Los Mamertos no son Dueños de Los Sindicatos

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Por: Ariel Peña.

Sin consultar a la inmensa mayoría de las organizaciones sindicales del país, los mamertos (marxistas) de diferentes pelambres están convocando un paro nacional en contra del gobierno del presidente Iván Duque, desconociéndose las peticiones  que le han presentado al ejecutivo los organizadores de dicha jornada; eso quiere decir que  existe un  mero interés político, antes que cualquier reivindicación económica y social a favor de la población.

Los mamertos hablan de  su activo sindical, como si los trabajadores fueran un rebaño que obedece fielmente a los dictados del comunismo totalitario, cuando el movimiento de los trabajadores se debe caracterizar por su independencia, pluralismo y democracia, principios de los cuales adolece el marxismo leninismo, cuya doctrina está fundamentada en un esquematismo absolutista.

El comunismo a través de sus grupos armados Farc, Eln y otros, ha sido uno de los principales predadores del sindicalismo en Colombia, con miles de asesinatos de líderes durante más de 5 décadas de conflicto político-militar, lo que inhabilita a cualquier mamerto para estar al frente de una organización de los trabajadores. Subrayando que el caso más emblemático de asesinato en un dirigente sindical fue el de José Raquel Mercado presidente de la CTC (Confederación de trabajadores de Colombia) en 1976, por parte del M-19(infiltrado en la ANAPO) salido de las filas del partido comunista y las Farc, cuyos cabecillas ordenaron su muerte para escarmentar y amedrantar a los dirigentes sindicales que no seguían la línea trazada por el marxismo leninismo.

El comunismo totalitario ha sido enemigo de la lucha de los trabajadores, y el sátrapa ruso de Lenin consideraba  a los sindicatos como una simple correa de transmisión del partido o sea que eran un  objeto  para la toma del poder. Precisamente   no hay que pasar por alto que lideres antimarxistas como Ronald Reagan quien fue presidente de EE.UU y lech Walesa también   mandatario en Polonia,  antes de asumir esos importantes cargos  en sus naciones habían sido sindicalistas destacados, pero además eran enemigos acérrimos del comunismo totalitario, y  fueron protagonistas en la caída del muro de Berlín que condujo a la debacle de la Unión Soviética.

Así que con  el llamado que hacen los jefes comunistas a un paro nacional,  pretenden en últimas fortalecer  a una izquierda radical en sus intenciones conspirativas. Lo que significa en buen romance que  hay una agenda comunista para esclavizar a la nación usando la protesta social de caballito de batalla, además para sus objetivos pérfidos cuentan con una miscelánea de grupos  que engañan a la población vistiéndose de progresistas o alternativos y de paso están  los idiotas útiles, que nunca le han hecho falta al comunismo para su empresa malvada, cuyo  fin es esclavizar a los pueblos.

La incompatibilidad entre sindicalismo y marxismo es  inocultable, sin dar lugar a encuentros, porque desde la aparición del engendro comunista totalitario, siempre este aspiró a tener el dominio de las organizaciones de los trabajadores, no para propiciar las reivindicaciones  de los obreros sino para utilizarlos de masa de maniobra, buscando la toma del poder político para implementar una dictadura en donde a los primeros que  se atropella es a los trabajadores, por ello fue que se repudiaron las  tesis de Marx en la primera y segunda internacional en el siglo XlX. Así  que el  destino del marxismo  igual que el nazismo, el fascismo y el apartheid es  el basurero de la historia, pues su carácter absolutista, cruel e inhumano no le da cabida  dentro de la civilidad y el altruismo.

Entre  la izquierda democrática y el sindicalismo si hay afinidades, pero respetando  la autonomía sindical, porque la independencia y la democracia  es  el centro de gravedad del accionar de los trabajadores, pues no se puede permitir que sectas como el marxismo manipulen la lucha obrera, por ello no  deben existir   vínculos  entre el movimiento de los  trabajadores y  el comunismo totalitario,  porque eso lleva a una situación  kafkiana o como se dice tradicionalmente es revolver el agua con el aceite. Resaltando que convocar a un paro nacional como lo pretenden  los mamertos es un acto irresponsable, que busca  desestabilizar la democracia para preparar en el país una dictadura comunista.

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Ariel Peña
Ariel Peña

Columnista, Escritor. Presidente de la federación Sindical UTRECOL


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