si Jorge Eliecer Gaitán resucitara, su discurso sería aún más contundente contra la actual “oligarquía” colombiana.

En el mismo sentido, el senador Edgar Enrique Palacio Mizraim, señala que “Debemos hacer una reforma tributaria para organizar el país, dialogando y consultando con todos los sectores de la sociedad”.  Agrega que “no se pueden imponer impuestos impagables en un contexto de hambre, pobreza, miseria, desempleo, informalidad, narcotráfico y corrupción”. Palacio Mizraim propone cárcel y extinción de dominio para los corruptos y evasores de impuestos.

“Con esto -asegura el senador-, estaríamos recuperando $50 billones de pesos pue perdemos por concepto de corrupción en el país, y $42 billones que perdemos por evasión de impuestos, lo cual suma un total de $92 billones de pesos”. Asevera, además, que “el Gobierno está tratando de obtener de $23 a $24 billones para cubrir el déficit, pero exprimiendo a los colombianos, con la excusa de que es necesario mantener los programas sociales”. “Por otro lado -aclaró el senador-, en las redes está circulando una noticia falsa, en la cual dicen, mintiendo, que ya voté positivo en la comisión tercera, en primer debate de la reforma tributaria, pero eso no es cierto, pues solo se iniciará el debate en dicha comisión, el lunes 3 de mayo”, concluyó diciendo el senador Edgar Palacio Mizraim.

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Eduardo Padilla Hernández
Eduardo Padilla Hernández

Abogado, Columnista y Presidente Asored Nacional de Veedurías


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