NI EL FISCAL, NI EL PROCURADOR, E INCLUSIVE, NI SIQUIERA EL PROPIO ÁLVARO URIBE VÉLEZ, PODRÁN IMPEDIR QUE ÓSCAR IVÁN ZULUAGA SEA CANDIDATO PRESIDENCIAL.
Si de injusticias se tratare el primero en señalar que su caso ha sido una de ellas es el propio Óscar Iván Zuluaga, pero nunca lo hizo. Por el contrario respetuoso del estado de Derecho, tan pronto tuvo conocimiento que en la fiscalía cursaba investigación sobre su campaña, decidió con buen tino y responsabilidad suspender el pasado ocho (8) de marzo su aspiración presidencial para adelantar su defensa. Eso solo lo hacen los grandes y quienes saben de antemano que la verdad está con ellos y nada temen.
El que si pareció más por cálculos y exigencias políticas que no le convendría impulsar esa investigación de los dineros provenientes de Odebrecth que se decía ingresaron a las dos campañas, fue el señor Fiscal General de la Nación, quien probablemente esperando que el Consejo Nacional Electoral le encontraría culpable por violación a los topes electorales de la campaña presidencial de 2014, decidió enviar el proceso al juez natural de la causa.
No solo hoy se piense que en su sentir pareciera que fue un mal cálculo sino que cuando recién se conoce un fallo por completo absolutorio fundamentado en claras pruebas, viene el señor Fiscal a indicar que existe prueba del ingreso de dineros. Tamaño despropósito del señor fiscal resulta no solo sospechoso por lo que se dice de cercanía algún candidato, sino porque él, en su calidad de abogado, es el primer obligado a reconocer que el fallo absolutorio hizo tránsito a Cosa Juzgada. Es, por elemental y básico principio del derecho, definitivo, irrevocable y se encuentra por completo en firme.
Pero los abusos no cesan en esa actuación del señor Fiscal que a la fecha es claro que no hay investigación alguna en trámite en la fiscalía, sino que se viene actuar, sin ser sujeto procesal y de una forma bien extraña e improcedente el señor Procurador General de la Nación, quien instaura un recurso de reposición por completo improcedente e ilegal y carente de todo sustento.
Los fallos del Consejo Electoral que se asimilar por obvias razones a sentencias, no les cabe recurso de reposición y menos de un funcionario público como es el Sr Procurador Carrillo. ¿Quién le dijo al señor procurador que es sujeto procesal en esa Litis investigativa? Eso nunca existe en cualquier proceso. El solamente debe velar por proteger los derechos de todas las partes, incluyendo al del propio investigado y no volverse parte. Al hacerlo obra políticamente y no jurídicamente y eso en el común es un claro abuso. De tajo, el Consejo Nacional Electoral, le deben rechazar improcedente recurso y ordenar su respectiva investigación.
Por su parte, el expresidente Alvaro Uribe Vélez contrario al firme criterio que le distingue sale con un comunicado tan flojo que olvida que él mismo sabía de la suspensión de la aspiración presidencial del Doctor Óscar Iván Zuluaga, pero al darse la absolución opera por completo la reanudación de la misma. A eso se comprometió con seriedad Óscar Iván Zuluaga. Cumplió con la Constitución y la Ley, desde luego con los estatutos de su partido.
Nada le impide para que tenga revivida su legítima aspiración y todos sus seguidores deben estar prestos a respaldarle, como le acompañaron aquel día inolvidable para él y su familia, cuando el Consejo Nacional Electoral le absolvió por completo y demostró que a su campaña no ingresaron los dineros que fueron materia de investigación. En número superior a mil personas, de manera espontánea concurrieron a la sede principal del Centro Democrático a escuchar del experimentado político que puso nerviosos a más de un candidato y aspirantes que volvía al ruedo político. Todos están felices por su regreso y servicio al partido que ayudó a crear y así, por fin, logre hacerse con la Presidencia de la República que ya le fuera arrebatada en extrañas circunstancias como ya lo comienza a registrar la historia.
Colombia, sus seguidores quedamos pendientes de la decisión que informe el doctor Óscar Iván Zuluaga, ya no de estar en el ruedo político, sino que reanuda su legítima aspiración de precandidato presidencial.
Por Bernardo Henao Jaramillo
Abogado- Investigador
